Fichas Prácticas: Cómo ser la perfecta folclórica en diez sencillos pasos

Por Mike Medianoche

En España algo está pasando, y es que nos estamos quedando sin folclóricas. Las grandes figuras envejecen y se retiran, o en el peor de los casos fallecen, no dejando sucesoras dignas. Y es que ser folclórica no es sólo cantar copla, sino también tener una actitud en la vida y un don especial para que suba el pan cada vez que sale una por la tele o sencillamente abre la boca. Quizá tú, querida lectora, seas una folclórica en potencia que no sabe qué le falla a su carrera, así que toma nota y aprende todo lo que hay que saber para ser la perfecta folclórica.

1. Reivindica lo español. Una buena folclórica debe dejar siempre claro que es de España y que está orgullosa de su tierra. Esto puedes hacerlo mediante la letra de tus canciones, como el Banderita o Soldadito Español, hits de Maruja Díaz. De hecho, siendo un poco más pretencioso, puedes autoproclamarte  la Carmen de España, como hizo la Sevilla, o  bien la Lola de España, y que se mueran los feos, como la Flores.  Aunque también puedes hacerlo de manera más radical, como Lolita y Charo Reina, quienes de jovencitas fueron miembro de la falange española, llegando esta última a afirmar que «si defender la unidad de la patria, es ser fascista… yo lo soy».

2. Inventa palabras y expresiones. El mejor  ejemplo ilustrativo es Estrellita Castro, quien adverbió el adjetivo “todo”, que da como resultado el palabro “todamente”. Sus declaraciones en Cantares, en las que nos regaló semejante joya, viene además como anillo al dedo con el punto anterior, ya que dijo que “este programa es todamente, absolutamente español, que es lo que somos en España. Españoles, de los pies a la cabeza”. También puedes utilizar expresiones que no conoce nadie, justificando que son del otro lado del charco, como “a mí no me ha pisado el poncho nadie”, que dijo Concha Piquer, o bien usar vocablos poco frecuentes, cuando la Jurado habló de un «rompimiento«, palabra correcta que no deja de sonar francamente rara.

3. Aprende a hablar sin intención ninguna de comunicar nada. Porque una buena folclórica no sólo se inventa palabras, sino que también puede hablar varios minutos y no haber dicho ni esta boca es la mía. Para aprender a hacerlo, sigue el ejemplo de María Jiménez en el siguiente vídeo.

4. Cuando hables, recuerda también emocionarte gratuitamente. Rocío Jurado era el gran exponente en este sentido, y todos somos capaces de imaginárnosla con un micro en la mano, con las lágrimas saltadas y suspirando sin decir ni mu. Auque también puedes emocionarte con un motivo mínimo, como Concha Piquer al preguntarle por su hija Concha Márquez Piquer, la que quiso ir a Eurovision en los setenta.

5. Apoya el colectivo gay. Para ellos puedes definirte progay, como Rocío Jurado. Si quieres ir un paso más allá, di como nos dijo Encarnita Polo: «Los gays son para mí mis amigos, no les puedo poner una etiqueta. Son unas personas maravillosas (también las hay malas), pero la mayoria es gente maravillosa que te apoya y te ayuda». Puedes dar un paso más, y decir como Lola Flores que “te has dado un pipazo con una buena amiga”. Hablando de pipazos,  como bonus track nos encontramos a Isabel Pantoja, madrina de la última feria de Expogays, y como reconocimiento de honor a Imperio Argentina, que en vida luchó mucho por los derechos de la gente de la cáscara amarga.

6. Cuando te entrevisten, no dudes en decir la primera burrada que se te pase por la cabeza. Marujita Díaz es una experta en esto, pero si di una burrada, que preferiblemente sea con gracia, talento del que Marujita suele adolecer. El caso que mejor ilustra pues este punto es aquella entrevista en la que Lola Flores pidió que cuando muriese quería que la embalsamasen y la expusiesen en el Teatro Calderón, con una postura graciosa en las manos para que la pudiesen ver “los mariquitas, que me quieren mucho”. Para no quererte, Lola, si eras arte puro.

7. Sé excéntrica vistiendo. La bata de cola está bien para ciertos momentos, pero en otros deberás ser un poco más atrevida y desenfadada. Entre otros destacan los trajes María Jiménez en su disco homenaje a Sabina, como aquel de pavo real o estos otros con pelucas y boas y otros adornos de coloridas plumas o Marifé de Triana con una estética de la que quizá tomo buena nota la recién fallecida Amy Winehouse. Pero si hay alguien que vistió como nadie, en el mejor y peor de los sentidos, fue Rocío Jurado, que lo mismo se ponía un escotazo que una chupa de cuero o un vestido de transparencias y lentejuelas super cabaretero. Mención especial merece  la chipionera en Carnavales, donde se vistió en cierta ocasión de algo así como la estatua de la libertad.

8. Sé muy cristiana. De todos es conocidos la gran devoción que Rocío Jurado sentía por la Virgen de Regla, el fervor de María del Monte por el Cristo de Montesion o la Pantoja por el Cristo de las Tres Caídas. Aunque la única que imagen parece que es obligatoria de adorar si eres folclórica es la Virgen del Rocío, sí o sí. Así, puedes incluir en tu repertorio saetas, o temas dedicado a diferentes advocaciones religiosas, como el Romance de Zamarrilla de Marifé de Triana, Como las alas al viento de La Jurado, el hit Virgen del Rocío de Isabel Pantoja o la siempre recurrida Salve Rociera.

9. Llévate bien con unas folclóricas. Las buenas folclóricas hacen piña entre sí, como por ejemplo, Lola Flores que se llevaba estupendamente con Rocío Jurado, y también quería mucho a Paquita Rico y a Carmen Sevilla, siendo esta última además madrina de su hija Rosario.

10. Llévate mal con otras folclóricas. Quieras que no, el tener rivales en el negocio también puede tener su punto, y si no que se lo digan a Charo Reina, que se lleva mal con María del Monte, Eva Santamaría o hasta con su hermana, la también folclórica Lola Reina. Isabel Pantoja tampoco acaba de hacer migas con su prima Sylvia, folclórica ocasional. Aunque sin duda, el enfrentamiento más SEC de folclóricas es aquel que vivieron Rocío Jurado y Concha Piquer, llegando la más grande a afirmar «yo sé que soy más larga que Concha Piquer». Maravilloso.

PD: Post dedicado a Alexardo, que nos tiene un poco abandonados, quien en cierto modo inspiró esta entrada, y también a Arthur, gran defensor de la actitud de folclórica ante la vida.