Por Mike Medianoche
Amiga lectora, de sobra sabes que este año ha hecho un cuarto de siglo desde que el toro Avispao mató a Francisco Rivera Paquirri en la plaza de Pozoblanco.
Nosotros dejamos de lado la polémica de si el amor de la vida del diestro fue Isabel, Lolita, Bárbara, Carmina o el padre de ésta –como se llegó a insinuar en TeleCirco, recogiendo viejas rumorologías–. Tampoco vamos a reponer el vídeo de la cogida, aunque ello nos garantizase que la mismísima ex-suegra de Techi nos llamase en directo para decir que está hasta la bata de cola de que todos los años se pongan estas imágenes y que está cansada de la familia Rivera.
En estos días de miniseries y programas especiales, Sufridores en Casa se vuelve rollo Hormigas Blancas y te invita a recordar cómo recogió la tragedia la revista Diez Minutos, en sus principales titulares y pies de página. Si quieres saber cómo fueron esos días en los que la historia del Coure patrio vivió un antes y un después, quédate con nosotros.
La muerte del torero.
No hubo fotógrafos que retratasen el momento de la cogida, por lo que en la revista se utilizó las imágenes de televisión, que salen con sus correspondientes 625 líneas que forman la imagen televisiva –(lo que uno aprende en cuatro años de carrera, oiga!) –.
En la página central de la revista ofrecen un miniposter a tamaño de doble página con la cara del ex de Bárbara Rey tras el momento de la cornada. Manuel Benítez El Cordobés fue de los primeros en llegar al hospital militar de Córdoba donde fue trasladado Paquirri. La herida mortal, según recogía el diezmi, fue «una cornada que le provocó un desgarro en el muslo interior derecho, destrozando la arteria femoral, la vena iliaca y la vena safena”. Dicho así queda muy académico, por lo que puedes soltarlo ante tus amigas en la próxima reunión de TupperWare, para demostrar que tú también tienes conocimientos en medicina, más allá del programa de Chumari Alfaro.
El entierro
Al entierro de Paquirri fueron, entre otros, Carmen Romero, actualmente separada de Felipe González, junto a Rocío Jurado; Juanita Reina junto a su marido Caracolillo; y Rafael Palomo Linares junto a Marina Danko, la señora esa que anuncia joyas en la teletienda. Isabel Pantoja se derrumbó por “el dolor, la vigilia y el cansancio” y fue abanicada por su hermano Agustín. La hermana de Paquirri iba agarrada de doña Ana, la madre de la Pantoja.
Daños colaterales
Carmen Ordoñez, casada con Julián Contreras, recibió la noticia de los propios periodistas, si bien sus amigas Mila Santana o Lolita le habían dejado notas en el hotel donde se hospedaba. Según recogía el artículo, la conocida familiarmente como Carmuca le dijo a sus hijos “Papá se ha ido al cielo vestido de torero. Está con Amor (la abuela) y no le veremos más”. Y Francisco preguntó a su madre “Y ahora ¿quién me va a apoderar?”.
Muestras de condolencia públicas
Bertín Osborne escribió una carta al ABC recordando la figura de su amigo torero, con una poesía con rimas tal que “Se ha ido su risa blanca / sus andares de campero, / se ha ido con su muleta,/ y con su estoque hasta el cielo”. Sus Majestades Don Juan Carlos y Doña Sofía, y el entonces presidente del gobierno, Felipe González, mandaron sendos telegramas de pésame y condolencias a la que desde entonces recibiría el título de Viuda de España. Lola Flores lloró en Barcelona la muerte de Paquirri, diciendo que lo quería mucho, y que “pobre Isabel”. Lolita dijo en un comunicado a través de su agente, Tony Caravaca (el futuro mánager de Folklóricas Arrepentidas), que no podía hablar porque estaba pasándolo muy mal, y que estaba hundida.
Precuelas
Aprovechando la muerte, en la revista se incluyó la última entrevista que había concedido I.P. antes de su viudedad, con el titular “Yo le rezo a Dios antes de que se vaya a la plaza”. Igualmente, hicieron un repaso de los matrimonios de Paquirri con Carmina y con Isabel. Según el Diezmi, la boda con la folclórica tuvo dos mil invitados. El traje de ella costó ochocientas mil pesetas, de las de entonces, y la tarta, de la que salieron volando palomas, medio millón. Digo yo que en aquella época, el kilo de paloma estaría por las nubes, porque menudo derroche de dinero en postres.
Y esto es todo. La revista dio mucho más de sí, con reportajes sobre Cayetana de Alba, Sara Montiel, Marujita Dïaz o Silvia Marsó. Pero esas son historias que dejaremos reposar para una futura entrada de Sufridores en Casa.
Joder, los cotilleos de entonces si que eran cosa fina… allí era famoso de casta hasta el apuntador.
PAKIRRIN JODETEEEEE =)