La Terremoto de Alcorcón «La Prohibida me enseñó a maquillarme pintando encima de un Hola con Claudia Shiffer»

Por Mike Medianoche

El espectáculo The Hole está de gira por España. Tras pasar por Madrid, donde ha estado meses asentado en el teatro Calderón, y antes de pasar por Valladolid y Barcelona, Málaga acoge al show hasta el próximo 11 de agosto. Servidor tuvo la oportunidad de verlo el pasado miércoles y disfrutó con todo lo que pasó en aquella pista en la que La Terremoto de Alcorcón hacía de maestra de ceremonias, y en la que también estaba el atractivo Álex Forriols (del último Operación Triunfo) cantando y hasta enseñando su muy bien puesto culete.

Poco antes de empezar el show tenía concertada una cita para entrevistar a La Terremoto, aunque quien llegó allí, con el pelo recogido por una media y con la cara sin rastro de maquillaje fue Pepa Charro, la artista que da vida a la Terremoto, para mi sorpresa. Vale, confieso que de sorpresa nada, era muy lógico que no me estuviese esperando ya maquillada como una puerta y pasando calor con la peluca para darme una entrevista que iba grabada en el móvil, pero me apetecía decirlo. Y el resultado de dicha entrevista te lo resumimos a continuación, como viene siendo habitual, en los siguientes titulares:

Titulares:

«Seguro que las cuatro señoras atrevidas que veían el Un Dos Tres seguirían la tendencia de la moda de Mayra».

«Estamos en un momento en el que hay que inventarse las cosas y que te den de comer y punto».

«Me encantaría protagonizar un anuncio de Neutrex».

«Blanco y Negro intentó sacar un disco recopilando mis canciones, pero era muy caro pagar los derechos».

«La preselección de Eurovision de 2008 fue un desencanto».

«Fenómenos ha sido víctima de la poca paciencia de una cadena»

Entrevista a Pepa Charro, La Terremoto de Alcorcón.

Cuando presentaste el programa Carta Blanca en La 2 le preguntaste a Paco León que qué tiene Paco de Luisma y qué tiene Luisma de Paco. Como quiero ser tu discípulo, te copio la pregunta. ¿Qué tiene la Terremoto de Alcorcón de Pepa Charro y qué tiene Pepa Charro de La Terremoto?

Creo que, con los años, hemos llegado a ser una y nunca sé qué es lo que piensa Pepa y qué es lo que piensa la Terremoto. Cuando me pongo la peluca me convierto en la Terremoto, y ella tiene sus ideologías políticas, y también es mucho más religiosa que Pepa cuando ve una virgen, o una folclórica… Pepa es mucho más simple y sencilla. Aunque supongo que ya somos lo mismo, que no hay diferencia.

En Carta Blanca elegiste a nuestra idolatrada Mayra Gómez Kemp para entrevistarla. ¿Por qué?

Porque yo soy una niña de la generación Un Dos Tres y la televisión actual tiene que aprender mucho de lo que era hacer tele entonces, que era entretenimiento. Ahora se utiliza mucho más el concepto de caja tonta o de telebasura para hablar de la televisión que la palabra entretenimiento, que es lo que era cuando te sentabas en familia a verla y comentabas lo que veías. Mayra era un personaje muy entrañable y como soy muy familiar me recordaba a mi infancia. En ese programa elegí a gente que me pareciese familiar, a algunos de los cuales no conocía hasta entonces, como Paco León, con quien me sentí tan cómoda que incluso tiré el guion y le dije “mira, vamos a hablar tú y yo tranquilamente aquí, cara a cara”. Y a partir de ahí empezamos a hacer trabajos juntos,  el último un papelito que he hecho en un corto suyo para una campaña contra el cáncer. Es un gran profesional y una bellísima persona.

Yo tengo una teoría de que Mayra es la Madonna española. 

¡Es que Mayra ha sido muy moderna! Esos modelazos, esos entallados que llevaba al Un Dos Tres, esos pendientes, esas hombreras, era maravillosa. Yo me imagino que las cuatro señoras atrevidas que veían el programa seguirían esa tendencia de Mayra. ¡Llevas la razón nunca lo había pensado!

En cierta ocasión dijiste que cuando Pepa se convierte en La Terremoto nos encontramos con una mujer que hace de travesti, es decir, de chico que hace de chica. ¿Podría decirse que eres metatravesti?

Nunca había escuchado esa palabra, pero me parece muy buen término (risas). Metatravesti. Sí, soy metatravesti, porque soy una mujer que hace de hombre que hace de mujer. Porque yo aprendí a hacer lo que hago como La Terremoto yendo a ver a grandes travestis como La Prohibida, Vivian Caoba, Psicosis Gonsales… Cuando yo descubrí cómo eran esos shows, en antros oscuros en los que los artistas trabajan por 30 o 40 euros la noche y tienen  que hacer el show, cambiarse de vestido cinco veces, tomarse copas con los clientes, y encima tener la fluidez para coger el micrófono y entretener al público, todo eso me fascinó y quise ser un hombre que hacía de mujer más. Precisamente, La Prohibida es mi madrina artística porque ella me enseñó a maquillarme. Yo casi no me maquillaba de calle, y no tenía ni idea de cómo maquillarme para teatro, que es un tipo de maquillaje diferente porque se tienen que exagerar los rasgos, y yo no sabía. Y ella cogió una revista Hola y sobre un anuncio en el que salía Claudia Shiffer y que aún guardo, pintó encima de la foto cómo tenía que ponerme el eyeliner, cómo ponerme las sombras, todo. ¡Más madrina que la que te enseña a maquillarte!

Y ahora estás de maestra de ceremonias en The Hole. Para aquellos que no lo hayan visto ¿qué se van a encontrar? 

The Hole es un show muy impactante, y a quien le llame la atención que venga y que ni mire vídeos de youtube, y así se sorprenderá más. Aunque evidentemente, si lo ve no pasa nada, porque la interacción con el público es única cada vez que salimos y es una sorpresa hasta para los que lo estamos haciendo. La frase que resume The Hole es que hay que estar en el agujero para salir del agujero, y yo siempre lo recomiendo a todo tipo de público porque sirve estupendamente para desconectar.  Ahora en octubre se estrenará la segunda parte del espectáculo en Madrid con Álex O’Doherty como maestro de ceremonias, y yo estaré al frente de esta primera en Barcelona.

Fuiste una pionera en España en lo que a audios y vídeos virales se refiere. Si a Cecilia le ofrecieron un trabajo como creativa publicitaria después de restaurar el Ecce Homo, ¿cómo es que a ti nunca te han contratado en una agencia de publicidad, con lo visionaria que eres? 

No ya eso, es que ni siquiera he hecho publicidad, y eso que siempre he pensado que La Terremoto es un personaje que tendría mucho gancho como reclamo publicitario, por ejemplo para detergentes. Imagínate, la gente se quedaría muerta al ver a La Terremoto vestida de blanco en ese paraíso virtual de Neutrex Pero es algo que no han sabido verlo. Cuando hicimos el primer vídeo de Madonna, que es el que pegó el pelotazo, no existía ni Youtube, era Google Videos, y lo hicimos sin pensar en dónde me estaba metiendo y sin esperar el éxito que tuvo y que llegó de golpe. Aunque yo no inventé nada, lo de cambiar la letra de las canciones ya se hacía en La Parodia Nacional, aunque sí es cierto que a raíz de aquel boom empezó a verse lo mismo en los shows de José Mota, Los Morancos, en muchas travestís que cantan en directo… Cosa que me parece precioso, vaya.

Y fuiste de las primeras personas en tener un programita en Youtube, La escala d de Ritcher. 

Hicimos el piloto y no funcionó, y mira que luego funcionó bien por internet lo de la Hora Chanante y Muchachada Nui y todos los programas locos. De hecho, en La Escala de Ritcher estaba Antonio Trashorras, que trabajaba en La hora chanante cuando se hacía por internet, que es un hombre muy fresco, un coco . Murió tras el piloto, y me parecía maravilloso porque me daba la oportunidad de hacer varios personajes, y me lo pasaba pipa

Hace bastante que no te escuchamos algún tema nuevo de las versiones a las que nos tienes acostumbrados. 

Sí, y la gente me pregunta que por qué no hago vídeos, y yo respondo que ya todo el mundo hace vídeos. Cuando la gente machaca mucho un género dejo de hacerlo y cambio de tercio, por ejemplo, cantando en directo en una orquesta de cuarenta y un miembros en El Molino de Barcelona,  donde descubrí lo mágico que es con trabajar con músicos en directo. También grabé un tema con Chicks on Speed que saldrá este año y que se publicará en Berlín y en Australia, y participé en Perhaps, que es una performance con videoproyecciones con el batería de Sexy Sadie, saxofones, la cantante Sunflowers y yo, y costaba tanto que sólo pudimos hacer uno y lo hicimos mal. Y en Ibiza participé en una fiesta llamada La Peineta, donde me inventé una cosa de mezclar la música electrónica con el cuadro flamenco que había. Metimos encima de una canción de Fisher Spooner a Antonio Carmona tocando la caja, a Tomasito haciendo haciendo un taconeo y cantando, todo ello con un vestuario imposible, y quedó chulísimo. Era muy raro.  Estamos en un momento en el que hay que inventarse las cosas y que te den de comer y punto. Yo viví un momento de gloria maravilloso pero ese no se va a vivir más, y más como está el mundo del espectáculo y el tema del IVA. Hace unos años monté un espectáculo con Antonia San Juan, Precios Populares, que aunque no requirió una gran inversión para lo que era, una caja negra y dos actores eran 20 000 euros el alquilar el teatro. De aquello costó mucho recuperar la inversión, y ahora es que no podría planteármelo.   Hay que pensar en vivir, sobrevivir y reírse mucho.

¿Cuál es la pregunta que más veces te han hecho en entrevistas?

Que si Madonna conocía la versión que yo había hecho, a lo que la Terremoto siempre respondía contando la eterna amistad que la unía a Madonna, porque me parecía una ida de olla divertidísima. Y un día era la canguro de Rocco, otro día estábamos peleadas, otro le había regañado por separarse los dientes…

Porque Madonna tiene los dientes separados, como Mayra.

¡Si al final vas a tener tú razón, coño!

Yo creía que la pregunta que más te repetían era ¿para cuando un disco?

También, pero esa tiene una respuesta más aburrida y es que sencillamente no puedo hacerlo, a no ser que me cedieran todos los derechos editoriales las discográficas. En el momento del Boom, la discográfica Blanco y Negro lo intentó, pero era tan caro pagar los derechos que se echaron atrás.

Participaste en la preselección de Eurovision de 2008. ¿Cómo recuerdas la experiencia?

Fue muy breve, porque nos descalificaron bien pronto. Fue el año de la polémica de MySpace, cuando después del inicio de las votaciones, en las que yo estaba en el veintitantos y La Prohibida estaba unos puestos por encima de mí, se cancelaron todos los votos y se empezó de cero. Fue un poco un desencanto. Yo nunca me planteé representar a España en Eurovision, pero era una buena ocasión para hacer un tema original llamado He’s my man, que no lo había hecho nunca, y queríamos ver qué pasaba. Me parece un tema maravilloso y que abrió paso a Libérate, que fue himno del Orgullo y que fue el primer disco que saqué con letra y música de la Terremoto.

Tu participación en la preslección, tu versión de Poupée de Cire… ¿Eres Eurofan?

Como cualquiera que se criase viendo el Un Dos Tres, fui eurofan y me sentaba a ver el Festival, y también el de la OTI. Lo disfrutaba mucho, y me aprendía la canción de muchos países. Pero luego se ha convertido en algo demasiado de negocio y ha perdido para mí un poco de la magia, aunque me encanta que los eurofans tengan esa pasión.

Has sido actriz, cantante, vedette, guionista, productora… ¿Qué palo te falta?

¡Todos! El teatro dramático es algo que me fascina y sólo he hecho una incursión en El Amor Brujo conla compañía de Rafael Amargo, en el que se cayó la actriz principal y me llamaron y en una semana se montó todo. Disfruto mucho con el drama y es verdad que ahí no me dan mucha oportunidad, aunque el 17 de septiembre se estrena también en Madrid un espectáculo llamado Marranadas, que se estrena en El Matadero, y son siete monólogos de Alfredo Arias, un gran director argentino afincado en París, que se retira del espectáculo con esta obra. Es una historia de una mujer que se transforma en cerda, pero es muy dramático y muy dura. Además, Marranadas tiene siete películas entre los monológos, para los cambios, y que están dirigidos por Toni Aloy, un director mallorquín que firmó una película llamada El Celo, con Lauren Bacall y Harvey Keitell.

¿Qué le pasó a Fenómenos, la serie de Antena 3 en la que participabas?

Fenómenos ha sido víctima de la poca paciencia de una cadena, es una lástima. Tenía sus fallos, como todas las series al principio, y le faltaba el rodaje. En los primeros capítulos chillábamos mucho porque es una pauta que nos marcaron y luego nos pidieron que bajásemos el tono, se empezó a potenciar más las relaciones entre los personajes por encima de las historias de los fenómenos, y se estaba trabajando todo esto y mejorando mucho los capítulos. Pero llegó el parón navideño, se cambió el día de emisión para contraprogramar a otra cadena, y acabó en el capítulo diez, en vez de llegar a los trece con un final digno con la posibilidad de retomarla si el público así lo pedía… Pero al menos de Fenómenos me he llevado diez amigos nuevos que eran los compañeros de la serie.

Un pequeño test para acabar. Un presentador o presentadora de televisión, un anuncio y un juguete.

Presentadora yo ¡claro! De anuncios me gustan me gustan mucho los de Pascual, son buenos de lo malos que son, con una manera de hacer publicidad que funciona. Y mi juego favorito de pequeña era Pirámide, una especie de ajedrez extraño, y otro llamado Jugar a vivir, que era como una versión española del Monopoly.

¿Alguna cosita que te hayas dejado en el tintero?

Pues recomiendo a quien no lo haya visto la miniserie Carta a Eva, dirigida por Agustí Villaronga, porque aunque esté hecha con cuatro duros creo que es la mejor serie que se ha hecho en España y en la que yo tenía de compañeras a Julieta Carnaldi, Ana Torrent y Malena Alterio, actrices maravillosas. Y si alguien no lo ha visto, está en Televisión a la carta.