Por Mike Medianoche
Hace mucho tiempo que no hablamos de juegos de mesa por aquí, y quizá vaya siendo hora. Tras haber recordado en otros post míticos juegos como El Precio Justo, y otros no tan míticos como el Letras y Números, el Cifras y Letras de los pobres. Hoy haremos lo propio con El País del Antichollo, uno de los juegos de consolación de la eliminatoria del Un Dos Tres que fue adaptado a una versión doméstica, como también lo fueron otros juegos de los que hemos hablado como La Pera y La Botilde.
Mientras que La Pera emulaba al juego de La Escalera y La Botilde a La Oca, El País del Antichollo de plató tenía su propia mecánica, simple a la par que compleja. Los jugadores tenían que tirar un dado y se desplazaban tantas casillas como indicase el número. Cada casilla traía una pruebecita o una pregunta de cultura general, y si se acertaba se entregaba mil pesetas a los concursantes. Cada casilla traía a su vez un número aleatorio, el cual los concursantes no podían sacar con los dados. Si cruzaban todo el tablero de lado a lado obtendrían el dinero del bote, y si perdían por sacar los números prohibidos, el Antichollo, tal como solían corear azafatas y el público, el Antichollo se «come come come come» la ficha. Parece un poco lioso, y de hecho lo es. Aquí vemos a los míticos hermanos Anchútegui Cerezo dándolo todo con este juego.
Como el Un Dos Tres siempre fue un filón de merchandising, la empresa Dalmau sacó el producto oficial, con su característico puntito Falomir Juegos en lo que a low cost se refiere. Yo, que siempre fui un niño al que el filón del terror le llamó mucho la atención, habría alucinado si una Navidad los Reyes me hubiesen echado un juego con una portada tan fascinante como esta, con un vampiro verde, una tumba, una bruja que vuela, un vigilante medieval de cementerio y el monstruo de Frankenstein paseándose por ahí. El problema es que luego de terrorífico no había nada de nada y no había ni rastro de bruja, ni de Frankenstein, ni cementerio ni Paco porras.
A diferencia del juego de plató, aquí podían jugar hasta cinco personas: cuatro concursantes y uno que hacía las funciones de Mayra y de Antichollo, cuya función era leer tarjetitas y dar y quitar dinero . En la foto no se puede ver, pero Dalmau tiene un gusto por el detalle exquisito ya que las fichitas de colores tienen escrito en relieve la palabara «Chollo», si bien el resto no es más que cartón y papel. Otra novedad respecto a la versión de la tele es que cuando te tocaba responder alguna pregunta o hacer alguna prueba te podía salir la carta con la figura del Chollo, que te eximía de prueba, aunque también de conseguir dinero. Por cada pregunta acertada o prueba superada, el Antichollo / Mayra te da mil pesetas, y si no, tenías que pagar tú esa cifra a la banca. Ganará aquella persona que tenga más dinero una vez el primer jugador haya cruzado todo el tablero de lado a lado. Por supuesto, si al tirar los dados sumas el número de la casilla en la que estás, habrá que decir eso de «come come come» y pierdes todo el dinero, aunque sigues jugando.
Como ya ocurriese con los juegos de Botilde y La Pera, lo más delicioso son las preguntas y pruebas que te pueden salir. Así nos encontramos preguntas de cultura general de todo tipo, incluyendo algunas de actualidad de la época. Por ejemplo:
¿Qué quiso decir aquel emperador romano cuando dijo ‘alea, jacta es’?
1. Anda, súbete a la jaca. 2. No te vanaglories. 3. La suerte está echada.
¿Qué nombre tenía el Santo Padre anterior al actual Juan Pablo?
1. Juan XXIII 2. Pablo VI. 3. León XIII.
¿De qué color tienen la piel los habitantes de Laponia?
1. Amarilla. 2. Rosada. 3. Aceitunada.
¿En cual de estas tres ciudades españolas no se publica el diario ABC?
1. Madrid. 2. Sevilla. 3. Valencia.
Ente las pruebas, hay para todos los gustos. Por ejemplo, a La Chunga pasaría sin problemas la prueba que dice «Súbase a algo elevado y baile flamenco con gracia». Por su parte, Ania de Gran Hermano no tendría problemas con la siguiente: «Recite una poesía qu se sepa de memoria. Si no se sabe ninguna, invéntesela (45 segundos», ya que podría recitar la poesía que se inventó para su madre, esa que decía «madre de oro, oro de ley, ley de ternura, ternura de madre». También hay alguna pruebecita con un punto chica Chin-Chin o María Lapiedra, como «Consiga que alguien le compre una prenda que lleve puesta encima», que podría llegar a convertir el juego en algo tipo «el Antichollo-Streptease» .
En plató, una de las pruebas que podía salir (y de hecho sale en el vídeo) es que te tocase acertar con el Choca-Toke, el cual también salió a la venta para jugar en casa, fabricado por KennerParker. En la descripción del embalaje nos lo venden de una manera que ni la Teletienda: «El Choca-Toke es un juego de habilidad similar al yo-yo. Con él podrás efectuar los más increibles ejercicios, tantos como pueda crear tu imaginación y desarrollar tu habilidad». Aunque en realidad era un juego del estilo con los que se divertía el Chavo del Ocho, consistente en meter un palo por el agujero que tiene una bolita.
Y esto es todo en el País del Antichollo. ¿Alguien se anima a responder las preguntas del juego de arriba o a subir un vídeo a Youtube realizando alguna de las pruebas físicas?
¡Qué recuerdos! Con lo que jugué yo de pequeño al País del Antichollo. Me parece un juego muy bien pensado porque La Pera y La Bota eran émulos de otros juegos de mesa y este, al menos, no era una copia burda de otro.
En los viejos antiguos, la caja era mejor que el propio juego en sí
Yo no habia visto este juego en mi vida. He dicho
Me ha encantado en momento low cost, porque tal cual xDDD.
Para mi, los juegos de mesa, es de lo más cutre del merchandising de 1 2 3 :P.
Gran post!
¡Me acabo de acordar de que de pequeño tenía figuritas del Chollo y el Antichollo! Por cierto, ¿en Sevilla no se publica el ABC?
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Admito que no miré la respuesta en el librito de respuestas X-D Cuando saque de nuevo el juego te lo miro. Mike Medianoche.
Que tiempos, recuerdo que me lo regalaron, no se si seguira en el desván de la casa del pueblo.