A día de hoy si vas a ver un concierto de un grupo mítico, qué sé yo, Amistades Peligrosas, cuentas conque algún miembro original del grupo ya no esté. Lo que no te imaginas es ir a un concierto de Karina y que sea «otra Karina» la que cante ‘El baúl de los recuerdos’ o ‘Las flechas del amor’. Pues en Bilbao les pasó algo así hace doce años, y con una artista que estaba en pleno furor, furor, nananananana.
Ponemos la máquina del tiempo y nos situamos en el año 2005, cuando el reguetón se vuelve mainstream y ‘Papi chulo’ se convierte en un himno de este género musical tan insoportable. Un hit ordinario que le encantaba a una compañera de clase que estaba interpretado por la cantante panameña Lorna, sin apellidos, como Karina, que fue contratada en Bilbao para actuar en sus fiestas de la Aste Nagusia, su semana grande, para sustituir a Don Omar, que fue el primer reguetonero anunciado pero que finalmente no pudo acudir.
Lo normal, y más poniendo las pelas el Ayuntamiento, sería promocionar el concierto, pero el equipo de Lorna no está por la labor especialmente; solo conceden una entrevista y por radio, en la que el locutor le pregunta a la cantante por los rumores de su muerte. Ella se justificó diciendo que en Gales murió una chica llamada así, que todos pensaron que era ella quien había muerto, y que hasta su madre pasó un mal rato para nada. Pobre señora.
Llegó el día de la actuación, y presentada como Lorna, salió al escenario una chica enfundada en gafas de sol y con un gorro que cantó las canciones que habría cantado Lorna. Solo que había un problema: esa no era Lorna la que lo petó con ‘Papi Chulo’, sino otra cantante que legalmente podía llevar el nombre de Lorna.
Durante el concierto nadie se coscó, conste: se ve que nadie tenía muy claro cómo era Lorna ni nada parecido. Fue después, con las fotos del evento, cuando se dieron cuenta que esa chica no era Lorna Aponte, la genuina, sino una vocalista que actuaba como Lorna, porque Lorna es una marca, casi un personaje, como Duffman, que puede ser interpretado por distintos artistas de manera legal.
La empresa de representación (que al parecer sí la vendieron como Lorna Aponte) se justificó explicando, como recogen en GSM, que «Somos los representantes exclusivos de la Marca Lorna y de Lorna Aponte que, por motivos de salud, lleva sin actuar cerca de un año. Como propietarios de la marca, hemos sacado al mercado otra chica con el mismo nombre. Estamos en nuestro derecho de presentarla como Lorna».
Un caso que recuerda un poco a King África, como ya explicamos hace un añito: que King es un personaje de una productora, y que primero lo interpretó Martín Laacré, y que después fue encarnado por Alan Duffy, el rollizo cantante de la Bomba que todos conocemos.
Por cierto, la primigenia Lorna, la Aponte, sigue en activo y este año ha hecho una colaboración con Kiko Rivera que seguro que la lleva a lo más alto.
ACTUALIZACIÓN:
A través de Twitter, el periodista Ibai Sánchez ha aclarado unos puntos sobre este caso de «la otra Lorna»
Hay mucha mentira en este articulo. Alguno nos dimos cuenta en el minuto 1 y ese día la autentica estaba de gira en Haiti.
— Ibai Sánchez (@IbaiSnchez) 19 de julio de 2017
Y no chulearon a nadie. Ese concierto nunca se pagó y suspendieron las otras 10 fechas con ella (Veronica)
— Ibai Sánchez (@IbaiSnchez) 19 de julio de 2017
Que no es marca. Que Lorna es una… el resto son farsantesssss
— Ibai Sánchez (@IbaiSnchez) 19 de julio de 2017
Lo conté yo en el programa de fiestas de Bilbao. Saqué las diferentes pruebas que tenía (la falsa lorna me firmó hasta un single)
— Ibai Sánchez (@IbaiSnchez) 19 de julio de 2017