De cuando Paco sacó su disco Arrojo Vivo en 1993

Por Mike Medianoche

Mañana acaba el programa La Voz, y sin duda uno de los participantes más SEC que ha tenido el espacio ha sido Paco Arrojo, uno de sus semifinalistas y miembro del equipo de Bisbal, con quien colaborará en el último concierto de su gira acústica a modo de guest star. Y es que el currículum de Paco es fascinante, ya que participó en Gente de Primera (el talent cuya primera edición ganó Yanira Figueroa), ha sido corista de Marta Sánchez, intentó representar a España en Eurovision en 2007 en solitario y también a dúo con Rebeca, fue estrella veraniega de Telecinco con el programa Toma Nota a finales de los noventa e incluso fue cover de Raphael en el musical  de Jeckill y Hyde.

Pero hoy queremos conocer al Paco de 1993, aquel chaval de veinte añitos que sacaba al mercado su primer disco Arrojo Vivo, en un alarde de atrevimiento lingüístico. Pongamos pues nuestra máquina del tiempo y viajemos a aquel año en el que Patricia Pérez se hacía famosa por decir «tira dados» en El Gran Juego de la Oca mientras que Eva Santamaría le cantaba a toda Europa que «todos los hombres son tan egoístas que han confundido machos con machistas».

El álbum Arrojo Vivo, de diez canciones, está directamente relacionado tanto con Hombres G como con David el Gnomo, aunque pueda sonar a coña. Pero nada más lejos que la Coruña. Si echamos un vistazo a los créditos, podremos ver que en él trabajaron Javier Losada e Hilario Camacho, los compositores de la sintonía de apertura y despedida de David el gnomo respectivamente. Así, Hilario Camacho fue el autor de la primera canción del disco, Noche tras noche, y Javier Losada fue el arreglista de ese mismo tema así como de la canción El Laberinto. Noche tras noche se nos presenta como una canción movidita pero en conjunto nos parece más una oda a la música midi que al pop.

Por otro lado, como decíamos, el disco también tiene mucho de Hombres G. Y es que ni más ni menos que David Summers y Dani Mezquita, cantante y guitarrista del grupo ochentero respectivamente, fueron los autores de los temas Debe ser amor y Tú, también incluidos en el álbum. De hecho, éste último hit se presentó como single, ya que en Todocolección está a la venta un disco promocional de este tema y el lote incluye además la nota que Salamandra Records mandaba a los medios, en la que se podía leer lo siguiente.

«Tú es una canción íntima, con ángel, y en la cual Arrojo con su interpretación consigue llegar a los corazones de todos los públicos. Escúchala, déjate conquistar y estamos seguros de con tu apoyo también conquistará a tu audiencia».

Por si a alguien le han dado las ganas de comprar este promocional, puede conseguir esta reliquia por dieciocho eurillos de nada. Un chollo, teniendo en cuenta que antes valía la friolera de sesenta, según se puede ver aquí.

El disco lo rematan los temas Entre Sombras, Fuego contra Fuego, Sólo mía, Un día más, Oye tu corazón y Te quiero, donde las baladas, los medios tiempos y la música R&B low cost conviven juntas como hermanas. Aunque a grandes rasgos, podríamos decir que tiene un sonido muy homogéneo, en concreto, el sonido midi.

Extramusicalmente, debemos hacer un pequeño análisis de la imagen de Paco en el disco y también a su diseño. Aunque parezca sorprendente, Paco luce en él dos cejas a lo Madonna en el videoclip de Like a Prayer así como una frondosa y ya desaparecida cabellera que no intentaba esconder en gorras tal como hace ahora. En la portada Paco luce una camisa negra con dos tiras de color dorado que son muy fuertes, siendo posiblemente un adelantado en la moda por calificarlo de algún modo, mientras que en la contraportada lucía un jersey negro con una chaqueta muy de señora que.

En lo referido al diseño del libreto, cabe destacar la tipografía de fuego para titular tanto el nombre del trabajo así como todas las canciones de la contraportada. Sin duda, esto se debe al juego de palabras que Paco realizó con el título, Arrojo Vivo, por lo que podría decirse que las letras están «al rojo vivo». Festival del humor. Chistes aparte, la tipografía es horrible y cuesta horrores leer los títulos de la parte de atrás del disco;  menos mal que en la parte de atrás del libreto venían escritos los títulos con letras normales, corrientes y legibles. Hablando del libreto, hay que destacar que su diseño es, por decirlo de algún modo, minimalista. Y es que no viene absolutamente nada en él, ni letra de canciones, ni agradecimientos, ni nada de nada. Todo blanco y diáfano.

Desconocemos la cantidad de discos que vendió Paco, así como el público que acudió a verle en su gira por Ávila y parte de Logroño, pero sospechamos que no debió triunfar demasiado. La prueba fehaciente es que al año siguiente, 1994, Paco intentó buscar de nuevo fortuna musical participando en el Festival de Benidorm con el tema La voz de África, que no venía incluida en este trabajo y con el que cerramos este post.

Y dado que hemos hablado hoy de David el Gnomo, qué mejor forma de acabar este post que diciendo ¡Slitzweitz!