Apueste por una: las chicas GluGlú vs las Oquettes

Aquí en Sufridores siempre hablamos y defendemos a las azafatas del Un Dos Tres: De Victoria Abril a Raquel de La Fiesta, pasando por Nina o María Abradelo. Sin embargo, son muchos otros los programas que han contado con una legión de mozas de buen ver en sus filas para hacer labores de cante, baile y pequeños papeles a lo largo de su desarrollo. Hoy queremos defender dos de esos cuerpos de baile: las Oquettes de El Gran Juego de la Oca y las Chicas Gluglú, de Uno Para todas. De hecho, ambas estaban muy relacionadas e incluso baile de chicas que pasaron de la Oca a Uno para todas y al revés.

Dejándonos de rollos, cuéntanos ¿eras de las Gluglú o de las oquette?

Apueste por las Chicas GluGlú.

Por Mike Medianoche

1. Por lo que molaba aquel momento de beso o chapuzón. Uno para todas era un programa en el que el público, exclusivamente mujeres, tenían que elegir a un único chico de una tanda de concursantes. En diferentes rondas se iban eliminando a varios, y las chicas GluGlú eran las encargadas de darles un besito en la mejilla si pasaban o de empujarles a una piscina en caso contrario. ¿Quién no quería empujar a un maromo a la piscina como hacían ellas? Las GluGlú no sólo empujaban a los chicos en la cara, sino que además cantaban la sintonía del programa, acompañaban a los concursantes en su presentación, e incluso bailaban estupendamente. Mi prueba favorita era aquella en la que al concursante le hacían bailar un estilo que la chica defendía perfectamente y él debía improvisar sobre la marcha, ya fuese tango, música del oeste o incluso danzas africanas. Arte puro.

2. Porque Uno Para Todas se emitía en directo, lo que le daba un gran valor añadido a sus actuaciones. Las chicas, tal como nos contó Romy Abradelo en una entrevista, ensayaban todos los días de la semana, incluidos sábados, domingos y festivos para que el programa fuese perfecto.

3. Por Paloma Marín, que pasó de Chica GluGlú a presentadora de la Oca. Paloma era una rubísima de pelo corto que tuvo su momento de gloria en la segunda mitad de los noventa como estrella de Telecinco. Procedente de El Precio Justo, Paloma fue una de las más populares Chicas GluGlú. Posteriormente, Paloma evolucionó como los Pokemon y se convirtió en presentadora, siendo la responsable junto a Andrés Caparrós Jr y Elsa Anka de presentar la última etapa del programa ya en Telecinco bajo el nombre de El nuevo juego de la Oca.

4. Por Al Salir de Clase. Gracias a Uno para todas descubrimos a Raquel Meroño, que debutaba en televisión como Chica GluGlú. Después realizó su papel más conocido, el de Paloma en Al Salir de Clase, al que siguieron otros como el de mujer víctima de monstruos marinos en la película Dagon o el de Isabel en Yo soy Bea. Por cierto, si alguien se pregunta qué fue de Thomas, el bailarín y stripper del programa, comentar que lleva muchos años trabajando en el bar Gula Gula de Madrid, donde ha hecho incursiones no sólo en el mundo del baile y el striptease sino también en el del transformismo.

5. Por su relación con el Festival de Eurovision. Dos de las chicas GluGlú estan muy relacionadas con nuestro festival favorito. Por un lado está Romy Abradelo, quien intentó representar a España con su grupo Divas en 2010, marcándose en los cástings una versión lírica de Bailar Pegados, y que además formó parte del grupo Venus junto a la eurovisiva Amaya Sáizar. Por otro está Jennifer Rope, la presentadora del desastroso programa Eurocanción en 2001, la gala que ganó David Civera con Dile que la quiero, y que además dio los votos por España ese mismo año.

Apueste por las Oquettes

Por JoniPod

1.Porque todos quisimos ser una oquette. Si de pequeños soñábamos con ser Mayra Gómez Kemp, tal y como le contó Mike Medianoche a Jorge Javier en Hay una cosa que te quiero decir, cuando alcanzamos nuestra adolescencia aspírabamos con ser una oquette. Queríamos escuchar el sonidito de «tira dados» y en ese momento reactivarnos por el tablero del Gran Juego de la Oca acompañando al concursante, hacer pasitos de baile y acabar poniendo las manos en modo oca. Que levante su carnet del Club Megatrix el que no jugara a hacer el movimiento de «cua, cua, cua». Como muestra este concursante que lo da todo acompañando a nuestras queridas oquettes

2. Por Beso o tortazo. Esta prueba fue anterior al Beso o chapuzón por lo que es más auténtica y el que golpea primero, golpea dos veces. Nunca mejor dicho si recordamos los tortazos que tenían que dar nuestras defendidas cuando el final de la frase era negativo. En ocasiones a las oquettes «se les iba la mano» y el concursante se llevaba un tortazo muy real. Y daba igual que fuera un concursante anónimo o Perico Delgado.

3. Por Lila, que podría ser el comodín. Comodín porque Lila es el nexo entre Mike Medianoche y servidor hoy. Ella fue tanto oquette, como chica glu-glu, y en la década de los 90 fue una de las chicas imprescindibles en los cuerpos de baile televisivo. Su «pelassso» (que diría Ariadne Artiles) moreno de tierra canaria como un servidor  no paso desapercibido y le sirvió de trampolin como a otras oquettes. Recordemos a Paloma Gómez, que luego fue integrante de Ahora!!, esa suerte de Spice Girls españolas junto a la chica 123, Lucy. O la belleza nórdica de Anetta, que también fue imprescindible en los cuerpos de baile noventeros.

4. Por Mar Regueras. Quizá la oquette más popular en la actualidad. Mar fue evolucionando en el panorama televisivo de oquette a Chica Semáforo, y de ahí a copresentadora cuando tuvo la oportunidad de acompañar a «Ramontxu» en el Grand Prix. Luego vendría Música Sí y una incipiente carrera como actriz que la ha llevado por diferentes series y obras de teatro. En televisión la recordamos interpretando a la Baronesa Thyssen y en el teatro estuvo haciendo La guerra de los Rose junto al televisivo Carlos Sobera. Parafraseando a Mayra en su discurso de despedida de las azafatas: «Mar, nunca olvides que uno de tus primeros aplausos fue aquí, en el plató del Juego de la Oca»

5. Porque eran parte esencial del programa, más que Patricia Pérez. No solo se encargaban de recorrer el plató cantando la sintonia del programa o acompañar a los concursantes, ellas eran parte de muchas de las pruebas que se desarrollaban en el concurso. Además del ya mencionado Beso o Tortazo, había otras relacionadas con el cuerpo de baile. Desde convertirte en una oquette e intentar seguir una coreografía, averiguar el error que cometía alguna de las chicas en El mirador de las Oquettes, perseguir a tu oquette por todo el plató recogiendo lo que tiraba…¡Hasta reconocer sus gritos!

Por cierto, el último Apueste por Una dedicado a sketches de Martes y Trece se saldó con la victoria de Paca Carmona contra las Empanadillas de Móstoles. Minipunto para Mike.