Hace ya casi un año falleció Pedro Reyes, actor que entonces estaba trabajando en la obra teatral ‘Taxi’. Un texto original de Ray Cooney que lleva más de treinta años representándose a nivel mundial, y que ahora está adaptado por Josema Yuste y Alberto Papa-Fragomen (este último, guionista y ‘tacañón’ de la última etapa del ‘Un, dos, tres’) con dirección del propio Josema, que además se guarda el personaje principal.
En la obra, el protagonista vive una doble vida, llevando dos relaciones sentimentales hacia adelante con dos mujeres, interpretadas por Amparo Bravo y Esther del Prado. Aprovechando que este ‘Taxi’ ha hecho parada en el Teatro Alameda de Málaga este fin de semana, hemos podido entrevistar a Esther y hablar con ella de su paso por ‘Un, dos, tres’, de cuando grabó con Olé Olé canciones que finalmente conocimos por la voz de Sonia Santana y de más cositas.
Una entrevista que te resumimos en titulares:
“Chicho me dijo que con quince años era muy mayor para trabajar en el ‘Un, dos, tres’”
“Grabé cuatro o cinco temas con Olé Olé, pero no tengo ninguna grabación”
“Con Josema Yuste encajo muy bien en escena”
“En todos lados pone que fui Mamachicho, pero no”
Entrevista a Esther del Prado
Estás en un taxi al que le ha costado bajar la bandera.
Estamos llenando en toda España, estamos muy contentos, el público acaba de pie cada día. Es una comedia para no pensar, olvidarse de los problemas, divertirse y disfrutar. Además es una ventaja tener al director dentro de la función, porque los gags se renuevan, aunque a veces no avisa y hace un gag que no sabemos los compañeros y tienes que aguantar el tirón, con la lágrima saltada y aguantándote la risa.
Pero ‘Taxi’ tuvo un inicio k.o.
Llevábamos tres semanas cuando murió Pedro Reyes y nos vinimos abajo, imagínate. Hasta ese momento llenando, todo redondo y nos pasó esto, pobrecito mío. Pero su mujer, en el mismo tanatorio, nos dijo “venga, chicos, para adelante que es lo que Pedro querría”. Y le ha sustituido Alfredo Cernuda, un actor maravilloso.
Con lo que cuesta sacar un proyecto teatral hacia adelante.
¡Sí, que nos bajen el iva cultural ya, aprovecho para decir! Está todo complicado, pero debo decir que no lo estamos notando porque está funcionando muy bien.
Aquí te reencuentras con Josema Yuste, que fue tu noviete en ‘El robobo de la jojoya’.
Había hecho con él un par de trabajos cortitos en televisión, pero hacía mil años que no nos veíamos. Y me vio un día en televisión, se acordó, me llamó y me dijo “¿Esther, quieres hacer teatro conmigo? Es que eres perfecta para el papel”. Y aquí estamos.
En ‘Taxi’ eres una de sus dos medias naranjas.
Yo soy la salvaje, el amor conmigo es más pasional y con su otra esposa es más maternal y dulce, y yo lo que quiero es todo el rato llevármelo a… (Risas) Así me tiro toda la función, es muy divertido. Me gusta trabajar con Josema porque encajamos muy bien en escena, es una maravilla y me siento muy a gusto.
En España se dice mucho lo de “chica Almodóvar”. Viendo los profesionales con los que más has trabajado, te pregunto: ¿Te consideras chica Morgan o chica Pajares?
Yo me considero actriz en todos los aspectos, y he trabajado con muchos números uno por suerte. Pero con Andrés Pajares tengo algo muy especial, y aunque haga mucho que trabajé con él aprendí y me divertí tanto que seré chica Pajares, por siempre.
¿Cómo te descubrió Chicho para el ‘Un, dos, tres’?
A Chicho le descubrí yo. Le cogí por el pasillo de televisión española, yo trabajaba en una agencia de modelos de Televisión Española y estaba en otro programa, llamado ‘Manos a la obra’, y también colaboraba con ‘Cajón desastre’. Era una niña de quince años, y me crucé con Chicho, que estaba grabando el ‘Un, dos, tres’ y le dije “Chicho, perdona un momento. Es que quiero trabajar contigo”. Y se vuelve y me dice “¿cuántos años tienes, nenita”. “Quince”. “Pues no puedes porque eres muy mayor”. Y siguió caminando, y yo me quedé helada. Luego se volvió y me dijo “vete al despacho número no sé cuántos de Prado del Rey y deja tus datos”. Al día siguiente me llamaron y empecé a trabajar en ‘Un, dos, tres’ haciendo cositas: si había un desfile lo hacía, acompañando a cómicos como Arévalo o Manolito Royo… Y así estuve tres o cuatro meses. Y cuando se fue una de las azafatas, Silvia Marsó, y me hicieron las pruebas, como bailo, canto, soy actriz… Y ahí empecé.
¿Guardas algún Boom o Crack en casa?
¡Pues no! Pero tengo una Ruperta, que era de cuando yo era más pequeña, no era de mi época del ‘Un, dos, tres’, que es una hucha y le tengo mucho cariño.
*En este momento saco un muñeco del Boom para hacerle una foto para este artículo. “Eres fan fan del ‘Un, dos, tres’, me dice.
En ‘No me toques los 90’ hablo de tu trabajo, en ‘El robobo de la jojoya’ o de tu paso por las Mamachicho.
Yo no era Mamachicho, lo piensa mucha gente, y no sé de donde ha salido. Yo trabajaba en ’Vip Noche’ con Emilio Aragón, y en ‘Tutti Frutti’, el programa de las Mamachicho, pero yo allí era reportera. Pero eso de que fui Mamachicho está en todos lados, y de hecho hace poco me llamaron de ‘Cámbiame’ en un homenaje a todas las que éramos Mamachicho, pero es que yo no lo fui.
¿En ‘Un, dos, tres’ cantaba con tu voz?
Cuando entré hacía playbacks porque había canciones grabadas, porque fue muy rápido, pero luego sí cantaba con mi voz.
Estuviste en trámites para ser cantante de ‘Olé, olé’. ¿Llegaste a grabar algo?
Yo grabé como cuatro o cinco temas, pero las cosas no llegaron a buen puerto con el tema del mánager. Hubo muchos líos por ahí. La primera canción que grabé fue ‘No mueras posibilidad’, pero no sé si se conserva algo de eso, porque no mantengo contacto con ellos.
‘Farmacia de guardia’, ‘Compuesta y si novio’, ‘Ay señor señor’… Trabajaste en todas las series emblemáticas de los noventa.
A algunos de esos trabajos llegué a través de cástings, porque yo empecé sin representante. Pero luego debí hacer bien mi trabajo y me llamaron muchísimo, y he repetido con muchos profesionales, llamándome de unos proyectos para otros. He debido hacer bien mi trabajo, no sé.
¿Qué proyectos tienes además de ‘Taxi’?
Tenía una cosita de televisión, pero no la he podido compaginar, así que me quedo con mi ‘Taxi’, al que le auguro muchos años en cartel, porque es una pasada como está funcionando.