10 razones para apoyar a Aramís Fuster tras ser desahuciada

Malos tiempos para la farándula: Loles León ha tenido que vender su casa de la playa, y ahora, quien tiene problemas con su vivienda es Aramís Fuster. Y es que la bruja ha sido desahuciada tras deber 6.000 euros de quince mensualidades del alquiler de un piso en Berga -sin chistes-, en Barcelona. Así, el pasado lunes, una comitiva judicial se presentó en su vivienda para devolver el inmueble a sus propietarios. Esto se merece un gran ‘ooooh’.

Dado que Aramís Fuster mola mucho, hoy queremos darle nuestro apoyo dándote diez razones para que tú también la idolatres.

1. Porque tuvo programa con su propio nombre, como Ana Rosa o Mayra. En su caso fue ‘La hora Aramís Fuster’ y ‘Destino Aramís Fuster’. Eso sí, más que programas al uso era un microespacio donde ella fingía atender una llamada en directo.

2. Porque tiene nombre artístico. Y es que pese a que la conocemos como a uno de los mosqueteros, su nombre real es María Antonia Pérez Sánchez, tal como indica en El Mundo aunque ella misma ha dicho en anteriores ocasiones que su nombre de nacimiento era María Isabel, como la de Eurojunior. De este modo, resulta que Aramís es tocaya de Sara Montiel y de Bienvenida Pérez, pero ninguna de ellas quiere ser llamada Antonia.

3. Por su colección de pelucas. Y es que tiene más moños y postizos que Encarnita Polo. Normalmente asociamos su cabello a tonos rojizos, pero en ‘El castillo de las mentes prodigiosas’ la vimos incluso con pelucones de color azul, pero no tipo Lucía Bosé, sino azul payaso que actúa en comuniones.

4. Por la vez que se rapó la cabeza en directo. Una vez en ‘Dónde estás corazón’ acudió a contar sus miserias, y afirmó que la habían tratado que ella era inocente y que la habían tratado como a una delincuente tras anunciarse que debía 15.000 euros a una empresa informática. Por ello, se pasó la maquinilla por el pelo en solidaridad con «con los condenados inocentes que llenan las cárceles españolas por una mala justicia» e invitaba a los condenados injustamente a seguir su ejemplo, mientras llorando gemía «soy inocente, soy inocente». Pero es que Aramís ha dejado grandes momentos televisivos, como sus míticas peleas con el Padre Apeles en ‘Moros y cristianos’, o aquella vez que tuvo un intento de suicidio en el que también estuvo a punto de morir su madre y su gato.

5. Porque tuvo problemas con sus hijos. Un drama a la altura de Ortega Cano con José Fernando: los hijos de Aramís, Karim y Aramís, reniegan de su madre y le dieron de lado hace años. Ella, para recuperarlos, hizo todo lo que estaba en su mano: ir a los platos a llorar. Pero ni aún así pudo recuperarlos. Pobrecita.

6. Por su libro biográfico. Nunca está de más recordar el libro, del que hicimos una reseña por aquí, en el que cuenta cómo en otra vida fue un puma y una bruja que murió quemada en la hoguera, cómo fue el día que conoció a Jesucristo o al Conde Drácula, cómo realiza exorcismos o cómo durante sus primeros años de vida solo se alimentaba de aire y sol. Eso sí, también tiene otros libros, como uno sobre el poder de Afrodita, pero no es tan genial.

7. Porque hizo sus pinitos como cantante. Ella afirma que ha actuado en muchos locales de Barcelona, y que incluso llegó a tener un proyecto para grabar un disco con rancheras, boleros, flamenco y copla. El típico disco que saca un concursante de ‘Operación Triunfo’ y que define como «muy completo, porque hay un poquito de todo». Además, también cantó en el disco de Hotel Glam, aquel programa en el que presumió de celulitis.

8. Porque tiene su propia religión, la Aramlogía. Al principio ella presumía de ser una bruja cristiana, pero con los años se acabó montando su propio chiringuito religioso. Nadie sabe exactamente qué normas rigen esta religión en la que ella es la mandamás,  ni cuántos adeptos tiene, pero seguro que una misa suya debe ser la leche.

9. Porque le va el sexo duro. Un día sorprendió en ‘Dónde estás, corazón’ presentando a «su perro», un esclavo sexual al que entró a plató atado como a un chucho. Tal guisa lo hizo para lograr el título de «la más sexy» en un concurso que celebró el programa. Además, afirmaba que tenía muchos «esclavos y sumisos» que le pagaban mucho dinero por permitirle estar a su servicio. Se ve que ya no los tiene, porque está sin un duro, claro.

10. Porque tú puedes ayudarla a salir de la pobreza. En su página web vende fotos sexys, en las que enseña las tetillas (o tetazas) y que por 150 euros de nada te las manda a casa firmadas. Si tu economía es más modesta, hay otras con más ropa y que vende a solo 50 eurillos.