Entre Xuxas, fuegos y Paquitas…

Por JoniPod

Todas las generaciones de niños salen de fábrica marcadas por algún héroe o ídolo de televisión infantil. Desde Los Chiripitiflaúticos, pasando por Maria Luisa Seco, El Kiosko, la Bola de Cristal, La Familia Telerín.. Servidor llegó por los pelos a La Bola de Alaska, pero forma parte de esa generación que creció con la Tele Teta 5 de Lazarov. Mientras nuestros padres disfrutaban de las Mama Chicho y las Chicas Chin Chin, nosotros teníamos a Beatriz Rico, Leticia Sabater… ¡y Xuxa!

Xuxa llegó a España a principios de los 90 con el Ilarié bajo el brazo, canción que seguimos bailando en todas las fiestas horteras que se precien, o el finde pasado durante el Orgullo sin ir más lejos. Xuxa puso de moda canciones que todos los niños coreografiábamos en el patio del colegio (anda decidme que vosotros también lo hacíais, no me hagáis quedar mal…) y las niñas soñaban con ser una Paquita. No, no me estoy refiriendo a que querían ser sucesoras de Paquita Rico o emular a Doña Paquita con su gato en Farmacia de Guardia.

Las Paquitas eran las bailarinas que acompañaban a Xuxa. En cada país en el que la cantante y actriz hacía programas televisivos, había un castings para elegir a las «afortunadas». En Brasil muchas de ellas con el tiempo han alcanzado la fama como actrices porno. Supongo que para algunos tendrá morbo cumplir los 18 y tirarse a una bailarina de Xuxa, es como romper el mito a lo Chabeli y pasar de «niña a mujer».

Vale, ahora mismo estaréis pensando que tampoco tenía mucho mérito vestirse de «cheerleader» enseñando pierna y animar a los niños a dar saltitos y palmadas. Pero gracias a nuestro lector Jorge hemos descubierto que ser una Paquita era una labor muy muy arriesgada. A las pruebas me remito. ¡Dentro videowall!

Sabemos que no hablas portugués, pero te habrá quedado claro de que no es un homenaje de Xuxa a Valencia ni una actuación del Ilarié en Fallas. Como cantaría Isabel Pantoja, «el fuego está encendido, el Xuxa Park aaaardeeeeee». Lo extraño del video es que parece como si la cantante supiera exactamente en qué momento iban a comenzar las llamas y sale corriendo dejando a sus paquitas al punto de brasa. O podría ser un ejemplo claro de como Xuxa «caldeaba» los ambientes y a los niños de medio mundo, tanto, que hasta se hicieron eco en este capítulo de «Los Simpsons«.

Durante su estancia en nuestro país, Xuxa tuvo su Grand Prix particular, «La casa de la guasa», una gimkana televisiva de varias horas en la que los niños tenían que superar pruebas, correr, saltar para conseguir regalos. También podríamos considerarla un muestrario publicitario de todo lo que las marcas querían meter por los ojos a los niños. Ella fue la culpable de que todos, y cuando digo todos es todos, quisiéramos llevas unas «Lelli Kelly» (sooon lelli kelly tuuus zapatillaaaaasssss….) y si era de las que tenían lucecitas mejor que mejor.

Pero al igual que la cantante y actriz brasileña nos trajo todo esto a España, ella se llevó a Latinoamérica una de las mejores canciones que ha dado la historia del chochipop en nuestro país, que nos hemos enterado por Japo, otro lector de éste, uno de tus 100 blogs favoritos de cabecera.

Xuxa le mete una base musical a la canción que parece que esté cantando algo de Barrio Sésamo en lugar de la historia de las infidelidades y rollos entre terceros... El videoclip es una especie de Physical de Olivia Newton John en versión Hacendado o algo así… sin contar con ese acento brasileño que te hace cerrar los ojos y pensar en Regina Dos Santos cantando con Lola Baldrich.

Regina y Xuxa deben andar ya casi por la misma quinta, mientras la primera va algún día a Sálvame a enseñar sus… sus singles, la segunda sigue en modo presentadora entradita en años, a lo Sábado Gigante en Galavisión….

Al igual que pedimos la vuelta de Vicky Larraz y de Anabel Conde, queremos a Xuxa de vuelta en España. ¿Te sumas a la propuesta?