Este mismo sábado 22 de septiembre se cumplen 40 años desde el lanzamiento en España de la película ‘Grease’, protagonizada por Olivia Newton-John y John Travolta, y que en un inicio se lanzó con el nombre de ‘Vaselina’ (grease es vaselina, gomina). Una historia que cuenta cómo Danny (John) y Sandy (Olivia) se conocen un verano en Australia y hacen cosas de adolescentes. Poco después se reencuentran en el instituto, pero Danny es uno de los chulitos de la clase y Sandy es una niña recatada y virginal; ella no reconoce al chico del que se enamoró, y a él le avergüenza, de cara a sus colegas, que ella sea tan pánfila.
Todo ello entre otras tramas como embarazos no deseados, chicas que son las que mejor bailan en el instituto de Santa Bernardina, carreras de coches y canciones como ‘Summer Nights’, ‘You’re the one i want’ o ‘Look at me, i’m Sandra Dee’.
La película, basada en un musical de Broadway, fue un éxito brutal, y claro, aquel chicle había que estirarlo en forma de secuela. Y así surgió ‘Grease 2’, que llegó a los cines cuatro años después que su predecesora dispuesta a romper la taquilla de 1982, pero fue un relativo fracaso. Sin embargo, hoy quiero romper una lanza a favor de ‘Grease 2’ como un buen musical, una película muy divertida con muchísimas cosas interesantes, pero que realmente es una mala secuela, porque eso no es ‘Grease’, eso es otra comedia de instituto.
De nuevo nos encontramos a los T-Birds y a las Pink Ladies en una generación renovada de estudiantes. El escenario es el mismo que ‘Grease’, el Instituto Ridell, y repiten personajes como al directora y su secretaria y el entrenador, el malo vuelve a ser Cara de Crater (aquí llamado Balmudo, nombre que no se menciona en la cinta previa), y regresa Frenchie (Didi Conn), porque como se metió a estudiar peluquería no pudo acabar el insti. También vuelve a aparecer Eugene (Eddie Deezen), el empollón, que si tan listo era ¿por qué sigue en el Rydell estudiando?
Y por último nos encontramos como chico protagonista a Michael (Maxwell Caulfield), que para que entronque con la previa, es primo de Sandy, y es igual de pánfilo y correcto que ella. Y claro, Michael va a enamorarse de la líder de las Pink Ladies, Stephanie (Michelle Pfeifer), quien solo está dispuesta a enamorarse de un motorista.
Tras esta breve introducción a la película, voy a ofrecer las principales razones para reivindicar ‘Grease 2’ como un divertido musical, aunque sea una mala secuela.
Los números musicales
La directora de la película es Patricia Birch, la coreógrafa de la película original, y monta unos auténticos números musicales de mojarte las bragas. Por ejemplo, el número inicial, ‘Back to School’, con cientos de figurantes haciendo coreografías preciosas. O la de ‘Score Tonight’, la que cantan en la bolera. Números mastodónticos, con muchísimos bailarines que hacen lírico con Marbelys a la mínima, planos muy dinámicos y todo muy bien resuelto en general.
Las canciones
‘Grease 2’ no tiene hits como ‘Grease’, pero tampoco nos han metido sus temas por el hojaldre en discotecas, programas de televisión ni similares. El estilo musical es diferente, más rockero y más alejado de los años 50 en los que en teoría se inspira. Pese a ello, hay canciones muy muy pegadizas, como ‘Cool Rider’ que le canta Stephanie a Michael cuando le dice que jamás se enamorará de él porque no tiene moto, que ella quiere un motorista chachi que la lleve a galope.
También siento debilidad por ‘Reproduction’, en el que toda la clase se pone a cantar de cómo es el sistema reproductivo. Y por último, no podemos olvidar ‘Girl for all seasons’, la canción que preparan para el concurso de talentos sobre el que gira la película, y que oímos frecuentemente.
Si ves esta película y no te apetece disfrazarte de árbol es que estás muerto por dentro.
La nueva generación de Pink Ladies
Mientras que en ‘Grease’ hay unos T-Birds muy molones (Danny, Kennickie, Doodie…) aquí los personajes masculinos son bastante insulsos, y te da igual si logran enamorar a las chicas de sus sueños o no.
En ‘Grease 2’ las chicas son la auténtica delicia de la película. De toda la pandilla me quedo, además de con Stephanie (un solo parpadeo de Michelle Pfeifer ya justifica cualquier película), con Paulette (Lorna Luft), que me recuerda a Loles León, y con su hermana pequeña Dolores, que me parece a mí una bollo en potencia y por ser tan macha no le permiten ser una dama rosa, por lo que se conforma con ayudar a Michael.
Porque fue un precedente de ‘Salvados por la campana’ y ‘Compañeros’
Como decíamos al principio, Frenchy regresó a esta película para ser un poco el personaje juvenil (aunque la actriz tuviese 30 años) que anclase la antigua y la nueva generación de ‘Grease’. Y en el fondo, es un poco lo mismo que se hizo luego en ‘Salvados por la campana: la nueva clase’ con Screetch, o en ‘Compañeros’ con Luismi, el dejar a un viejo alumno deambulando por ahí por el centro para que los espectadores se topasen con un rostro conocido al menos.
Eso sí, nos encontramos incongruencias, como que Frenchy esté metida ahí con calzador, se presente como una Pink Lady y mejor amiga de Stephanie, pero no se cruce una palabra con ella.
Porque las motos son los nuevos coches
Las comparaciones son odiosas, y por ello en ‘Grease 2’ tenían que hacer un imaginario nuevo de iconos. Y si en ‘Grease’ hasta en el logo había un coche… ¿Por qué no hacer aquí lo propio con una moto? Así nadie comparará dos coches, porque son cosas distintas, o algo así.
Por un razonamiento absurdo de esta manera, en la película vemos cómo Michael intenta conquistar a Stephanie haciéndose pasar por un extraño motorista que aleja a los malos, torea a la policía y es capaz de dar grandes saltos.
Mas Michael es como Supermán, y cuando se quita el casco vuelve a ser un pardillo de primera, y la chica que se pone húmeda con su moto ni le mira a la cara cuando se lo cruza por el pasillo.
Por el momento drama
La película tiene mucho drama y mucha cosa, que diría María José Cantudo. Y tiene un final épico en el que Stephanie cree que su misterioso motorista ha muerto. Y por ello ofrece una desgarradora interpretación en el concurso de talentos.
Por supuesto, al final todo habrá sido un malentendido, Michael vivirá, a ella le da igual que él sea un pánfilo porque a ella lo que de verdad le pone es la moto y todos acaban juntos y felices. Incluso Johnny (Adrian Zmed), que en principio era el novio de Stephanie, que al final se quita las penas con otra churri.
Y por último, recomendamos desde aquí la película musical ‘Hairspray’, porque en ella vemos a Michelle Pfeifer y a John Travolta de nuevo en un musical, uniendo el espíritu de ‘Grease’ de ayer, de hoy y de siempre.
