Este miércoles hablábamos de cuando en México se censuró un tema de Timbiriche, ‘Con todas menos conmigo’. Recordamos el caso: una canción de un grupo de adolescentes, cuyo público eran adolescentes, que hablaba de hacer el amor con todos menos con el chico que canta. Un tema que, dada la edad media de quince años, hizo que muchas señoras se agarrasen la rebequita mientras decían «oy, oy, oy, qué barbaridad».
Hablar de censura en el mundo musical daría escribir una enciclopedia Encarta 98 hablando del mismo. Se podía censurar una canción porque se pudiese considerar comunista, porque dudase de la existencia de Dios o porque hablase de prostitución, según tocase. Así que tocaba rehacer la composición para adaptarse a la ética, la religión o el control político según correspondiese. Por ejemplo, todos conocemos la copla ‘Ojos verdes’, que habla de una mujer que está «apoyá en el quicio de la mancebía», y dado que una mancebía es un prostíbulo, existen versiones censuradas en las que la muchacha está apoyada en el quicio «de tu casa un día», que es más recatado que en una casa de vicio y fornicio.
Otras veces, las canciones se censuraban un poco sin saber por qué, tal como le pasó a Mecano en Chile con ‘Hawaii-Bombay’, la canción compuesta por José María Cano que nos hacía pensar de pequeño que la ciudad india y las islas estadounidenses eran casi la misma cosa.
Según leo en foros, la salida del tema en 1985, incluido en ‘Ya viene el sol’, pilló al país latino en plena dictadura, por lo que se controlaba todo y más. Así, imagino que algún sabio censor decidió que la canción de Mecano original era algo cochinota e hizo cambiar un par de frases al hit original.
Nada más empezar, la Torroja nos contaba en España cómo Hawái y Bombay son dos paraísos «que a veces yo me monto en mi piso». No sé en Chile qué querrá decir eso, si montar solo se montan los caballos y la nata de los batidos o qué, pero los fans de Mecano en Chile escuchaban que son dos paraísos «que a veces yo disfruto en mi piso».
Pero ahí no queda la cosa. Si hay una frase célebre en esta canción es la de «Hawái, Bombay, a la luz del flexo, Hawái, Bombay, nos damos un beso. Hazme el amor frente al ventilador». Y claro, hacer el amor frente al ventilador además de ser de personas pobres que no tienen para aire acondicionado es de guarras, y rimar flexo y bexo algo absurdo y horrible. De este modo, en Chile se reestructuró la canción tal que así: «Hawaii-Bombay, bailando un bolero, Hawaii-Bombay, murmuras: “te quiero”, canción de amor… frente al ventilador».
La cosa es que buceando por YouTube me he encontrado una actuación de Mecano en la televisión chilena de aquel entonces, y la versión que cantan es un híbrido entre la original y la versión censurada. Lo que podríamos llamar la «Hawaii-Bombay semicensurada» tiene una primera parte es igual que la original, con Ana Torroja montándoselo en su piso, pero luego no hay rastro del bexo ni del flexo, mas sí del bolero y el murmullo.
¿Sería igual de icónica en España esta canción si hubiésemos tenido boleros en vez de flexos?