Pasadas las vacaciones de Semana Santa, aunque sabes que no hemos faltado a la cita con nuestras lectoras, retomamos nuevo «Apueste por Una» con aire musica. Ahora que estamos en la era de Spotify, iTunes y los tonos de móvil, queremos recordar esos soportes tan míticos como han sido el cassette y el CD. ¿Con cuál te quedas tú?
Por cierto, minipunto para Mike y su semana santa malagueña. ¿Habrá tenido que ver el hecho de que es su tierra como la de muchas de nuestras lectoras?
Apueste por el CD
Por Mike Medianoche
1. Porque sus siglas son más fáciles. Todos sabemos que cuando un grupo sacaba su nuevo disco y en la publicidad decían que estaba disponible en MC y CD, todos sabíamos que CD quería decir Compact Disc, pero casi nadie sabía qué carajo era eso de MC, aunque entendías que era lo mismo pero en cinta. Con el tiempo uno descubre que MC significa Music Cassette, pero si bien muchos hablamos de cedés en vez de decir compact discs, jamás oirás (u oirías, porque hoy día aún menos) decir «me he comprado el nuevo emecé de Camela«.
2. Porque las portadas de los CD eran las buenas, y las de los casettes meras readaptaciones chungas. En aquel tiempo en el que CD y MC convivieron en las tiendas de discos, las discográficas optaron por diseñar con esmero las portadas de los nuevos discos basándose en el formato CD, en formato cuadrado, como hacían antaño con los vinilos. Luego, cuando tenían que editar el cassette, rediseñaban de manera zafia la portada, estirando la imagen y recortando por todos lados. Una porquería que se puede comprobar en la foto de apoyo a estas líneas (me encanta lo importante que ha sonado esto).
3. Porque siempre suenan a la misma velocidad, cosa que las cintas no. Cuando servidor dio el paso trascendental del cassette al cedé pudo comprobar que que los éxitos que tan de memoria me sabía de Camela sonaban diferentes, raros. Con el walkman con el cassette original dentro poniéndomelo en una oreja, y con el auricular enchufado a la radio-cd en la otra, pude comprobar que las cintas se reproducían más rápido que los cedés, por lo que perdían fidelidad hacia la grabación original. Fue una decepción, con lo analógico que había sido yo hasta entonces, que me hizo decantarme por el cedé por siempre jamás.
4. Porque me ayudó a salvar mi economía adolescente. Una Navidad, mi hermana y yo nos pedimos como regalo de reyes y de manera conjunta una grabadora de cedés. Como en esa época muchos tenían ya a su vendedor de cedés pirata habitual, yo opté por generar discos exclusivos para ganar unas pelillas. Uno de ellos fue el de maquetas del primer trabajo de Estopa, y otro, de música friki como la sintonía de Barrio Sésamo o una marcha de Semana Santa en remezclas de Breakbeat. Un éxito de ventas en la hora del recreo, oiga, y con portada diseñada por Microsoft Publisher en blanco y negro para no gastar tinta.
5. Porque se pueden reciclar de muchas maneras. Cuando un disco se te llena de más rayas que las que tenía el carnet de identidad de Carmina puedes darle nuevos usos. Una antigua compañera de trabajo los usaba como posavasos en casa, aunque también hay quien lo pone en ventanas (o incluso antenas) para que asusten a los pájaros, y Lady Gaga, posiblemente, se hace trajes y tocados con sus discos viejos. Pero, tras navegar un poco por la red, he podido comprobar que hay quien incluso hace con los discos lámparas, relojes o simplemente objetos decorativos a lo Art Attack. ¿Hay algo más elegante para una casa que colgar de la pared este pescado hecho de cedés? A mí no se me ocurre.
Apueste por el Cassette
1.Por las gasolineras y los mercadillos. El cassette forma parte de los escenarios costumbristas de la España de los 80 y parte de los 90. Con la desaparición del cassette, se pierde ese encanto de entrar a una gasolinera y encontrarte el display giratorio con cintas que acumulan más polvo que el biopic de Rocío Jurado en el cajón de Antena 3. Esas ediciones de «serie media» que las discográficas editaban con 8 canciones y que siempre se llamaban «Inserte aquí titulo de la canción y otros grandes éxitos». Por ejemplo, yo tenía una de Mecano que se llamaba «Aire y otros grandes éxitos». Y si Pablo Alborán le estará siempre agradecido a YouTube, Camela debe estarlo a las gasolineras y mercadillos, pues en ese circuito empezó a circular su música. En el mercadillo de mi pueblo, el puesto de cassettes era un mundo paralelo al de Los 40 Principales. Allí triunfaban grupos como Camela, Chalay, Calaitos, David…y esa tecnorumba que a Mike tanto le gusta. Sellos B como «Koka Music» editaban pseudorecopilatorios.
2.Porque con los cds no puedes hacer chistes y con el cassette sí. Que levante su walkman el que alguna vez no haya dicho, cuando le cuentan que alguien está embarazada lo de «oh, está encinta». Y alguien responde «y seguro que en DVD». Este chiste lo usó Mike cuando quiso contarnos el estado de buena esperanza de Shakira.
3.Porque eran una actividad de riesgo. Que levante su mano loca el que alguna vez no sufriera el drama de ver como la cinta se quedaba enganchada en el radiocassette. En el mejor de los casos se quedaba enrollada, conseguías desatascarla entera y lo volvías a enrollar con la ayuda de un bolígrafo. Sin embargo habia veces que el enganche era tal que la cinta se rompía. Otro sufrimiento era ese por el cual alguien en casa grababa encima de tu cinta. Tú que habías estado dos horas esperando a que en tu emisora local pusieran la canción que te gustaba sin la voz del locutor, y tu madre ha grabado encima una canción de la tele. Quitar las pestañas y la cinta adhesiva para grabar encima como método tecnológico fueron un clásico.
4.Porque aprendimos conceptos como el autoreverse, el rewind, el record, el forward. O algo así. Recuerdo que mi abuela, cuando le ponía una cinta y quería que le pasara a la siguiente canción decía «dale al fullufullu» para que hiciera fast forward. Si eras un niño pudiente, tu walkman o radiocassette traía el rewind. Sin embargo, si te tocaba conformarte con un walkman o radiocassette de los de tres botones, tenías que darle la vuelta a la cinta y darle hacia delante, para rebobinar. El autoreverse fue un gran avance, ya no tuvimos que darle la vuelta a la cinta.
5.Porque había más variedad de colores y tipos que los cds. Cuando te pillabas el Verbatim de turno no había mucha opción, y los CDs o eran de 74min o de 80. En el mundo del cassette, teníamos de 46, 60, 90 y hasta 120 minutos. Y ya lo más fue cuando TDK lanzó las cintas de colores, que cuando le dabas a un amigo tuyo una quedabas muy guay. En plan: «te dejo la roja para que me grabes a Amistades Peligrosas y ponme a Aqua en la cinta azul para que me pegue con la carátula. Además, la cinta te permitía customizarla más que el CD. En el disco solo podías escribir los titulos de las canciones, siempre y cuando fueran de los CDs vírgenes buenos que traía folleto para escribir… Con el cassette un mundo de creatividad se abría a tí, traía pegatinas de números, alguna letra, estrellas… y tiras para colocar delante y detrás. Luego había algunas como las que vendían en Continente, que podías desplegar el «libreto» y escribir tu diario además de las canciones. Mención aparte merece el diseño de caratulas, como ya te contamos en un antiguo post.
Esto es un poco a quién quieres más, a mama o a papa.
Cintas ha habido siempre en mi casa, yo tenía cientos. Me encantaba visitar quioscos y gasolineras para ver los stores giratorios en busca de alguna joyita. Tenía ediciones económicas de 8 temas de Mecano, Alaska, Concha Velasco, Raffaella Carrá, Baccara, etc. y me parecían lo más. Luego me encantó ese sistema que sacaron de grabación de mc a mc a doble velocidad, que perdía calidad sonora, pero que te permitía grabarle la cinta a Pepito en un momento y ya está.
Pero mi voto es para el CD. Aún hoy soy coleccionista de este formato físico, y me joroba mucho que ya esté en desuso el formato Cd-Maxi con lo que siempre me ha gustado esa cajita fina de plástico o la de cartón.
Además que tener un CD es tener un CD, te puedes bajar lo que quieras en mp3, pero algo que tocar es algo que tocar, o yo es que soy muy tocón…
El mundo de las cintas apaisadas y de las cintas de regalo de Super Pop, Nestle y demás está por descubrir. Yo creía que MC era por MC Hammer!
Para mí las cintas son más SEC. Es cierto que los CDs son infinitamente más cómodos, pero ese gran pasatiempos de abrir el cassete porque se había quedado enganchado en el equipo de música y hacer manualidades para volver a colocar las piezas en su sitio… aparte, el cassette es un gran medidor atemporal de preferencias. Puedes comprar cualquier cinta usada en el rastro y las partes rayadas te indican cuáles eran las canciones preferidas del susodicho.
Difícil…
Recuerdo que una de mis primeras cintas fue la de Whitney Houston… Y uno de mis primeros cd’s el de Grease… Pero creo que me quedo con el cd. Que yo soy muy impaciente y el poder cambiar de canción casi de forma instantánea para mí era una bendición. Las cintas tienen su toque nostálgico y yo tube walkman hasta con display digital, pero no. Me quedo con el cd! 🙂
Y acepto los latigazos que creáis oportunos por el «tube». ¿Dónde estáel botón de editar? Por Dios!
Voto por el MC! Nos ha dado muuuucho más juego que el CD: los recopilatorios caseros haciendo corta-pega de varios cassetes a la vez, lo de jugar a ser el perro de Scottex por la casa cuando se jodía la cinta, lo de esperar pacientemente que se acabara una cara para que la B empezara desde el principio… eso sí que era saborear la música!
En primer lugar, soy de cinta, aunque fuera lo peor. Anda que no se estropeaban. Además, no duraban nada las pilas en los Walkman cuando se utilizaban. Los CD molaban mucho pero también eran mucho más caros en mi adolescencia (aunque yo era un bicho raro y no escuchaba música).
Por cierto, en los países catalanes (y como una copia flagrante de lo que hacían en Francia), en vez de MC se usaba la combinación K7. A mí me costó un poco entender a qué venía eso, ya que yo leía «KA SIETE» pero en francés es «KA SEPT» (la P no se pronuncia) y en catalán es «KA SET».
Yo soy de los vinilos, así que propongo un APU en que se confronten los discos de 33RPM y los de 45RPM. Sinceramente, fui de los que pasó del LP al CD, lo del casette me parecía una chufla. Minipunto al CD.
^Mi coche y yo votamos por el casette y debo decir que en la actualidad se usan hasta de monederos de manualidades; ¿y que me digan que moderna no lleva funda de Iphone con el dibujo de la casette?
Para rematar en mi curro tengo la grabadora del juez que uso para escuchar mis cintas de Mecano regalo de Ariel y o las de gomaespuma regalada por la DGT.
Estoy con Jon. Las cintas forever!!
Voto por el CD. Aunque me hacía mis mixes con temazos de la radio, y fue una bendición ya que las ponía en los viajes de vacaciones y me libraba de los gustos musicales de mi padre.
Porque sí, porque las cintas de gasolinera molan mucho, hasta que tu padre se compra las de Georgie Dann o Los Pekenikes.
¡El cassette!! Y por varias razones. Una: porque casi nadie se pone de acuerdo en cómo escribirlo. Además, servidor anduvo usando walkman hasta allá por el 2005 or more, cosa de la que vanaglorié en otro foro lamentablemente extinto hoy en día y que supuso cierto regodeo a mi costa que me encantó. Tercero, porque me recuerdan a mi infancia allá por el Pleistoceno.
Por otra parte, digan lo que digan, las cintas tenían más versatilidad: en las nunca bien homenajeadas mini cadenas, uno podía grabar de cinta a cinta Y de cd a cinta. ¡Extremo que los pijos y endogámicos CDs no permitían!
En último lugar, por la forma en que antaño se copiaban los cedés, quedaba a menudo una cantidad ingente de espacio desaprovechado en los mismos, antes de que existiera la opción de hacer listas que luego copiaríamos. En cambio, las cintas tenían 45 maravillosos minutos por cada cara, lo cual daba espacio para un disco entero por cada lado y, en mi caso, para combinaciones rocambolescas del tipo:
Cara A – Alaska: «Delirios de Grandeza» / Cara B – Rosana: «Lunas rotas»
Cara A – Ella Baila Sola: «Ella Baila Sola» / Cara B – No me pises que llevo chanclas: «Los grandísimos éxitos de…»
Cara A – Jarabe de Palo: «Depende» / Cara B – Presuntos Implicados : «Siete» (Bueno, esto todavía…)
Follow @sufridores
¡Qué grandes todas las historias de MC, y qué poca idea tenía de lo de K7!
Lo de las cintas a dos caras… Todos hemos hecho esas mezclas imposibles. Yo en el colegio tenía una cara con flamenqueo tipo La Niña de Cañete y sus Coralinas, y en la otra cara grababa Aqua XD
Mike Medianoche
Por comodidad votaría por el CD, pero esta claro y sin lugar a dudad que el cassette es muchísimo más SEC de largo, así que mi voto va para el/ella. Creo que todos tenemos una y mil historias relacionadas con nuestras cintas pues han formado parte de nuestra infancia. También os recuerdo que se utilizaban para grabar juegos de pc, yo tenia un spectrum.
Como anécdotas, una cinta que deje puesta en el coche estando de vacaciones en Badajoz, y que con el calor que hacia se deformo, y no pude sacar hasta que lo desmonte o como cuando mi padre, gran fans de Antonio Molina, tenia toda su discografia en cinta, y en una de estas, a la que sonaba la canción «Con ese Beso» le di al botón del REC y metí un berrido que se quedo grabado y aun perdura. Mientras escribo esto, escucho la canción de marras, estos es nostalgia y no el canal de TVE.
Entre las cintas horribles de mercadillo, me acuerdo de los «pillos boys». Había cada uno… http://usuarios.multimania.es/matiasmg/Pillos.jpg
P.D. que bueno lo del perro de scotex
Sí sí, mi voto por la cassette, de hecho, yo pasé directamente de walkman, que me habían regalado al hacer la primera comunión, a reproductor de mp3.
cassetet obviamente.