‘Farmacia de Guardia’ en Navidad: desahucios, condones gratis e Irma Soriano

En ‘Médico de familia’ a Anita la atropelló un coche en Navidad, y Pippi Calzaslargas pasaba la Nochebuena hablando por la ventana con su madre muerta, a la que hasta mentía sobre lo feliz que era. Y es que estas señaladas fechas siempre suelen reflejarse en las series de televisión, ya sean nacionales o foráneas. Hoy fijaremos la vista en ‘Farmacia de Guardia’, la mítica rebotica en la que Concha Cuetos interpretaba a Lourdes Cano.

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En las cinco temporadas que duró la serie –temporadas con casi cuarenta capítulos las primeras- que abrió sus puertas, ‘Farmacia de Guardia’ nos dejó compartir la Navidad con sus protagonistas: Lourdes, Adolfo Segura (Carlos Larrañaga), Quique (Miguel Ángel Garzón), Guille (Julián González), la manceba de turno -Pili (Maruchi León), Queen (África Gonzálbes) o Sandra (Emma Ozores)- y otros personajes que fueron yegando, como la niña de acogida Fanny.

Durante las navidades, en esta botica pasaba absolutamente de todo:

-Se gastaban bromas por el día de los inocentes. Del tipo «por cada cien pesetas de compra, un preservativo de regalo». Porque allí se promovía el sexo seguro sin tapujos; hasta el punto de que en un episodio navideño una señora motera que superaría los sesenta años fue a comprar una caja de profilácticos para sí misma.

–Se predicaba el amor al prójimo. En un episodio Guille invitó a comer a un sin techo, interpretado por Fernando Fernán Gómez, y aunque al principio todos se horrorizan acaban entendiendo que el chiquillo tiene muy buen corazón. En otro, el personaje del recoge cartones Posidio (Luis Cuenca) es contratado por un banco para repartir cestas de Navidad a los clientes y éste las reparte entre los más pobres de la ciudad. Pero como él es muy bueno y muy honrado luego devuelve todas las cestas vacías, por si le hace falta a la entidad.

–Hay desahucios. El recordado personaje de Doña Paquita (Esperanza Grases), la anciana que vivía con su gato Alejandro II, es deshauciada de su casa en plena nochevieja, pues así lo decició el propietario de su vivienda, apodado Puñito Puñetas -Agustín González-. La señora acaba en una residencia, pero mágicamente vuelve al barrio antes de que den las doce campanadas.

–Hay estafas. Como los padres de Nadia, alguien aprovechó una causa benéfica para lucrarse. En este caso fue Sor Aleluya, interpretada por Ana Obregón.

–Los niños decoraban la tienda obligados. Concha Cuetos hacía que sus hijos le pusiesen el árbol -decorado con medicamentos- y el belén del escaparate sí o sí, y amenazando con no darles la paga. Pobre Lourditas, que no tenía dinero suficiente como para que alguien entre a tu casa y te la decore por Pascuas por un puñado de dinero, como hace Terelu.

–Se promueve el animalismo. ¿Recordáis a Luciano Pavorotti, el pavo que indultaron? Un pavo vivito y coleando al que no querían matar. Porque en aquel barrio se llevaba mucho el pavo, tanto que hasta las clientas se lo llevaban a la farmacia para pesarlo en la báscula de bebés para ver si el carnicero les había dicho la verdad o no. Otro año, además, se escapó un tigre por el barrio.

–Las uvas cada año se comían de un modo diferente. La botica siempre estaba de guardia casualmente las nochebuenas y nocheviejas, y por allí pasaba todo Cristo: las vecinas se bajaban a celebrar la fiesta oportuna, el abuelo estrenaba novias -papel que interpretó Regina Do Santos-, y lo más llamativo es que cada año las uvas se las comen de un modo. Una vez fue por televisión, otra por radio y en otra resultó que la farmacia estaba cerca de la Puerta del Sol porque se escuchaban dentro y fuera del comercio sanitario.

–Papá Noel, la Virgen, San José, angelitos o los Reyes Magos se vuelven clientes de la farmacia. Por allí compraban todo tipo de personas, y muchas veces iban ataviados de personajes navideños por algún tipo de trabajo. Hasta encontramos un Papá Noel verde -justificado porque es daltónico- y un coro de angelitos que va a pedir el aguinaldo. Conjunto vocal interpretado por Rosa María Mateo, Olga Viza o María Rey, algunos rostros de los informativos de la época, y guiadas por el director de la serie Antonio Mercero.

–Irma Soriano, Consuelo Berlanga y otras chicas Hermida del montón. Y Jesús Hermida. En Navidad es la época en la que más cameos veíamos en la farmacia -también algunos episodios navideños tenían duración especial- y por ejemplo veíamos a Consuelo Berlanga y Nieves Herrero acudir juntas a comprar medicamentos, a Irma Soriano con un resfriado de caballo o al exjefe de todas ellas Jesús Hermida haciendo de mendigo que canta villancicos.

–Décimos extraviados. En un episodio la manceba Sandra pierde un décimo de Navidad que resulta premiado, y lo encuentra otro del barrio. Casualmente es su novio, el camarero Chencho, cuyo bar va a cerrar. Y como en el anuncio de este año nadie saca a Chencho de su mentira, y le hacen creer que es el ganador por el hecho de habérselo encontrado, porque la muchacha dice que de él, como hombre, jamás le habría permitido que ella pagase el traspaso del bar para quedárselo ni la boda de ambos.

–Un final por Navidad. ‘Farmacia de Guardia’ finalizó sus emisiones en diciembre de 1995, en un capítulo en el que Lourdes y Adolfo parece que van a volver a unirse en santo matrimonio.  Como sabemos, había tres posibles finales: que se casaban de segundas, que seguían como amigos o que Lourdes moría. Al final, la segunda opción fue la que vimos y la farmacia echó el candado para siempre. Cerrado por amistad.

¡Ojalá Netflix ponga pronto todos los capítulos de ‘Farmacia de Guardia’!