Españoles, «El Diario» ha muerto…

Por JoniPod

Esta semana nos enterábamos de la decisión de Antena 3 de suspender la emisión de «El Diario», el formato que nos ha venido acompañando en las tardes de la cadena durante la última década. El éxito de audiencia de «Ahora caigo» (estamos viviendo un nuevo boom de los concursos) ha hecho que la cadena de descanso al formato, un programa caro de producir por lo que por el momento ni siquiera había un hueco en los otros canales de Antena 3. Los programas de zappings, YouTube y los Sufridores en Casa estamos un poco más tristes, con la desaparición del Diario se nos van esos grandes momentazos que solía dejarnos el programa. Lo menos que podíamos hacer era dedicarle un post al programa…

Porque los guionistas cada día se inventaban un nombre diferente, con cosas como: «Me has defraudado y hoy quiero que todo el mundo se entere», «Estoy dispuesta a salir adelante», «Quiero que me devuelvas mi dinero», «No soporto a mis vecinos»… pero fuera cual fuera el título al final los testimonios eran más o menos los mismos y podríamos resumirlos en los siguientes grupos.

«Gays que salen del armario»

En un primer momento puedes pensar que se trata de una «labor social» del programa para ayudar a la normalización del colectivo gay, pero nada más lejos de La Coruña. Independientemente del debate que se plantea, porque chico, una cosa es que no lo sepa nadie y otra que vayas a la tele a que se entere todo tu pueblo, que digo tu pueblo, toda España… igual un término medio, vete a la tele autonómica, a la local o sienta a tu familia en el sofá. El caso es que el prototipo de gay que llevaban al prograa era coincidente: chico adolescente de algún pueblecito extremeño o andaluz, que se pone sus mejores galas de la tienda de moda del pueblo (solía ser un pantalón de campana, pelo pincho teñido de rubio, algún piercing…) y llevaba a su pobre madre al programa. Claro que si tienes un hijo gay (aunque aún hay madres que se lo niegan) y te llevan a la tele, chica, un poco de olfato deberías tener…

En la variante del hijo gay, están aquellos que acudían para contar que eran drag queen, y de paso oye, ir a la tele a promocionarte, porque en «El Diario» si te llevan, te hacen salir caracterizada como la Reina del Carnaval de Las Palmas, salir y matar a tu madre de un infarto al darle la noticia de golpe. Las reacciones, para todos los gustos, desde el «pero si ya lo sabía maricón», al «mira, no me lo podías haber contado con un café», pasando por el «ay, qué vergüenza, ahora como bajo yo mañana al mercado». Destacar que también pasó por el programa «La Prohibida», a quien ya hemos entrevistado en SEC. Y por supuesto, aquí no podía faltar el video de la transexual que… mejor lo ves….

«¿Patricia, puedo bailar?»

Esta frase que la usa mucho mi compañero Mike, junto con el «Patricia, yo no he venido a hablar e esto». Al hilo de lo que comentaba de las Drag Queen, todavía no existía «Hombres, Mujeres y Viceversa» y muchos jóvenes llamaban al programa para intentar saltar a la fama enseñando sus habilidades. Desde aquellos que se presumían guapos y quería encontrar novio/a, enseñar el torso como «chuloplaya», demostrar que eran grandes gogos en las discotecas de los mejores polígonos industriales, cantar en plan declaración de amor… ¿Os acordáis del cantante Heavy?

«Ciberrelaciones»

El boom de internet, en la década pasada, con los chats, IRCs y luego con el tema de los móviles ha sido carne de «Diario de». Todos conocemos el caso de algún amigo que ha conocido a su ligue/pareja por la red, y tú piensas que lo más normal es que quedar a tomar un café, o en una ciudad un fin de semana si viven en sitios diferentes, pero no… muchos optaban por ir a la tele con la consiguiente malababa de los redactores del programa. Porque casualmente el 95% de las historias de ciberparejas que acudían al Diario llevaban «sorpresita», porque, o la foto que les habían mandado no coincidía con la realidad, resulta que el cibernovio mentía y tenía otra pareja (o muchas) , o que la otra parte no sentía lo mismo… total, que el invitado se volvía a casa más avergonzado que Verónica de OT cantando a capella, y más soltero que Lina Morgan. Afortunadamente, nos quedaba ese 5% de casos felices, como el de estos tortolitos…

«Pruebas de ADN»

Ya en los últimos años se puso de moda, con programas especiales, lo de ir al «Diario» a que te pagaran una prueba de ADN para encontrar a tu madre en plan Marco o para acallar los rumores del pueblo que dicen que tu madre se acostó con el del butano y a tu padre le han hecho creer que no eres su hijo…

Por el pinganillo me comentan, que muchas veces los redactores tenían que «salir» a buscar casos llamando a los pueblos perdidos de España y preguntando si en su familia había algo que arreglar, algún caso extraño, etc…Total que los del programa te hacían las pruebas y te tenían esperando varios días hasta que al final la presentadora se ponía en modo Mayra Gómez Kemp leyendo la última tarjetita de la subasta (solo que esta vez no ofrecía dinero por no leer la tarjeta) y decir… ¡NO es tu padre!

«Sorpresa, sorpresa»

Además de este tipo de temas, el programa tenía su variante con algo muy recurrente en los programas para despertar la lagrimilla del espectador y de los invitados (salvo que fueras Isabel Gemio que es capaz de hacerte llorar a moco entrando a fondo en tus miserias). Familiares traidos desde el otro lado del charco, encontrar a nietos desaparecidos, peticiones de matrimonio, recogida de dinero o búsqueda de trabajo para familias desfavorecidas o niños enfermos… O famosos que acudían a dar sorpesas, como Jose Galisteo, a una pareja gay, que él respeta mucho a los gays… Por cierto, atención a uno de los sorprendidos, es el mismo que luego destaparía el caso grabaciones de la Esteban en Telecinco…

«Presentadores mil»

Otro aspecto muy SEC de «El Diario» es la cantera de presentadoras con el síndrome Alicia Senovilla, chicas segundonas que sustituían a la titular: Patricia Gaztañaga. Otros rostros que pasaron por el programa fueron Silvia Ruiz, Yolanda Vázquez, Mónica Martinez, o JuanyMedio (si eres capaz de reconocer a los 4, te damos un nicolasillo). Sin embargo, a pesar de los 10 años y de todos los rostros que han conducido el formato, siempre será «El Diario de Patricia», y Sandra Daviú, la última presentadora titular (que por cierto a mi me ha caido muy bien siempre) ha tenido que sufrir hasta el final de los días que la llamaran Patricia.

Antena 3 explotó el formato, además de hacerlo diario, con especiales nocturnos por probar su eficacia en audiencia, estirar con «fueras de cámara» para Nova/Neox… A pesar de que en sus últimas temporadas el share había caido, ha tenido que ser un concurso el que ha acabado con más de 10 años de testimonios. Casos sobre los que siempre ha pululado la sombra de ser falsos, de haber contratado a actores… pero que al final siempre enganchaban a la pantalla aunque fuera para tomártelo con humor de lo surrealista que era en algunos casos, hasta rozando la crueldad. Me dejo muchos videos por el camino que podrían ser momentazos del programa, pero quiero cerrar con uno que a mi me llamó mucho la atención. Porque, querida lectora, para tener amigos así, mejor quédate sola en la vida… ¿o no?

«Gran labor social»

Desde aquí nuestro más sentido pésame a los adolescentes de provincia que se quedan sin el sueño de ir a la tele, aunque sea como el «último caso», que siempre era una sorpresa bonita, positiva. Esos últimos invitados solo buscaban el ir a la tele, aunque fuera Vane diciéndole a Jenny que la quiere mucho y que gracias por haberla apoyado con la decisión de dejar el insti. Casualmente nunca había tiempo, y cortaban a los 3 minutos. Algo así como ese último invitado que va a Sálvame, a DEC o a Enemigos Íntimos, de relleno, al que solo le dan 10 minutos. En tiempos de Salsa Rosa siempre era algún famoso retirado tipo Mayra, Las Hurtado o Paquita Rico a los que llevaban a contar viejas anécdotas de la tele. Siempre les quedará ser tronistas.

Quizá Patricia Gaztañaga sea algún día la invitada dentro de 20 años cuando le toque contar lo famosa que era con su «Diario», porque, además de compartir incontinencias con Concha Velasco, no hemos vuelto a conocer un éxito televisivo suyo. Le deseamos todo lo mejor a ella y a Sandra Daviú. Un minuto de silencio por el Diario…