Desde que Netflix llegó a nuestros hogares para quedarse (previo mes de prueba gratis), muchos son los que hemos sucumbido a la revisión de series del pasado más o menos reciente. Una de las primeras que quise volver a masticar es ‘Física o química’, y habiéndome tragado ya prácticamente entera la serie me he dado cuenta de que cada capítulo tiene siempre una misma escaleta.
Así que si eres guionista y en un futuro te contratan para un remake de la serie por la que conocimos a Cabano, Yoli, Paula, Gorka y compañía, aquí va una sencilla guía para conseguirlo.
1. Empieza cada episodio con un “anteriormente”, y remátalo con un “en el próximo capítulo”.
Nada de dar unas pinceladas para que en dos frases sepamos qué tramas vamos a ver; alarga estas escenas para que duren tres minutos para que, quizá, viendo solo los capítulos impares ya te enteres de toda la serie, y que con la intro y el cierre conozcas perfectamente lo que sucedía en el episodio que te has saltado. Además, si la ves en Netflix ahorras mucho tiempo jugando a esta especie de rayuela audiovisual, sobre todo teniendo en cuenta que los capítulos duran hora y veinte y con la prueba de que lo importante se resume en un “previously”.
2. Lía a un profesor con un alumno, y la historia avanzará sola.
Blanca se tiraba a Isaac (y a Cabano también, la muy fresqui), Roque a Alma, y el orientador a David, el novio de Fer. Así se podrán dar escenas incómodas en los pasillos en los que ambos deberán guardar el secreto y fingir que no pasa nada, lo cual da mucha tensión a la trama. Y luego que alguien se entere (Gorka, Gorka siempre era el que se pispaba de todo el primero, el tío) y amenace con chivarse de todo. También vale que una profesora se masturbe viendo vídeos eróticos de uno de los alumnos, con la consiguiente investigación policial por pedofilia. Y a la vez, lía a dos profesores entre sí.
3. Crea un problema en el colegio que deba solucionarse.
Que falte dinero en las cuentas, que un inversor quiera comprar el negocio, que se prohíba hacer una obra de teatro, que entren unos vándalos a hacer pintadas… No será el argumento principal, pero dará vidilla. También vale chorradas como crear un debate sobre si se pueden poner o no exámenes sorpresa.
4. Que alguien trapichee, se drogue o beba alcohol en el colegio, a poder ser, en los baños.
Tranquilizantes, vino, mdma, pirulas, viagra, porros… Lo normal que se hace en cualquier instituto concertado. Y cuando salen de juerga, tres cuartos de lo mismo; que todos se droguen y emborrachen a cascoporro, ya sean alumnos o profesores. Cuantas más drogas se nombren, más verosímil será, aunque hay que tener cuidadín, guionista; Roque se rehabilitó de una sustancia ilegal que crea tolerancia pero no adicción.
5. Que los profesores manden un trabajo a los alumnos y se líe parda.
Crear un blog, una plataforma virtual a lo ‘Second life’ (¿recordáis el Ciberzurbarán? ¡Mucho mejor que el Zurbagay!), un cortometraje, montar una obra de teatro por la igualdad LGBT… Que aquello no se sepa si es un colegio o ‘Got talent’.
6. Que hagan bullying a un alumno, da igual por qué.
Por mariquita, por gorda, por creer en dios, por acostarte con quien quieras, por ser extranjero… A cualquier circunstancia se le puede sacar punta. En ese sentido, recomiendo la lectura del post ‘Gorka no existe’ de Tom Clad, publicado en Perdidos en la Tele.
7. Aunque sean adolescentes, todos tienen un pasado que les atormenta.
Quien dice pasado dice un trimestre, pero da igual, todos tienen algo que no les deja dormir, y eso se debe notar. Al que no se le ha muerto un hermano (que son varios los personajes así) resulta tener un sórdido historial en el mundo de la prostitución, o tiene una prima con la que se ve obligado a casarse. Yo con dieciséis años no viajaba a la India con mis ahorros, ni hacía fiestas en el casoplón de mis padres, ni llevaba encima cientos de euros en drogas; lo más parecido que viví en relación a ‘Física o química’ era que alguna compañera del colegio estuviese preñada.
8. Crea un triángulo sexual.
Alguien que juegue a dos bandas, que se exploren las relaciones poliamorosas o abiertas, el intercambio de pareja… Así, teníamos a Isaac entre Yoli e Irene, a Blanca entre Berto y Martín, a David entre Fer y Marcos, a Olimpia entre su marido y Roque, a Irene entre Thomas y Baquero, a Irene y Blanca con Miguel, a Alma con Cabano y Paula, a Paula y Cabano con Gorka, a Julio y Cabano con Ruth, a Baquero y Berto con Verónica… Cuanto más endogámico, mejor; que todos acaben con babas de todos. Y por supuesto las rupturas, que se olviden pronto; que se muere el chico que te gusta, pues supéralo rápido porque es lo que él habría querido.
9. Crea un misterio.
¿Quién preñó a Yoli, si es que realmente está preñada? ¿Qué intenciones tiene el padre de Julio? ¿Dónde está el cuello de Angy? ¿Por qué todas las chicas van con tacones y maquillaje a clase como si fuesen al plató de ‘Mujeres y hombres y viceversa? ¿Quién violó a Teresa cuando iba puesta de GHB? ¿Quién filtró las fotos de David? ¿Quién atropelló a Paula cuando estaba preñada? ¿Por qué en el historial de Alma hay un borrón de tres años? ¿Por qué el actor que hacía de Quino actuaba tan mal? No te preocupes de cuánto enredes, al final todo se soluciona con un personaje que casualmente está detrás de una columna o de una esquina y se entera de todo. Como la clásica vecina que sabe a qué hora entras y sales porque se encontraba limpiando la mirilla.
A esto le metemos algunos insultos tipo “zorra poligonera” y “maricón”, ponemos a adolescentes menores de edad a conducir coches que solo se pueden manejar una vez cumplidos los 18, una profesora que diga tres borderías, alguien que esté enganchado episódicamente a la bebida o los medicamentos, pon a algún personaje al borde de la muerte de manera periódica (cáncer de testículo, palizas de skinheads, tumores cerebrales, accidentes de coche…), a Ruth quemándose por dentro en bucle y la serie será un éxito asegurado. Y cuando el chicle ya no estire más mata a uno de los pocos personajes que hayan permanecido desde el inicio de la serie de manera trágica ¡et voilà! Serial acabado por todo lo alto.
Mira que no segui la serie, pero me apetece verla tal y como dices. Tiene que ser la leche.
gracias por toda esta información.
Me servirá de mucho para mi desarrollo, pues quiero especializarme en historias juveniles.
Gracias