Entrevista a Romy Abradelo: «Si llego a ser villana, Marruecos habría ardido»

Por Mike Medianoche

Aunque sólo lleva dos emisiones, Expedición Imposible se ha convertido en nuestro programa favorito de los que actualmente se emiten por televisión una vez finalizado Tu cara me suena. Por supuesto, y como ya hemos manifestado alguna vez por aquí y por las redes sociales, nuestras favoritas son María y Romy Abradelo, las dos artistas del equipo rosa y de cuyas trayectorias ya hemos hablado en muchas ocasiones. Incluso hace ya un par de añitos entrevistamos a Romy y repasamos su carrera, desde El Juego de la Oca hasta su participación en la preselección de Eurovision de 2011, pasando por Uno para todas o su paso por el grupo Baccara. Y hoy volvemos a hablar con ella para comentar su paso por el citado Expedición Imposible, donde está siendo una de las concursantes que más juego está dando. Y como siempre, te resumimos la entrevista en los siguientes titulares.

«Parece que llegamos a la meta como si volviésemos de estar de compras por Calle Serrano, cuando en realidad llegábamos matadas».

«Nos obligaron a decir que Leticia y Raquel se habían saltado unas valijas».

«El mejor paisaje del programa era ver una cama».

«Leticia tiene mucha ansia de protagonismo y lo saca así, molestando a los demás y diciendo cosas que no son verdad».

«Lola estaba obsesionada con ganar».

«Dramática creo no soy, aunque sí una persona muy excesiva en todo».

«No he trabajado de mimo en París, eso fue un cachondeo mío».

«María y yo hemos grabado dos canciones con un DJ de Ibiza, y la primera que presentaremos se llama Superstar».

Entrevista a Romy Abradelo

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de tu paso por Expedición Imposible?

Lo mejor ha sido compartir esta aventura con mi hermana, ya que nos lo hemos pasado genial  porque tenemos mucho sentido del humor, y éste nos ha sacado de multitud de apuros y dificultades. Y lo peor fue el realizar las pruebas, que son extremas, en unas condiciones que no son óptimas porque estaba mala. Al segundo día tuve un virus que me iba por arriba, por abajo, y por todos los lados y fue horroroso, con fiebre, tiritonas… De hecho se ve en las carreras que estoy corriendo y vomitando como una loca. Pero yo quería seguir en el concurso a pesar de todo, y al final la experiencia ha sido muy gratificante porque sé que es única y que no me va a pasar nada igual.

¿Cómo os embarcáis María y tú en esta aventura?

Nos vieron en una obra de teatro que estábamos haciendo las dos en Valencia, La Cenicienta Rockera, y creyeron que podíamos resultar interesantes para el programa. Nos llaman y nos lo pensamos, vemos que es una historia divertida y dijimos que sí. Lo único que me jorobó un poco es que no tuve mucho tiempo para entrenar, ya que hay concursantes que sabían que iban a participar desde hacía nueve meses, y se habían podido preparar físicamente con más antelación. A nosotras nos lo confirmaron a finales de junio o principio de julio y se grabó en octubre, por lo que tuvimos poquísimo tiempo para entrenar.

¿Eras seguidora de otros formatos similares, como Pekín Exprés?

Yo veía Pekin Exprés en casa a veces porque me parecía interesante y divertido ver cómo los concursantes superaban las pruebas y todo lo que hacían, pero la versión americana de Expedición Imposible no la vi para no asustarme y no tener la tentación de echarme atrás, aunque sé que hay compañeros que sí que lo veían y lo estudiaban todo. En la edición americana eran soldados, jugadores de rugby y gente muy preparada, y pese a que en nuestra éramos todos deportistas, actores, cantantes y demás hemos dado todo lo que teníamos y podíamos dar dentro de las condiciones.

¿Preparasteis alguna estrategia antes de entrar?

No, para nada. Igual había gente que ha participado en muchos realities y quizá ya saben de qué va el tema y tienen su estrategia y todo eso. En mi caso, no planteé ninguna estrategia y según iban surgiendo las cosas hacía lo que creía que tenía que hacer.

¿Le sirvió a María su experiencia en Aventura en África para este programa?

Aventura en África no tenía nada que ver con Expedición Imposible. Allí no comían, pero estaban todo el día tirados; aquí no comíamos y además estábamos gastando una energía pero horrorosa, todo el día corriendo kilómetros, subiendo dunas, montando a camello o en quads… Había días que nos levantábamos a las cuatro o cinco de la madrugada y acabábamos a veces a las once de la noche.  Pese a que los paisajes eran maravillosos, llegaba un momento en el que te daba igual la montaña, la duna y cualquier cosa, porque el mejor paisaje era una simple cama.

Es evidente que, por montaje, no podemos ver todo lo que pasó. ¿Has echado en falta alguna escena eliminada?

Muchas muy divertidas. En el capítulo pasado, por ejemplo, mi hermana y yo hicimos cantar al taxista La Macarena, que se la sabía el tío y todo,  lo de “eh Macarena, ay”. Luego le dijimos “esta canción es típica española también” y le cantamos de todo, hasta un chotis. Pensábamos que cuando lo viese la gente se iban a reír mucho, pero al final no ha salido.

Hablas de lo duro que es el programa. Sin embargo, los espectadores tendemos a pensar que seguro que aquello no es tan duro, y que hubo algún tipo de ayuda por parte de la organización.

Es que tampoco se ve el sufrimiento y lo mal que lo hemos pasado, porque nos hacían llegar al límite no sólo física sino también mentalmente. Parece que llegamos a la meta como si volviésemos de estar de compras por Calle Serrano, cuando en realidad llegábamos matadas, sin respiración, muertas de cansancio, y eso yo no lo aprecio. Habrá quien piense  “estas no han hecho la carrera, que la han empezado, han cortado y la han puesto en el final”, y no, la carrera se ha hecho, y encima con ampollas y heridas en los pies, cojeando, vomitando, horrible.

Dado que Raquel Mosquera tuvo problemas de salud mental cuando acabó su participación ¿te da reparo ver los enfrentamientos que tuvisteis con ella?

No, la verdad es que no pero porque por parte de María y mía tampoco hubo ningún enfrentamiento. A nosotras nos dijo la redactora del programa que teníamos que decir que Leticia y Raquel se habían saltado unas valijas, y nosotras preguntamos que por qué no lo decía el propio programa. Pero teníamos que decirlo por obligación, y no nos quedó más remedio. También hay cosas que no se han visto, como cuando llegamos tan normales, sin decir nada, y Leticia suelta con retintín “qué, al final os hemos adelantado ¿eh?” y claro, ahí saltó mi hermana diciendo “perdona, pero habéis hecho trampa”. Entonces Leticia empezó a malmeter, diciendo que eso lo decíamos nosotras, y hasta otro compañero tuvo que salir en nuestra defensa, y  fue cuando ya salté yo, diciéndole “mira, niña, tú vienes aquí a montar el pollo porque no sabes cantar, ni bailar, ni interpretar, no sabes hacer nada y lo único que sabes es hacer esto, malmeter para salir en otros programas”. Al final la organización visionó los vídeos y se demostró que era verdad lo que decíamos y que Leticia hizo trampas, cosa que tampoco ha trascendido.  Leticia tiene mucha ansia de protagonismo y lo saca así, molestando a los demás y diciendo cosas que no son verdad. Incluso durante la rueda de prensa, durante la presentación del programa, nos interrumpió a María y a mí mientras contestábamos una pregunta diciendo que si íbamos vestidas de color fuxia, que si es el color de su equipo, y otras cosas que no venían a cuento, y María tuvo que contestarle que ella misma había ido vestida de color rosa, que es nuestro color, y que nadie le había dicho nada.

A Lola la conoces porque trabajábais juntas en El gran Juego de la Oca. ¿Es tan sargento como parece?

A Lola la conocía de El Juego de la Oca y también de Uno para todas y de desfiles y eventos que habíamos hecho juntas, y sí, es muy sargento  y estaba obsesionada con ganar. Ya después del concurso seguía hablando de las pruebas y yo le decía “Lola, por favor, que ya hemos acabado el concurso, no sigas por ahí que estás obsesionada”. Yo la llamaba el sargento, pero de buen rollo y riéndonos.

Tu hermana María es una veterana twittera ¿por qué no te vemos por allí como a ella comentando las galas en directo?

No tenía Twitter, pero hace unos días me lo abrí (@RomyAbradelo), y estoy empezando a manejarlo; soy una inexperta en el tema y tengo pocos seguidores de momento. Sé que por allí me encontraré con defensores y también con detractores de mi paso por el programa, por supuesto, pero eso algo que me da igual, y es más, me divierto mucho cuando me dicen alguna cosa mala porque pienso que no me conocen.

En Twitter te han tachado de villana y de dramática…

¿No me digas! ¿de verdad? (risas) Pues creo que están viendo otro programa, o no se enteran, o se van al baño a hacer pipí y se pierden parte de lo que pasa, porque de villana, poco. Si llego a ser villana, Marruecos habría ardido. Dramática creo no soy, aunque sí una persona muy excesiva en todo, en la alegría y en la tristeza, y a lo mejor lo muestro más que  otra gente se lo guarda. Lo que no voy a hacer es estar comedida y no ser yo misma para que los demás opinen mejor de mí, yo soy como soy, al que le guste bien,  y al que no, pues me critique. No podemos gustar a todo el mundo, y eso lo entiendo porque a mí tampoco me gusta todo el mundo.

Muchos nos hemos asombrado descubriendo tu pasado como mimo en París.

¡Ah, pero si eso es un cachondeo mío! No me fui a los dieciocho años a París a ganarme la vida como mimo ni nada. Aunque como tengo formación en expresión corporal, lo mismo acabo de mimo en la Plaza de España, que además es algo de lo que no he trabajado nunca (risas). En el programa estamos de cachondeo todo el rato, porque yo quería pasármelo bien.

¿Qué proyectos tienes actualmente entre manos?

Mi hermana y yo hemos grabado dos canciones con un DJ de Ibiza y que presentaremos próximamente por las televisiones, y actualmente estamos trabajando en las coreografías. La primera promocionaremos se llama SuperStar, y tiene mucha caña. Luego también seguimos con la gira de la Cenicienta Rockera, que ya hemos estado diciembre y enero representándola, y también haré alguna cosa con Divas de cara al verano.

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