Alguna vez hemos analizado cómo España comparte idioma con muchos países de América Latina, pero nos divide luego las traducciones, al menos, en lo que se refiere al cine y la televisión.
Por ejemplo en su día hablamos de ‘Sésame Street’, lo que aquí es ‘Barrio Sésamo’, allí se llama ‘Plaza Sésamo’. Y que lo que aquí es Gustavo (Kermit en su versión original) allí es René, y que Epi y Blas (Ernie y Bert) son Enrique y Beto.
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Esto viene a cuento porque el otro día estaba leyendo este artículo sobre traducciones horribles de títulos de películas y destacaba ‘Sonrisas y lágrimas’, cuyo título original es ‘The sound of music’.
Ya sabéis de qué cinta estoy hablando: aquella de 1965 en la que Julie Andrews hace de una monja-supernanny, la cual intenta meter en vereda a los numerosos hijos de un capitán viudo, del cual se acaba enamorando mientras nos canta que «don es trato de varón, res selvático animal» y todo eso.
Eso, al menos, en España; en América Latina (México, al menos) ‘The Sound of music’ es conocida como ‘La novicia rebelde’. Se ve que al otro lado del charco también tienen un talento natural para pasarse las traducciones por el forro y apostar por títulos cinematográficos así creativos.
La cuestión es que si en España pidiésemos en un videoclub (si quedasen) una copia de ‘La novicia rebelde’ para alquilar, lo que nos darían es una película de Rocío Dúrcal, también musical, y que es un remake… Pero no de ‘The Sound of Music’, sino de ‘La Hermana San Sulpicio’. Una película colorida de 1971, en la que Marieta vestía túnicas diseñadas por Pertegaz.
Ya sabemos que Rocío Dúrcal fue la cantante española más mexicana, así que nos preguntamos ¿y cómo se llamaría allí la cinta, para evitar equívocos si ibas al videoclub? Muy sencillo. Allí Rocío no fue rebelde, sino soñadora. Me muero por saber qué otros nombres tuvieron los distribuidores sobre la mesa. ¿La novicia Micolor, quizá?