Raro es que un cantante de éxito alguna vez no publique un dueto con algún otro colega de profesión. Alaska, por ejemplo, ha hecho colaboraciones con artistas variopintos con más o menos éxitos, desde Sara Montiel con ‘Absolutamente’ hasta aquella cover de Baccara que publicó con Raphael, pasando por Camela o Los Chunguitos.
A veces, hay duetos que los oyes por primera vez y te gustan, y se te meten en la cabeza y los tarareas un tiempo. Pero como tú le pasa a tu compañera de trabajo, a tu vecina rolliza que tiene siete perros y siempre huele a rancio o al señor que te despacha botones en la corsetería, y al final se acaba convirtiendo en un éxito tal que acabas odiando la cancioncita de marras. Recordemos algunos de los casos.
Carlos Baute con Marta Sánchez – Colgado en tus manos
El tema por el que Marta Sánchez cobró un plato de lentejas pegó fuerte hace unos cuantos veranos, y todos enviamos canciones de 4.40 en esta canción de una relación a distancia. Luego acabó convirtiéndose en canción de los anuncios de El Corte Inglés y todos acabamos vomitando poemas escritos de tu puño y letra y fotos del viaje por Venezuela. Un drama.
Shakira y Alejandro Sanz – La tortura
Inicialmente la mezcla parecía buena: la de Barranquilla y el gaditano más madrileño (o al revés) uniendo sus voces en una canción bailonga para el verano. Un tema de los que suenan ahora en un bar y pones cara de «pfff, qué cosa más antigua», ya que en la radio lo pinchaban, en el gimnasio lo pinchaban y hasta había yonkis que pinchaban ‘La tortura’ en vez de picos de heroína. Mi parte favorita es cuando Alejandro Sanz dice «ay, amor, me duele tanto» porque me imagino a Shakira sodomizándolo y él pidiendo clemencia.
José el Francés y Niña Pastori – Ya no quiero tu querer
Cuando servidor estudiaba la ESO un día una amiga me recomendó el disco de José el Francés, y me prestaron una copia de seguridad del CD, guiño, guiño. Mi favorita del álbum era la última, una cover del tema ‘On va s’aimer’ de Gilbert Montagné, aunque la que llegó lejos fue esa que decía «fuera de mí, ya no quiero tu querer» a dúo con Niña Pastori. La canción se convirtió en un pelotazo: salía en los resúmenes de ‘Gran Hermano’, José el Francés la cantaba él solito en galas tipo Miss España y hasta hicieron una remezcla chunda chunda para el verano. Y por sobredosis, esa canción de desamor tan fresquita acabó repitiéndose más que el gazpacho de tu suegra.
Navajita Plateá y Alba Molina – Noches de Bohemia
Siempre he estado muy en contra de que un artista o grupo publique un disco, y que al tiempo saque una reedición con alguna canción más. De Navajita Plateá me pedí el disco ‘Desde mi azotea’ por Navidades y una de sus canciones más épicas era ‘Noches de bohemia’, un poco en la línea de su anterior éxito ‘Frío sin ti’. La canción molaba, y por ello en la discográfica decidieron relanzarla invitando a Alba Molina a cantarla a pachas y lo publicaron en una reedición que ya no me compré, claro. La canción funcionó en las mejores radiofórmulas, y acabó de consagrarse con la versión de Manu Tenorio y Nuria Fergó en ‘Operación Triunfo’. Como curiosidad, si jugáis al Singstar Pop y elegís este tema veréis el videoclip con Alba Molina pero sonará el original, cantado solo por el Pelé.
Diego Martín y Raquel del Rosario – Déjame verte
Llegamos al final del post con tres canciones lentas, desgarradoras y por tanto un poco hartibles. La primera de ellas ‘Déjame verte’, con murciano Diego Martín -al que muchos le asignamos el apodo de «ese que canta como Alejandro Sanz»– que primero lanzó él solo y que luego, cual Navajita Plateá se incluyó en forma de dueto junto a Raquel del Rosario en una reedición de su disco ‘Vivir no es solo respirar’. Hablamos del año 2006, cuando los eurofans aún no odiaban a Raquel del Rosario y sus carencias al cantar en directo no eran tan conocidas por el gran público. ¿A que tú también has cantado eso de que te quiten la venda, cual gallinita ciega?
Antonio Orozco y Malú – Devuélveme la vida
Otra oda al desamor que cuenta cómo uno va y le quita la vida a su expareja, y claro, al quitarle la vida la otra persona no puede vivir y le pide que se la devuelva, porque dime tú cómo va a vivir si no. Una canción sobre necesidades básicas. Los dos futuros coaches de la voz agitaban sus gargantas pidiendo perdón por no haber escuchado tus ruegos y otras muchas cosas, y cometiendo alguna patadilla al diccionario a lo Mecano con frases como «te pido perdón a sabiendas que no los concedas».
Álex Ubago y Amaia Montero – Sin miedo a nada
Y como guinda del pastel nos vamos al País Vasco para recordar la canción que más cortes de venas en vertical para acabar antes de la historia, esa que tu prima llama «me muero por conocerte» pero que en realidad se titula ‘Sin miedo a nada’. Aquí, el pizpireto Álex Ubago une su voz a Amaia Montero, la cantante que sorteó un follow en Twitter, Una canción con la que tienes que pincharte más insulina que Belén Esteban tras ir a Haggen Dazs y que fue catalogada como «una de las mejores canciones de amor de la historia» por el selecto colectivo que forman los oyentes de los 40 principales según chiva Wikipedia.
¿Qué temas añadirías a esta lista?
Que gran post niño! las risas que me echado, y como bien dices, que hartibles son. Tengo varios discos en MP3 en el coche, de distintos años, recopilando lo que mas sonaba o gustaba en ese momento. Muchas de estas canciones están incluidas, y cuando saltan, hago un NEXT en toda regla.
¿Bisbal y Chenoa con «Escondidos»?