Por Rusty
Por aquello de que lo prometido es deuda, pero también porque sí, os ofrecemos esta semana la segunda parte de nuestra particular iniciativa por el rescate de la publicidad clásica del país. Como recordarán, la semana pasada hacíamos un repaso que se tornó inevitable cuando los encargados de la publicidad de las bodegas Vegaverde decidieron abrir la caja de pandora. Tal ha sido el éxito de la iniciativa (que sí, que sí, que esta gente nos lee), que desde hace unos días, el tomate frito Orlando se anuncia con una pieza nostálgica que recuerda toda la trayectoria publicitaria de la marca. (Cuate, que aquí hay tomatee!!)
Es evidente que los 80 y los 90 están de moda desde que acabaron, así que, repetimos nuestra propuesta, ¿Por qué no aprovechar ese “todo vuelve” y recuperar otras grandes joyas de la publicidad? Allá vamos, pues:
6. ¡Pavofrío es todo sabor!
Sí, señores, porque si la semana pasada era la voz de Alaska la que nos anunciaba un tomate frito, hoy es otro iconomosesuá el que ameniza uno de los spots propuestos para su rescate. Nada menos que Miguel Bosé. Si «Don Diablo» ya nos parecía ligeramente ridícula, esta oda al fiambre de pavo y sus semejantes es sin duda lo mejor. Si no es posible rescatar este anuncio, porque a Miguel no le apetezca, o vaya usted a saber por qué, proponemos una versión protagonizada por su sobrina Bimba Sin Corteza, pero esta vez, anunciando la otra parte del sandwich: El pan de molde (Sí señores, yo lo llamo ‘humor libre’ y lo hago cuando me apetece).
7. Hola, soy Edu, Feliz Navidad
Sin duda, ha vuelto a ponerse de moda lo de destrozar vidas infantiles (que me digan que el chico del Es una fieshta no se ha tenido que cambiar de colegio, que no me lo creo), así que no nos queda más remedio que proponer la vuelta de aquel famoso spot de telefonía móvil de cuando Vodafone se llamaba Airtel, y los números de teléfono empezaban por 9. Aparte de conseguir imponer una muletilla en la sociedad que llegó a ser más que cansina, dio lugar a más de una parodia. Y a más de mil, porque hasta hace muy poquito se han seguido dando.
8. Cherry Coke, el último gran éxito
Sí, confieso, a mí me gustaba la Chery Coke. Y si el producto me encantaba (soy así de gustos excéntricos, qué le voy a hacer), más me gustaba el anuncio. Vaaaale, sí, esta también es una confesión en toda regla, porque sí que había cierta influencia del bakalao, el megatrón, y demas infamias musicales en la parte auditiva de la pieza publicitaria. Esta vez sin obreros semidesnudos, sin secretarias guarrunis, pero con un montón de pastilleros bailando, que queda como más adecuado. Cuánto daño, Chimo… ¿Qué más se puede pedir?
9. ¡Boom, boom, Boomer!
Me declaro fans (así, en plural) del creativo de cuyo cerebro salió la idea de crear como imagen de marca a esta especie de superhéroe elástico, mezcla de Spiderman y la Princesa Leia (¿A qué venían las orejeras esas?), con un toquecito de Michael Jackson (que en gloria esté, o en Bangkok con Coto Matamoros, Jesús Gil y Elvis Presley), pues procuraba rodearse de niños (Sí, aquí también hay cabida para el humor ¿negro?, jurjurjur). ¿A quién no le encantaba comerse el kilométrico todo de una vez? Ay, qué tiempos…
10. ¡El saboooor Kas!
Un spot que confirma el hecho de que las canciones famosas utilizadas en publicidad son las mismas de siempre, y que además nos ofrece otra ración de productos desaparecidos (¿Recordábais el Kas Manzana?). Voces estridentes, una imagen corporativa digna de el peor WordArt, y una coreografía protagonizada por los bailarines de Thriller antes de morir y transformarse en zombies. Ojo, dan bastante más miedo aquí.
Por ahora esto es to-esto es to-esto es todo, amigos. Si a alguien se le ocurre algún spot a recuperar, que no dude en contárnoslo (Y sí, yo también quiero que Coronado vuelva a anunciar los yogures aquellos de irse por la patillica).
Qué grande!!!
Jo, no me acordaba del slogan de campofrío… qué recuerdos!!!!
No sé sie van a perdonar, pero el del «Pavofrio» siempre me ha sonado a un tema de «Mama Ladilla».