En estos días ha caído en mis manos el libro ‘Historias de las series‘ (Roca Editorial) de Toni de la Torre, una pequeña gran enciclopedia sobre las series de televisión. Ya sabéis, esas ficciones por capítulos tan de moda hasta el punto de que decir que no eres seriófilo es tan malo como apoyar el toreo o tomar leche con lactosa.
‘Historias de las series’ te cuenta cronológicamente cómo fueron produciéndose los seriales de más relevantes de la televisión, alguno de los cuales admito que desconocía totalmente, tanto españoles como foráneos. Desde los más primigenios programas hasta los más recientes, haciendo hincapié en éxitos que todos tenemos más que frescos como ‘Perdidos’ o ‘Friends’.
Pero resulta muy interesante, entre otras cosas, porque te sirve para que comprendas qué importancia tuvo tal o cual serie, esa que tu padre devoraba con pasión allá por los años ochenta, pero tú jamás te planteaste por qué.
He aquí alguno de las series que cambiaron la televisión pero tú no tenías ni pajolera idea de que esto era así.
- ‘Canción Triste de Hill Street’ lo petó en los Emmy de 1981 cuando nadie se lo esperaba, sobre todo por sus pobres audiencias. Su importancia era que la vida de los personajes era más importante que el género al que pertenecía la serie en sí, en este caso, el policiaco.
- ‘El Show de Bill Cosby’. El humorista al que se ha acusado de drogar y abusar de más de una treintena de mujeres lideró esta serie; de hecho, Bill fue el primer afroamericano en tener un show con su propio nombre). La trama es la de una familia americana de raza negra cuyo cabeza de familia es un ginecólogo, y supuso un revés a las ficciones racistas en los que los negros siempre eran de clase baja; aquí lo eran de clase media alta (¡cuánto le debe el tío Phill de ‘El príncipe de Bel Air’ a Cosby!). Fue de las primeras sitcoms en no usar risas enlatadas.
- ‘Las Chicas de Oro’. Otra pionera, en este caso por retratar la vida de cuatro mujeres mayores que se crean, por así decirlo, otra familia. Una serie que retrataba la vida en Miami de forma diametralmente opuesta a la de otra serie contemporánea, ‘Corrupción en Miami’. Por cierto, esta última serie también marcó a la audiencia, pero especialmente por su moda; gracias al look de Don Johnson se popularizó el usar camisetas con chaquetas americana, y había que serle fiel para estar a la última.
- ‘Mc Gyver’. El personaje que vuelve locas a Patty y Selma Bouvier de ‘Los Simpson’ caló tanto como para que en la actualidad se emita en Fox un remake de la misma. Lo que igual no sabías es que esta serie de acción surgió de respuesta a ‘El Equipo A’. Ay, qué sería de la televisión sin las respuestas de un canal a lo que hace otro… Gracias a estas pataletas de directivos tuvimos, por ejemplo ‘Los Munsters’, que eran una réplica de la CBS de ‘La familia Addams’ que se emitía en el canal ABC. Joan Collins rezando un padrenuestro para expiar sus pecados por ser tan mala y tan perra
- ‘Dinastía’ contaba entre 1981 y 1989 las aventuras de la adinerada familia Carrington y era una soap ópera (que para quien no sepa lo que es yo te lo defino como «el culebrón a la americana») que continuaba el éxito de otras como ‘Dallas’. Pero es que además fue la última gran soap opera, pues a partir de entonces lo que comenzó a triunfar como el cigarro electrónico fueron las sitcom o comedias de situación.
- ‘Se ha escrito un crimen’ tiene el récord de ser la serie cuya actriz ha sido más veces nominada a los premios Emmy: una docena ocasiones. Pero la pobre Angela Lansbury no lo ganó ni una sola vez, pero se llevó el juego del programa y este fuerte aplauso.
- Hablando de detectives, todos recordamos a Peter Falk como ‘Colombo’, que inicialmente fue un telefilme y que luego se convirtió en una serie. La gracia es que este antidetective tenía una peculiaridad muy similar al personaje que el propio Falk había interpretado en otra serie, ‘El extraordinario O’Brien’, pero entonces la audiencia lo rechazó. Sin embargo, con Colombo y su aspecto desaliñado alucinaron pepinillos.
- ‘Embrujada’, la serie de la bruja Samantha, tuvo cosas buenas como por ejemplo en ser de las primeras que tuvo a una mujer como protagonista. Sin embargo, sus guionistas eran tan flojos que en las últimas temporadas se veían capítulos calcados a etapas anteriores con cambios mínimos (un objeto mágico por otro), y aún así la audiencia respondía positivamente.
Para mi, muchas de esas series son muy convencionales y no creo que cambiaran nada. Yo si que añadiria «Blosoom», que creo que en España no se la recuerda mucho, y para mi si que supuso un impacto, y darme cuenta que las series pueden ser algo mas distinto e innovador.