Sacar un disco y dar las gracias en los créditos a todos los que han ayudado en el proceso (o a todas aquellas personas que te de la gana, sencillamente) puede parecer algo fácil, pero nada más lejos que La Coruña de la realidad. En parte, porque elegir a quién incluir y quién no para que aquello no quede más largos que las eróticas memorias de Susana Estrada puede ser duro y doloroso.
Si uno se pone a leer los agradecimientos de sus discos podrá encontrar de todo. Desde el clásico «a mi familia y amigos» o «a mis fans» hasta quien hace un listado de gente por orden alfabético para que nadie se enfade (tal como hizo Encarnita Polo con ‘Loca’). Pero también podemos hallar cosas mucho más originales, y he aquí una muestra.
–A Melissa Hyndell, a Lidia, y a su prima que los animó. Fangoria en ‘El Extraño Viaje’ daba las gracias al personaje ficticio de Melissa, una comisaria de arte de origen americano que fue creada por el artista andaluz Manuel Domínguez Guerra y que contaba cómo una buena mujer reconertida a pintora se veía obligada a pintar informalismo abstracto con tal de exponer en Nueva York, cuando a ella lo que le gusta pintar son flores. En la web del pintor puedes oír toda la historia, que actualmente sigue con referencias a Trump incluso.
–Al Fotolog. La Prohibida en ‘Flash’ daba las gracias, entre otros, al propio Fotolog -a sus usuarios, entendemos-. Qué tiempos aquellos en los que aquella red social era lo más, y en los que la frase más manida que podrías encontrarte era eso de «nice pic, F/F?».
–Al Dios. Michelle, la cantante Disney, era muy creyente hasta el punto de que en los agradecimientos de su álbum ‘Los Chicos del Club’ (el que incluía la canción de ‘La Bella y la Bestia’ con Serafín Zubiri) daba las gracias al «Señor, por estar siempre a mi lado dándome fuerzas y amor», además de a Disney, a la compañía de discos y a sus amigos.
–A Aruca. Emilio Aragón siempre le dedicaba sus discos de la época de ‘Te huele los pies’ y siguientes a su esposa. Invito a cualquier artista que nos lea a que le dedique un disco también a la mujer de Emilio Aragón, así en plan vintage.
–A todo el pueblo JUDÍO (así, en mayúsculas). En el disco ‘Esclava de tu piel’ Azúcar Moreno incluyó la canción popular judía ‘Hava Nagila’ -mal escrita en la contraportada como ‘Hava Naguila’- y por ello dieron las gracias a la Embajada de Israel en España y a todo el pueblo judío «con nuestros mejores deseos de paz y felicidad».
–A José María García. Cruz y Raya en su disco de humor imitaban al famoso Supergarcía, y como de bien nacidos es ser agradecidos le dedicaban el álbum porque «ha ido uno de los baluartes de nuestro éxito».
–A la agencia de cásting que eligió a los componentes del grupo. Las Ahora!!, las Spice Girls ibéricas, fue una girl band de cuatro componentes femeninas que copiaban mogollón en melodías y estilismos a Geri, Mel B, Mel C, Emma y Victoria. No eran cuatro chicas que se conociesen en el instituto, sino un grupo prefabricado fruto de un cásting, y por ello en el libreto se daba las gracias a “Peny de Penelope Agency, que organizó los cástings para seleccionar a las componentes de Ahora!!, por la dirección de imagen y las coreografias del grupo”.
–A Ana Rosa Quintana. Antonio Hidalgo en su ‘A ti, mujer’ le daba las gracias a su jefa, no sea que fuese a mosquearse si no veía su nombre hasta en el disco de otro.
–A un osito preferido, a un caballo volador y a un mago que mola cantidubi. Leticia Sabater en su disco ‘Nosotros somos el mundo’ se extiende más que Aída Nízar en una gala de ‘Gran Hermano’ dando las gracias porque a cada persona le atribuye un personaje: uno es el osito preferido Javier, que si Luis es el león de la selva, Amando el caballo volador, Larry el mago… Todo un poco tonti, así, como era ella.
–A las Chamorro. Marta Sánchez dedicó ‘Azabache’ a todos sus colegas, y entre ellas me llamó la atención Las Chamorro, de quien dijo que si no existiesen habría que inventarlas. Recordemos que Irene y Chelo Chamorro fueron dos hermanas que montaron un dúo a lo Azúcar Moreno y que custodiarion a Antonio Carbonell a los coros en Eurovisión en aquel fatídico 1996. Con lo mal que estuvieron de coristas, si se dejan sin inventar tampoco pasaba nada ¿eh?
–A la revista Zero. Camela en ‘Se ciega por amor’ dio las gracias a la revista de temática LGBT por haberles dedicado un artículo «con un cariño como nunca habían recibido en ningún medio de comunicación». Eso se merece un gran «oooh».
Sea como fuese, hay una norma esencial a la hora de dar las gracias en un disco. No cometer faltas de ortografía, algo que no se debe consentir y menos cuando el LP va dedicado a los niños, tal como pasa en trabajos de Leticia Sabater o de Xuxa. Mucho cuidado.
