Cuentos que, aunque no lo parezcan, son infantiles

Plagiando de manera descarada a Misternny en su siempre recomendable blog Teenage Thunder, hace ya casi tres años que por aquí escribí un post llamado Pósters de películas engañosos. La premisa era sencilla: inventar a través del póster de una película la sinopsis de la misma y luego compararla con la realidad.

Hoy proponemos algo parecido con cuentos infantiles, pero analizando su título y dejando volar la imaginación.

Cuento: Un culete independiente, de José Luis Cortés.

El título promete una historia… de un chico homosexual que disfruta mucho cuando le practican el sexo anal. Pero su culo toma vida propia y comienza a fornicar a troche y moche sin que su dueño pueda hacer nada más que resignarse y morder almohada.

Pero de lo que realmente va… es de un niño que es más malo que Isabel Gemio. Y su madre tiene la mano muy larga y cada vez que se porta mal le pega en el culo, hasta que un día el culo se rebela y se va, dejando al crío compuesto y sin posaderas en las que sentarse. Editado en la colección blanca de El Barco de Vapor, puedes leerlo por aquí. Es muy cortitito y aberrante, con el culo hablándole al niño y todo.

Cuento: Hay un oso en el cuarto oscuro, de Helen Cooper.

El título promete una historia… de un chico peludito y entrado en carnes al que le gusta el sexo más que una difamación a los tertulianos de Sálvame. Su perdición son las discotecas de homosexuales, en las que prácticamente vive todo el día. El habitáculo de la disco conocido como cuarto oscuro, donde señores practican sexo sin compromiso con otros señores, sería el narrador de esta aventura. Al final del todo, el protagonista conocería al hombre de su vida en el citado cuarto oscuro y se acabará yendo a vivir con él y comprándose un gato. Cada año, por su aniversario, volverían al cuarto oscuro para recordar cómo surgió el amor entre ellos.

Pero de lo que realmente va… Guillermo es un niño que cree haber visto un oso en su casa, detrás de una puerta que da a un cuarto oscuro. Como tiene miedo que el úrsido le coma, él le alimenta todos los días con sobras de comida. Un día, su madre se percata de un olor pestilente y limpia la habitación, en la que no hay ningún oso y sí una vieja alfombra peluda.

Cuento: La conejita juguetona. Editorial Casals.

El título promete una historia… de una universitaria que posa para Playboy. Desde entonces, deja atrás la chica humilde y puebledina que había dentro de ella y se convierte en una devoradora de hombres insaciable que acaba forrándose como ama en jueguecitos sexuales sadomasoquitas. Poco a poco, acaba montando su propia cadena de mazmorras y presentando un programa de televisión sobre sumisión.

 Pero de lo que realmente va… Ni siquiera tiene trama. Es una carpeta de ejercicios para niños de un añito en la guardería (aunque también hay libro). El contenido de la carpeta es: Bloques de descubrimientos, Estaciones, fiestas y canciones, ¡Mira conejita!, Pautas de actuación conjunta, Desplegables, CD y Adhesivos. Ahí es nada.

Cuento: El gran libro de la caca, de Guido Van Genechten.

El título promete una historia… Que narra la historia de las heces, su influencia en el arte y/o grandes defecadores de la historia. Además habría un apartado de curiosidades sobre los excrementos: cual es el color más común, cuánto pesa un zurullo como media o cuál es el el fósil de caca más antiguo que se conserva en el British Museum.

Pero de lo que realmente va… La trama es tan fuerte que copio la sinopsis que viene en la web de La Casa del libro: «Cada año el rey Pedorro I pide al Ministro de pedos y cacas que organice el Gran concurso de la caca. ¿Qué nombre grabará este año el lacayo real en la piedra en homenaje a los ganadores del Gran concurso de la caca?». Lo más fascinante es que está distribuida por la editorial SM, conocida por su ideología católica.