En la televisión española gente de lo más dispar ha tenido su propio programa: del Padre Apeles a Manolo Escobar o Ramoncín. Hoy, en concreto, recordaremos cómo ejerció de maestra de ceremonias televisiva Isabel Preysler de la mano de Telecinco en el formato ‘Hoy en casa’.
Lo primero que tenemos que destacar es que fue su debut, pero porque ella así lo quiso. En algunas entrevistas promocionales señaló que anteriormente había recibido ofertas, pero que si dijo que sí a esta era porque tenía amigos en la productora.
Si tiramos de hemeroteca vemos que, efectivamente, ya en 1987 las revistas se preguntaban que si veríamos a Isabel Preysler como presentadora de matinales televisivos. Igual, si se hubiese atrevido, ahora sería nuestra Ana Rosa Quintana, con una revista y una colonia con su nombre.
La primera entrega de ‘Hoy en casa’ se emitió el sábado 16 de mayo de 1998, e Isabel, sentada en un sillón que hoy se nos hace horrible, nos daba la bienvenida a un saloncito muy cuqui. Que estuviese sentada fue decisión suya, porque así se sentía más segura, afirmaba. Una seguridad que no le impedía pronunciar cada palabra de forma masticada, alargando las frases, y con más miedo que Fresita con una vaca en la puerta.
El programa se definía como “un espacio multiservicio dirigido a mejorar la calidad de vida y la imagen personal”, y en realidad, era una sucesión de vídeos enlatados sobre protocolo, moda, decoración, belleza y salud. Algo así como meter a Arguiñano, ‘Bricomanía’ y algún otro programa más en una coctelera y lo pasas por un filtro de pijerío y elitismo.
En las diferentes secciones nos encontrábamos a un plantel de colaboradores:
Luz Feduchi, de decoración. En su sección, por ejemplo, analizaba estampados de sofás.
Cayetano Carral, que nos hablaba de objetos de diseño a precios asequibles (antes de que existiese Ikea), y nos descubría cómo hacer un marco para fotos por dos duros, o un centro floral.
Fernando Rius, de moda, , que intentaba que se renovase el armario por poco dinero, o nos descubría cómo sacar partido a los básicos del fondo de armario.
María Rosa Marchesi, que nos daba lecciones de protocolo y nos enseñaba cómo hay que tratar a la gente de usted o de tú, nos decía cómo colocar los platos en la mesa y cuánto hay que esperar a un invitado si llega tarde.
Yoshio, naturista japonés que tuvo cierta fama, y que descubría trucos naturales contra las patas de gallo o cómo hacerte una mascarilla de huevo.
Sesé San Martín, de cocina, que descubría a la audiencia temas fascinantes cómo hacer crepes dulces y saladas.
Miguel Ángel Tobías, que hablaba de salud. Sí, el mismo Miguel Ángel Tobías que luego presentó galas de José Luis Moreno.
La audiencia no acompañó a Isabel en esta aventura. Quizá podía haberle pedido ayuda a su hija Chabeli, que recordemos que en Antena 3 presentó ‘Al Sol’ en 1991, formato sobre deportes de verano.
“No soy nada natural ante las cámaras, no lo puedo remediar”, decía la propia diva de Porcelanosa, en unas declaraciones que recoge Unplugged de Telecinco. Lo cierto es que recibió palos hasta en el sombrajo, y ella aceptó las críticas con deportividad. “Algunos periodistas me han tachado de gélida y artificial. No tengo más remedio que darles la razón”, señalaba a El País.
“Sé que no sirvo para presentadora”, se resignaba a decir. Ella sabía que si estaba ahí era porque “salgo en las revistas del corazón, no por ser buena presentadora”, según recogía ABC.
El programa estaba anunciado para ocho entregas, pero solo se grabaron seis. El programa respiraba pijerío, pero claro, eso era marca de la casa. “Si dicen que somos elitistas no está mal, todo es según se mire”, se vanagloriaba la madre de Enrique Iglesias.
Pero es que además de ser mala presentadora, nadie se podía creer que Isabel, que ha pasado por el quirófano más veces que Cher, se quite las patas de gallo con remedios naturales, ni que dedique sus tardes a hacer marcos para las fotos, pudiendo comprarlas por catálogo. Tampoco nos la imaginamos poniendo una vajilla en la mesa, y en definitiva, haciendo nada de lo que se promulgaba en su programa.
A pesar de todo, Isabel resultó tener más datos sobre las audiencias que un dossier de Kantar Media, y dijo que la culpa fue un poco de los programadores. “El sábado es un día fatal y la hora tampoco acompaña. Creo que es un programa de sobremesa o para la tarde de los domingos”. Si ella lo dice.
Si queréis recordar cómo era ‘Hoy en casa’, aquí hay un vídeo subido a DailyMotion.
Ja ja ja ja, muero con el «Que interesante!… vamos a verlo» ja ja ja