Actualmente la mayoría de los programas fuertes de la televisión se emiten a las 22,45, actual prime time, y que antaño era una hora muy tarde. Justamente en esa franja es cuando un martes de enero de 1996 Telecinco comenzó a emitir ‘El club de los listillos’, un concurso muy peculiar y diferente a lo que se vio antes y después en televisión. Un formato original de verdad, no como ‘The Wall’, que es un concurso de preguntas y respuestas al uso, o ‘Tu cara no me suena todavía’, que era ‘Lluvia de estrellas’ con clonador en vez de con puerta llena de humo.
‘El club de los listillos’ estaba presentado por Patxi Alonso en su debut en una cadena nacional, y en él diez concursantes competían por ver quién era el más listo de todos, claro, pero no con preguntas de cultura general ni nada parecido, sino empleando sus dotes detectivescas a lo Jessica Fletcher. Aquí se puede ver una de sus primeras promociones.
Las pruebas principales del programa consistían en ver un pequeño cortometraje de unos cinco minutos al que le faltaba el final, y el concursante debía acertar el desenlace, por intuición y por las pequeñas pistas que se ofrecían durante el desarrollo del mismo. En Youtube he encontrado este caso, que recuerdo perfectamente. En él se veía a un joyero trabajando, grabando un nombre en unas alianzas o algo así, cuando dos malhechores entran y lo amenazan tal que así.
Al joyero le proponen dispararse o morir asfixiado y elige lo primero. Los asesinos le quitan la esposa y lo dejan para que parezca todo un suicidio, pero la policía los detiene. ¿Cómo lo descubrieron? Porque el joyero grabó el nombre del asesino en la culata de la pistola.
Además de darle oportunidad a los participantes de ganar dinero, el programa vendió la moto de que gracias a él jóvenes realizadores podrían desarrollar los cortos que se emitían. Piezas en las que trabajaban grandes figuras nacionales de la interpretación como Luis Barbero, María Isbert o Gracita Morales, que legó para este programa su última aparición como actriz. Eso sí, de quién dirigía dichos cortos no había rastro durante la emisión del programa, si eso, igual podías buscar los nombres en los créditos finales. Como anécdota, la silla de los concursantes que fallaban se sumergí debajo del atril tras el que respondían de manera paulatina, a modo de precuela de ‘Ahora caigo’.
En ‘El club de los listillos’ Patxi Alonso no tenía una azafata hermosa y poco vestida, pero sí tenía un mayordomo llamado George, interpretado por Ferrán Botifoll. Un personaje de educación británica que narraba pequeños casos a los concursantes para que lo resolviesen, tipo “el señor dejó su botella de whisky en el mueble bar, y cuando regresó descubrió que habían dado un sorbo y la habían rellenado de agua. ¿Cómo lo descubrió?”. Respuesta: metiendo la botella en el congelador, el agua se congelaba y el alcohol no.
Éxito, lo que se dice éxito, el programa no tuvo. Del martes noche pasó a los domingos por la tarde, y en un par de meses estaba finiquitado. Una pena, porque a mí me gusta.