Hace unos añitos, en este post de Sufridores reivindicamos el Superclan de Teresa Rabal, un grupo de niños y niñas cantantes que participaban en su programa ‘Se busca una estrella’ de Antena 3. Un espacio que se emitió hace ya la friolera de 23 añitos y en el que, entre otros, estaba José Antonio Giménez, un chico valenciano que cantaba tal que así.
José Antonio creció y siguió dedicándose a la música, y hoy se sienta en nuestro hipotético silloncito para recordar aquellos años televisivos.
¿Cómo llegaste a ser miembro del ‘Superclan’?
Antes de ‘Se busca una estrella’ se hacía el programa ‘La Guardería’ y había una sección de un concurso, al que llegué a través de un contacto de producción. No recuerdo ni quién ganó, creo que mi compañera Mercedes, y yo quedé segundo o tercero, y a raíz de ese concurso y con otros chicos que salieron no sé de dónde formamos el ‘Superclan’.
En el Superclan eras un único niño en un grupo de niñas. ¿Eras un marginado o un privilegiado?
Ni lo uno ni lo otro, era uno más, pero la verdad es que era muy introvertido. Yo tenía más relación con Mercedes, y otras tenían más afinidad porque se conocían de antes.
¿Te consideras un niño prodigio de la época?
No sé, ¿qué significa ser niño prodigio? ¿un niño de temprana edad que desarrolla el arte en alguna vertiente? Entonces sí. Pero la gente lo entiende ya con mucha fama, tipo Joselito.
Un poco rollo Joselito sí que tenías. ¿Te veías así?
Sinceramente no, ni antes de niño ni ahora desde la distancia. Aunque ese punto folclórico lo he tenido desde siempre, y ahora lo tengo más porque la copla es lo que me gusta. Pero la verdad es que para un programa de niños era lo menos comercial.
Grabasteis un disco, ‘Número 1’
Nunca supimos el por qué del nombre, ¿lo de ‘Número 1’ era porque tenía intención de haber un número 2, cuando no había más canciones, o porque era lo mejor? El disco realmente lo que hacía era reunir todos temas que se habían cantado en el programa, compuestos por Eduardo Rodrigo, el marido de Teresa Rabal. Pero no tuvo tirón, ni el programa, ni el disco. En mi caso, te puedo decir que yo el disco me lo tuve que comprar; yo no sé quién me lo debía mandar, si Eduardo que creo que la producción era suya o quién, pero yo tuve que irme a El Corte Inglés y pagarlo, y de hecho solo tengo uno. Esas cosas que pasan en la televisión, y más cuando eres un niño: eres un número a todos los efectos, contratos, seguridad social y demás. Y con Eduardo lo mismo, cuando grabas con él eres superguay, pero cuando acabas borrón y sigue con otros proyectos y otra gente, y te lo digo yo que tuve buena relación con ellos y los vi algunas veces después de acabar con el programa.
¿Ganaste dinero en aquella época?
No te puedo hablar de cantidades porque te mentiría, pero era algo irrisorio, casi simbólico. Y lo sé porque mis padres me daban el dinero para que yo lo guardase y lo administrase. Pero tampoco teníamos tanta repercusión como con otros programas como hay ahora en los que te puede compensar; en ‘La Guardería’ la protagonista era Teresa Rabal, no los niños que cantábamos y grabamos aquel disco. A nivel currículum sí vino bien decir que estuve un año en Antena 3, y pese a que no tuvo mucho tirón también te digo que hay gente que te recordaba años después, cuando ya casi ni tú mismo te acordabas de tus compañeros.
¿Qué fue lo mejor y lo peor de ‘Se busca una estrella’?
Lo bueno era casi todo, porque cuando eras pequeño todo era muy ¡guau!, viviendo grabaciones a veces de 14 o 15 horas en las que empezabas a las nueve de la mañana y a las doce de la noche todavía estabas grabando, con sus correspondientes parones, en una Antena 3 que estaba en pañales. Aquello era un programa de música sin música en directo, con todo en off, música, voz, y solo era en directo Teresa cuando hablaba. Y lo malo era que siendo tan pequeño te das cuenta de lo efímero que es todo, que una vez que acaba el programa y ahí queda todo.
¿Llegaste a sacar disco propio?
Lo saqué al poco de salir de Antena 3, en 1993, lo grabé en Madrid y se llamaba ‘Nuevas sensaciones’. Pepe Sánchez, que era batería de Julio Iglesias y otras personas así, me lo produjo, pero pagado por mí. Costó una pasta, pero jamás me engañaron, me dijeron que si no iba a Cadena Dial o Los 40 con millones debajo del brazo no me lo iban a poner, y ya me lo dejaron muy claro desde pequeño. Y un poco después, sobre el 95 grabé otro disco, pero solo servía como tarjeta de presentación.
Y desde entonces sigues dentro del mundo de la música.
Durante años hice espectáculos de variedades, en la estela de la revista de antes, haciéndolo yo solo, y también hice varias cosas en televisión. Canté solo hasta el año 2000 o 2001, y me metí en las orquestas, en las que sigo actualmente, aunque me planteo dejarlo porque las condiciones laborales no te incentivan. Mucha gente lo justifica conque haces lo que te gusta, pero el día de mañana no me la van a dar en función de haber hecho lo que me gusta, porque derechos no tenemos ninguno. Baja laboral, ¿eso qué es? O cuando oyes a alguien quejarse de que le quitan una paga extra que tú nunca has tenido. El problema es que hay gente que quiere trabajar a toda costa en la música y nos han apretado las tuercas, aprovechándose de ello muchos empresarios y traspasando muchas líneas que no se debían pasar, con precios por los que no se puede trabajar, y eso es lo que hay.
Por último, ¿eres aficionado al Festival de Eurovisión?
Nunca he pensado en presentarme porque no soy festivalero, y si me pilla sin trabajar lo veo por ver qué hace España. Pero sí tengo amigos festivaleros que se saben todo, hacen sus quedadas y esas cosas y me parecen lo más. Este año me pilló trabajando y lo vi al día siguiente, pero no me llama entre otras cosas porque no me parece que tenga un criterio justo para valorar las canciones.