Apueste por una: El Príncipe de Bel Air vs. Cosas de Casa

La semana pasada en el Apueste por una tratamos un tema muy de sobremesa, como era elegir quién era la presentadora sustituta de Sálvame favorita de vosotras nuestras lectoras. Por cierto, que la victoria fue para Terelu, ya que los argumentos de Mike convencieron más que los de JoniPod defendiendo a Paz Padilla, aunque hay que decir que sólo tuvieron un voto de diferencia, como cuando se enfrentaron Encarni Manfredi y Yola Berrocal en Hotel Glam.

Esta semana, traemos un duelo más de la hora del almuerzo. Hubo un tiempo atrás en el que a la hora de comer Antena 3 no emitía Los Simpsons, por increíble que parezca. En esa franja horaria de 14:00 a 15:00 horas muchas son las series que se pusieron y repusieron hasta la saciedad. Hoy enfrentaremos a dos de las más míticas y con el rasgo común de que estaba protagonizada por familias de color, color negro en concreto. Con los siguientes argumento como base, cuéntanos ¿eras de la familia Banks o de los Winslow? ¿De Will o de Urkel?  ¿El Príncipe de Bel Air o de Cosas de Casa? Apueste por una.

Apueste por El Príncipe de Bel Air

Por Mike Medianoche

1. Por su sintonía inicial. Mientras que Cosas de casa tenía un temita instrumental (de hecho, los primeros capítulos, ni eso), el Príncipe de Bel Air tenía ese temazo doblado por el que ponía la voz a Will Smith, y que en su versión en español ponía voz cantante Toni Aguilar. Que le pegue una colleja a Carlton aquel que no haya cantado alguna vez eso de «Al Oeste en Philadelphia crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía. Jugaba al basket sin cansarme demasiado porque por las noches me sacaba el graduado…»

2. Por todo el léxico que ha aportado al vocabulario. Que se vaya de compras con Hilary aquel que alguna vez no haya agradecido que alguien le de un vaso de agua diciendo eso de «gracias, Geoffrey». Hablando de Hilary, ¿a que no soy el único al que cuando escucha o lee ese nombre se le viene a la cabeza la palabra ‘caca’? Por aquella mítica escena, vota por El Príncipe.

3. Por toda la mímica que aportó a la vida diaria de los que nos criamos en los noventa. Que se le muera su prometido haciendo paracaidismo como le pasó a Hilary aquel que no haya saludado alguna vez chocandose las manos y girando hacia atrás como hacía Will en la serie o bailado Tom Jones como Carlton. Y, aunque nunca lo haya imitado, ¿quién no ha querido lanzar por la puerta a alguien tal como hacía el tío Phillip a Jazz, el amigo de Will?

4. Porque en la serie se vivió el Síndrome de Darrin. Así se conoce en la tele cuando se cambia a un actor pero no a un personaje. De sobra es sabido que en El Príncipe quien cambió fue la madre, y de hecho no sólo cambió la actriz, que se parecían tanto físicamente como cuando el Gran Wyoming sustituyó a Juan Echanove en Hermanos de leche, sino que incluso cambió el personaje, ya que se volvió menos mandona y más dulce. Por último, destacar ese genial grupo de Facebook que dice «Eres más sutil que un cambio de madre en el Príncipe de Bel Air».

5. Porque sus actores acabaron mejor parados que los de Cosas de Casa. Todos hemos seguido la carrera de Will Smith, su protagonista, que junto a su esposa y sus hijos forman un clan familiar que podría considerárselo el Miliki americano. Hilary se retiró, Carlton se dedicó a varias labores audiovisuales como la dirección y el doblaje, participando en un realitie, y Tatyana M. Ali, Ashley, además de protagonizar una espantosa película de terror llamada El payaso a medianoche en la que sale el padre de Sonrisas y Lágrimas, se dedicó a la música. Y recuerda: ¡no cambies de canash, ma-ma-mañana mash!

Apueste por Cosas de Casa

Por JoniPod

1.Por Steve Urkel, razón más que suficiente para votar por Cosas de casa. El personaje interpretado por Jaleel White, empezó como secundario, como el vecino «nerd» enamorado de Laura Winslow, que acaba tomando peso en la serie siendo casi el protagonista, y desdoblándose en las últimas temporadas, con esa máquina que tenía para clonar ADN: Stephan Urkel, chico guaperas y romántico del que se enamora Laura. Como con otros famosos, se especuló que Jaleel  había muerto al no aparecer en pantalla, pero recientemente le hemos visto en un videoclip demostrando que sigue vivo y coleando. Que levante su mando de tele el que no haya dicho alguna vez eso de «¿He sido yo?».

2. Porque Cosas de Casa tiene algo en común con Aída, ya que ambas series son un spin-off. Carmen Machi y el personaje de Harriette Winslow trabajaban como chicas de limpieza, la primera en el bar de Siete Vidas y la segunda en la redacción del periódico donde trabajaban los protagonistas de Primos Lejanos. La serie surgió como idea de dar a conocer a la familia de Harriette y se prologó durante casi 10 años.

3. Porque si el Sïndrome de Darrin se daba en el Principe de BelAir que comenta Mike, en Cosas de Casa también pasó lo mismo. Jo Marye Payton era sustituida en la última temporada por una nueva madre, Judyann Elder. En esta serie las entradas y salidas de personajes eran constantes, desde la abuela que desaparece o la tía Rachel que entra y sale de la serie por temporadas, pero los grandes momentazos los dejamos para el siguiente punto

4. Porque en Cosas de Casa todos recordamos que la familia tenía una hija pequeña, Judy, que de repente en la temporada 4 hace un Ylenia y desaparece de la serie sin que ningún guionista de ninguna explicación. Años después nos enterariamos que la tierna Judy, que salía en la cabecera de la serie jugando con una casa de muñecas, acabaría haciendo un Lucía LaPiedra y dedicándose al porno. Eso si es un spin off… La otra actriz que merece mención es la mejor amiga de Laura, Maxime, interpretado por Cherie Johnson, que no es otra que la que antaño interpretara a la mejor amiga de Punky Brewster. Así, Cherie se encasilla más que Verónica Forqué haciendo de «amiga de».

5. Porque Cosas de casa era una especie de Médico de Familia, donde reinaba el buenrollismo, la familia, y la moralina por encima de todo, aunque con el paso de los años la serie fuera cambiando hacia tramas más Fisica o Química como las del instituto y los personajes más jóvenes, como la novia de Urkel, Waldo… Y a todos nos daba penita ver esos capítulos en los que Laura, a pesar de que rechazaba a Steve, siempre le daba una muestra de cariño, y escuchábamos el «ooohhh» enlatado de las teleseries americanas, no como en el 123 que era en vivo.