En la presente edición de ‘Gran Hermao VIP’ tenemos concursando a Emma Ozores, una actriz a la que en este blog le tenemos mucho cariño. Y entre otras muchas razones, fue porque Emma Ozores también pasó por el ‘Un, dos, tres’, el programa de cabecera de este blog. Su trabajo en el programa de Chicho Ibáñez Serrador tuvo lugar durante la séptima etapa (1991-1992, la presentada por Jordi Estadella y Miriam Díaz-Aroca) y fue de lo más completo, pues fue guionista y también actriz de la subasta, encarnando siempre el papel de la doctora Remedios Ugarte.
Remedios Ugarte era una amante de los animales, una bióloga especializada en pequeños bichitos: gusanos, mosquitos, pulgas, chinches, ella de todo sabía. Remedios Ugarte era más completa que un Whopper, pues sabía leer telegramas escritos en idioma mosquito (tal que «zsss, zsss»), podía comunicarse con ellos también en castellano y hasta conocía hasta los más mínimos detalles de los mismos según tocase en el programa, claro. Si el mismo gira entorno a la figura de Freud sabría de la psique animal, y si es de la sexología, de cómo se lo montan.
De su vida sabíamos que Remedios era hija de Anastasio Ugarte y que fue autora de ‘Lo que el pulgo se llevó’, un libro del que se han impreso miles de ejemplares que ella seguía intentando vender y que versaba sobre la vida y costumbre de las pulgas, claro. Porque Remedios tenía tanta sabiduría que incluso llevaba el tratamiento de una pobre mantis religiosa que se había vuelto atea, un dramático conflicto psicológico para cualquier mantis.
Así, cada semana, Emma Ozores, es decir, Remedios, acudía al plató con algún insecto, del que pretendía enseñarnos las habilidades que el mismo habría aprendido: dar besos a los concursantes, hacer el amor en público, hacer malabares… Y todas tenían nombfuego
res de personajes famosos, reales o de ficción: si hablaba con un mosquito trompetero este respondería al nombre de Louis Amstrong, y si eran dos chinches se llamaban Tito Clemente y Topacio. Lo que pasa es que a Remedios al final todo le acababa saliendo mal, y sus animalitos morían en plató día sí día también.
Así, Topacio y Tito descubrieron antes de tener sexo que eran hermanos y lloraron tanto que se ahogaron. En otra ocasión, mientras hacía una demostración con sus pulgas domadas una no pudo pasar por un aro de fuego y se quemó, en otra Jordi Estadella mataba de un manotazo al mosquito sin querer, o ella misma confundía gusanos con macarrones y se traía al ‘Un, dos, tres’ los macarrones y metía en el fuego a hervir gusanos. Y mira que si hacía falta ella llegaba a revivirlos con respiración boca a boca si hacía falta, pero nunca funcionaba.
Normalmente, Remedios abandonaba el plató al son de la marcha fúnebre, mientras se ponía en el brazo un brazalete negro en señal de duelo por su animalito querido. De hecho, llegó a lucir una bata negra de tantos bichos difuntos ya. La Ugarte era un poco como Sandra Bullock en ‘Gravity’, que se le moría el marido, el hijo, el compañero de trabajo… Pero con mosquitos y todo eso.
Cuando el ‘Un, dos, tres’ regresó en la octava temporada la Remedios Ugarte no volvió con Jordi, Ruperta y compañía. Pero seguimos viendo a Emma Ozores en ‘Farmacia de guardia’, la serie de Antena 3 en la que hacía de la prostituta risueña Sandra, y de la que acabó siendo personaje fijo en la última de sus temporadas. Luego llegaría ‘La casa de los líos’, ‘El sexólogo’ y hasta ‘Mira quien baila’. Pero como decían en ‘Hormigas Blancas’, esa es una historia que debemos dejar reposar para contarla en otro capítulo del blog.
Y yo que a esta chica le he visto siempre un aire de tristeza y melancolía infinitos! A pesar de ser muy graciosa y gustarme mucho actuando, me daba la sensación que en privado debia ser bastante depresiva. Me pasa eso con muchos cómicos; tambien lo pensaba de Lina Morgan, Angel Garó o Eduardo Aldán.