Por JoniPod, Mike Medianoche y Rusty
Esta noche, el programa Los Mejores Años (de nuestra vida es así) llega a su Gran Final, en la que se enfrentarán los años 70 contra los 80. Un absurdo enfrentamiento de décadas que nos ha servido varias semanas para disfrutar como enanos viendo en la actualidad a grandes personas del mundo SEC como Anabel Conde, Vicky Larraz -que no La Rass!-, las Baccara (de Mayte), Miguel Joven Titoeldeveranoazul o Astrid de Regalíz, aquel grupo infantil que era competencia de Parchís pero de la misma discográfica.
Y dentro de esta Gran Final se hará un homenaje al Un Dos Tres, programa de cabecera de los Sufridores en Casa, ya que, de hecho, debemos el nombre a este concurso. ¿Cómo? ¿Qué no recuerdas a los Sufridores en Casa? Pues o eres de la generación 1991 y siguientes o eras ese espectador que veia La Clave.
Pero tranquilo, prepara tu archivador coleccionable porque te traemos la ficha: Sufridores en Casa. El concepto
En 1983, el Un Dos Tres introduce una forma de ganar por la gorra el premio que se llevasen los concursantes de la Subasta.
Como decía la andaluza y pizpireta azafata Mayte (en la época de Miriam y Jordi Hurtado Estadella) «Participar como Sufridores está chupao. Sólo tenéis que mandar un código de barras (del producto de turno, léase Batidos Okey, sopas de sobre Gallina Blanca o Detergente Ariel) al apartado de correos que veís en pantalla» Si tu carta era elegida ibas al estudio, y allí te metían a ti y tu pareja sufridora en una mazmorra (o cocina, cacerola de caníbales o lavandería china, según el patrocinio).
En dicho habitáculo las secretarias iban enseñando los premios que los concursantes tenían sobre la mesa. Entonces, cuando la pareja de plató desechaba el Libretón BBV (sin A) o el SEAT Málaga, se producía el citado sufrimiento, al saber que se quedaban sin un buen regalo y sin poder hacer nada por evitarlo. Cabe destacar que el perfil del Sufridor en Plató se caracterizaba por su caracter agrario para ellos y «de profesión sus labores» para ellas.
Tras esta modalidad de juego nace su spin-off, Los Sufridores en Casa, (1984 † 1988) quienes mandaban también una prueba de compra del producto, pero en su carta decían con un número del 1 al 7 qué regalo de la mesa se llevaban. Antes del programa, un notario -figura que cualquier concurso de los ochenta que se preciase debía tener- sorteaba los números que quedarían asignados a cada uno de los regalos de la subasta y luego todo el público podía comprobar que se había hecho justicia, como en Veredicto. Al final del programa y con los tres últimos regalos sobre la mesa, la gran Mayra llamaba por su teléfono fijo al concursante y le indicaba si había ganado un camión de cerillas, un lote de electrodomésticos Bosch o el Azulejo de Porcelanosa.
Querida lectora, sí, este es el origen de nuestro nombre, para aquellos que les sonase muy gracioso pero no tuvieran idea del porqué…porque seguro que eres de las que se ríe en plan falso sin entender el chiste..
Por cierto, si tu también quieres participar y ser un sufridor en casa, puedes unirte a nosotros..
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Y como no hay nada mejor que ver para creer, veamos un vídeo en el que la «sufridora en casa» gana uno de los más míticos regalos.
Y recuerde. No diga Televisión. Diga Chicho.
Impresionante video y que grande Mayra…
Mayra es grandísima! Y la sufridora en casa tb ha ganado el apartamento!
jajajaj ke bueno!! este video es del 87? mi memoria no da pa tanto, con solo 3 añitos, no recordaba esto de los sufridores. Mu bueno !!
Graciaaaassss!!