Consejos para ser guionista del «Un, Dos, Tres»

Por JoniPod

Nuestra querida y admirada Mayra Gómez Kemp está de actualidad por la recaida de su enfermedad tal y como te hemos ido contando en el blog semanas atrás. Hablar de Mayra, es recordar el «Un, Dos, Tres», y este fin de semana recordando el que es nuestro programa de cabecera nos venían a la cabeza momentazos idénticos. Porque los que seáis seguidores, fans del programa que dirigía Chicho Ibañez Serrador, sabéis que en más de 25 años de programa se repetían cantidad de números musicales, regalos, y momentos del guión. Por si algún día, alguna cadena decide resucitar el formato y alguno de vosotros aspira a ser guionista del mismo, os dejamos algunas claves que debéis tener en cuenta

No saber de qué va el programa de la semana. El «Un, Dos, Tres» era temático, cada semana cambiaban el decorado, el hilo conductor y por supuesto el traje de las azafatas. Con todo y sabiendo que Mayra tenía que ensayarse el guión días antes, era super habitual que arrancara el programa y se repitiera la secuencia. Mayra baja la escalera, saludaba a gente random del público, se paraba mirando a cámara y entraban 2 azafatas a flanquear a la presentadora. En ese momento las chicas ya podían aparecer vestidas de diosas griegas, de falleras, de vedettes, de trogloditas que Mayra siempre ponía cara de sorprendida y decía: «Oh, cielos, ¿por qué vais hoy vestidas con calentadores?» y cosas así… hasta que finalmente Mayra desvelaba como el que cae de repente: «Ahh, el programa hoy está dedicado a los gimnasios».

Por ejemplo, remontémonos a los tiempos de Botilde, se les ocurrió dedicarle un programa a «Pénagos». No voy a quedar de culto y voy a reconocer que yo tampoco sabía quién era, pues entran las azafatas y Mayra les pregunta que si el programa está dedicado a los años 30, para 40 segundos más tardes contar ella por qué es un homenaje a este desaparecido artista.

Da igual lo que digan los humoristas, lo tendrás fácil para darles pie. Tanto en la época de Mayra como en la de Jordi y Miriam, aparecian Arévalo, Raúl Sender o Antonio Ozores para contar batallitas e historias que intercalaban con chistes. Si te toca ser el conductor del «Un, Dos, Tres» no te preocupes, a ti solo te tocará preguntar siempre «¿Y usted que hizo?», «¿Y qué pasó?», «Entonces apareció menganito…» y te ríes exageradamente aunque te hayas leído el chiste 46 veces y sea la toma 8 o tenga menos gracia que un informativo de TeleMadrid.  Podemos ver a Jordi en el siguiente vídeo interactuando con Manolo Royo, que acabó de despuntar en esa temporada 1991 del «Un, Dos, Tres»

Hurga en la herida. Si al final de la subasta los concursantes se han llevado un premio malo recurre a la teoría del «te lo dije». Recordemos, cuando ganaban una ordeñadora automática, una parcelita en un cementerio o  un curso de paracaidismo, Mayra siempre decia: «Conste que os ofrecí hasta 400.000 pesetas». Solo le faltaba apostillar: «Os lo tenéis merecido por tontos y avariciosos, yo venga a sacar dinero y nada». No olvides añadir un «a veces se gana, a veces se pierde» con cara de circunstancia y te despides. Aquí está Mayra con un peinado a lo Ana Torroja buscando a Venus, que tiene que contarles a los concursantes que se lo juegan a cara o cruz porque en su regalo está el boom o el crack y ella les ofrece dinero, peeeero… Especial atención al final del video a la cara de los Sufridores

No importa la temática del programa, recicla preguntas para la primera ronda. Como sabéis, la primera parte era aquella en la que las tres parejas trataban de multiplicar, primero por 25pts, luego por el importe que determinaba una máquina. Con el paso de los años, en las distintas temporadas se repetían algunas preguntas muy tipicas. Que el programa estaba dedicado al «Mundo del disco», no importa, tú preparas en tu guión algo del tipo. «Las radios están copadas de éxitos que luego se reflejan en las listas de éxitos de vinilos, pero no vamos a hablar de discos, sino de toros, así que por 125 pesetas, suertes del toreo…» o que el programa está dedicado al Terror: «como habrán comprobado hoy nuestras chicas dan mucho miedo, pero bueno, queremos que nos digan capitales europeas que contengan la letra E».

Por el contrario, las azafatas encargadas de presentar a las tres parejas tendrán que buscar alguna gracieta que enganche el tema con la introducción de la pareja. Si está dedicado a la fotografía, algo de tipo «nuestra pareja será la revelación, o se han marcado un objetivo». O si es el terror, comprúebalo tú misma querida lectora…

Recuerda a las azafatas que no se les suba a la cabeza la fama. Cuando descubras que en el programa tienes un nivel de rotación más alto que un callcenter porque a las secretarias del programa se las llevan para hacer cine, televisión… tienes que tener un mensaje listo cargado de conciencia aunque sepas que a más de una le va a dar igual. Como por ejemplo Victoria Abril, que por una extraña razón suele renegar o al menos no mencionar en su curriculum su paso en el 123. Pon cara de  presentadora emocionada y dile a la que abandona el barco: «Cuando estés subida a otro escenario, recibiendo premios y halagos, nunca olvides, que el primer aplauso te lo dieron aquí, tus compañeros del 123»… Y así, con todas. Pero cuando se acababa cada temporada, eran las propias chicas las que lanzaban un mensaje a la audiencia, mensaje que puedes clonar una y otra vez…

No olvides darle protagonismo a la España de provincias. Por un lado, el presentador no debe dejar de ser agradecido y mostrarse encantado con cualquier regalo que hayan traido los concursantes al plató. Entre los grandes clásicos nos encontramos los platós con motivos artesanales, libros de fotografías del pueblo, placas nombrando hijo predilecto a Chicho, botijos, miguelitos y bollos varios. Siempre nos quedará la duda de saber qué hacían con todas esas cosas. Jordi o Mayra llamaban a una de las azafatas para que se llevaran el «presente» y siempre comentaban que lo compartirían con el equipo. ¿Tendrían una sala-museo?

Por otro lado los pueblos de España estaban representados en los Sufridores en plató. Por una extraña razón, el 80% de las parejas que acudían a la jaula por haber mandado etiquetas de Okey, a lavar con Ariel, o cocinar con Gabllina Blanca eran siempre amas de casa, agricultores, obreros o panaderos de pequeños pueblos de España. Mítico aquel programa dedicado al Antiguo Testamento en 1987 en el que ganaban una ordeñadora automática y mientras los concursantes ponían cara de pena, los Sufridores entraban a plató emocionados porque eran ganaderos y les iba a venir genial.

Te hemos dado ingredientes de sobra para que a la hora de preparar el guión del «Un, Dos, Tres» se asemeje mucho a la versión original de Chicho. Eso sí, estando en tiempos de crisis no sabemos como harás para conseguir los premios, porque el concurso no es nada sin un colofón final cargado de regalos. El apartamento en Torrevieja, el coche o el cheque con millones de peseta eran tan clásicos como la Ruperta. En pleno drama económico vemos dificil que volvieran a entregar premios como el mejor de la historia del programa que se dio en 1992. Comprobadlo…

Nos vemos mañana en el inTerelu.