Querida lectora, puede que te estés preguntando por qué el mundo de los videojuegos visita Sufridores en Casa. El propósito de nuestro post de hoy es demostrarte que la Game Boy es más SEC de lo que pudieras pensar. La consola «portatil» que revolucionó a los niños españoles a principios de los 90 estuvo muy presente en la vida de los Sufridores en Casa. A las pruebas me remito…
Se trata del especial de Reyes Magos del Un,Dos,Tres emitido el 3 de enero de 1992. Óscar y Maria Elena heredaron el testigo de los «niños repollo» de 1987 y fueron los pequeños concursantes que llegaron a la subasta. Claro, con tal mala pata que perdieron sus Game Boy. Como era habitual en la etapa de Jordi y Miriam, el concurso se llenó de patrocinadores. Creo que solo faltó que Cruzado Mágico o Princesa patrocinara la ropa interior de las azafatas. La voz en off se encarga de destacar ciertos aspectos de la Game Boy que vistos 20 años después nos fascinan y merece la pena analizar.
– «La consola que te cabe en el bolsillo». Sí, nos estamos refiriendo a la que muchos llamaron «la Game Boy tocha» cuando aparecieron los modelos más delgados y ligeros. Suponemos que se refiere a los bolsillos del peto que se ponía Miliki en La Merienda, porque si no, no me lo explico. También es cierto que fue una época en la que la moda la dominaban los pantalones anchos, y el rollo «raperos». Somos incapaces de imaginar a un moderno de Malasaña con unos pantalones «hipermegaskinny» de esos que cortan la circulación intentando guardar su Game Boy en el bolsillo. Eso o que se lo coloque en otra parte para intentar sorprender a su novia hipster. El riesgo es que la chica luego quiera jugar… pero elija la Game Boy.
– «30 horas de diversión con solo 4 pilas». No, no es un consolador, era otro de los atributos que destacó el departamento de marketing de Nintendo para vendernos la consola. En una época en la que vivimos pegado al cargador de nuestro móvil (No sabemos por qué les llaman móviles, si te toca tenerlos casi siempre enchufados) es curioso recordar cuando vivíamos pendientes de «un paquete de pilas». Game Boy llevaba cuatro y esto generaba «clases sociales» entre los pequeños. Mientras unos niños bien presumían de tener pilas alkalinas Duracell (¿os acordáis cuando lanzaron la funcionalidad de apretar la pila y ver cuánto le quedaba?, otros se conformaban con las pilas salinas de «todalavidadedios». Esas que normalmente eran azules y duraban menos que un programa de Pilar Rubio. Luego los niños inventaban métodos para ampliar la duración de las mismas. Que levante su bollycao el que no haya intentado mezclar pilas de distintos tipos. Y ya, si eras el hijo de algún concejal, venías con tus pilas recargables con la excusa de ser más ecológico que Cristina del Valle en una manifestación de GreenPeace.
– «El apasionante tetris». Sí, igual que la Wii te la vendían con el Wii Sport, el gancho para comprarte el pack completo de Game Boy era el Tetris. Vale que el juego es adictivo, es más, somos muchos los que seguimos jugando de vez en cuando a la versión del teléfono, pero de ahí a ser el más apasionante…los había más divertidos. En este caso se mantenía la fórmula, te podías comprar la consola «suelta» por 8.490 pesetas, o el pack con Tetris por casi 13.000. Para los lectores de la generación 1991. GameBoy vendría a costar lo que hoy un Kindle.
Se presentaba con un catálogo de «más de 100 juegos». Esos que te tocaba suplicar que te regalaran para tu comunión, cumpleaños o fiesta de guardar. Porque en los 90 y hoy, el «cartucho» de videojuegos en España, barato, barato, no es… Claro que siempre había alternativas. ¿Tú también tuviste uno de éstos?
Eran los «cartuchos pirata». Un juego, que tenía más de 50 en uno solo, y los ibas pasando dándole al botoncito amarillo. Botoncito que acababa por fastidiarse y te tocaba ir con un imperdible o clip (sí, en esto fueron pioneros, como para sacar la SIM del iPhone) o «encender y apagar» la consola para llegar al juego 9 que te gustaba: «el de las bicicletas», «doctor Mario», «el de las tuberías» (a mi este me volvía loco)…o esos que te enseñaban a jugar a las damas y a las cartas orientales. ¿Por qué ninguna empresa española lanzó el «spanish cartucho pirata» con La Oca o El Cinquillo? Hablando de la Oca, otro elemento más que une a Nintendo y a Sufridores en Casa fue el cameo que Super Mario se marcó en El Gran Juego de la Oca. La misión, como en la Game Boy: rescatar a la princesa Letizia.
El disfraz de Super Mario estaba menos logrado que el cambio de madre del Principe de Bel Air, pero demuestra cómo en la primera mitad de los 90, la promoción estaban en todos lados. Hoy en día, vemos como los concursantes de Gran Hermano juegan a la Wii. Más allá de la icónica figura de Mario, a mi me gustaría destacar a otro personaje, cuyo juego me enganchó y que, a día de hoy, me sigue pareciendo el mayor icono gay que nos ha regalado Nintendo.
Un muñeco rosa que se lo come todo. Ese es Kirby, achuchable a más no poder, aunque para darle un achuchón igual era más rápido rodearle. Lo de que era rosa lo descubrimos por la caja del juego, porque en la pantalla de tu Game Boy, Kirby aparecía en blanco y negro, como Massiel cantando el La, la, La en TVE. Una de las habilidades de Kirby era comerse a su enemigo y copiar su aspecto/habilidad. Para que lo entiendas, querida lectora, es como si Marta Sánchez fuera Kirby, y su enemiga fuera Madonna. Miss Sánchez se come a la madre de Lourdes Maria, y copiaria su aspecto…oh wait… Otro juego para «tragones» que tuve fue el de McDonalds. Se llamaba McDonaldsLand y en él Ronald McDonalds te iba proponiendo misiones. Para jugar tenías que escoger entre un niño blanco o negro, yo buscaba un niño canario, pero no había…
Además de los juegos, la Game Boy fue pionera en el mundo del accesorio. Ahora cuando te compras un iPad tienes que empezar a comprarle más complementos que a la Nancy, pero ya Game Boy te generaba ese hábito. A destacar, algo que nunca acabé de entender: la lupa con luz. Supuestamente para que no te dejaras los ojos en la minipantalla y que pudieras jugar en la oscuridad, pero el Light Boy (nombre oficial del accesorio) no daba más que problemas. Tenías que colocarte la Game Boy en una posición exacta para que la lupa no te deformara a SuperMario como si fuera un Ecce Homo. La lucecita por su parte, a poco que empezaran a gastarse las pilas (sí, llevaba dos pilas, ya llevamos 6 en total) tenía menos potencia que la voz de Paulina Rubio. Eso sin contar el mamotreto en el que se te convertía la consola.
También inventaron fundas. Yo recuerdo tener una de goma, similar a las que se pusieron de moda para los mandos de la tele, que encajaba tu Game Boy para protegero de las caidas. Añadamos el drama de llevar los juegos, que también se inventaron los separadores para guardar las cajitas. Tener el juego en la cajita era básico, para que no se te llenara de polvo y tuvieras que estar soplando el cartucho como método «avanzado» para probar por qué no te funcionaba y no sonaba el «tilín» (léase en tono de sonido de encender la Game Boy)
Ante tanta avalancha de accesorios, aparecieron los maletines, que intentaban aliviar la complejidad que suponia ir a visitar a tu abuela y querer llevarte la Game Boy. Solo que al final parece que en lugar de jugar a la consola, te ibas de reportero al Amazonas en plan Miguel de la Cuadra Salcedo. Pero todo valía en aquella época por tener una Game Boy, y presumir de ella en el colegio, en casa, en el parque… Porque, como decía la canción, tú también querías ser un fenómeno…
Por cierto, tú eres de los que dice ¿el Game Boy o la Game Boy?
Buah! que grande el artículo, ya solo con leer el título se me saltaban las lagrimas. He crecido entre consolas (que mal me ha sonado siempre) y pcs, con la gameboy pase horas y horas, y siempre me parecio genial, el enfoque que le has dado, me ha parecido muy bueno. Mencionaria tb a pokemon, que salio en la recta final de la consola, pero las versiones azul y rojo, dieron mucho juego, incluso a dia de hoy se las recuerda, y han dado lugar a muchisimas versiones mas.
Muy bueno el artículo, me siento identificado con todo, excepto con dudar de que el tetris sea el juego más apasionante… lo ha sido siempre!! totalmente adictivo y aún sería capaz de sacar mi Game Boy de su maletín para echarme unas partidas al Tetris ¿quién no se ha pasado el nivel 9-5 mil veces para ver a los rusos bailando y ver el pedazo de cohete volando?.
Pero bueno, quizá es la opinión de uno que usaba pilas recargables y no por ecología, sino porque era mucho más practico 😛 jaja
Saludos!
Yo tuve una con el cartucho pirata, en mi caso el juego que me enviciaba era uno muy complicado en el que el muñeco tenia que coger una llave y luego ir a una cerradura, era casi imposible.
En mi casa le compramos un transformador para poder usarla sin pilas porque consumia demasiado.
Que grande yo todavía tengo la mia guardada era de color azul ^_^
Un apueste por una Game Boy vs. Game Gear (que era AÚN más mamotreto y ADEMÁS chupaba 6 pilas en menos de 2 horas jajaja), eso sí a todo color.
Qué recuerdos!! Yo me acuerdo que todos mis primos tenían una y los fines de semana intercambiábamos los juegos. Yo tenia un adaptador para poner los juegos en la supernintendo
Rosa León, Jordin Estadella, 1 2,3 y la Game Boy ¡Qué generación!