Por Mike Medianoche
De los creadores de La vuelta al Mundo en 80 Monopolys volumen I hoy os acercamos la secuela, dedicada al mundillo del cine, la música, la televisión y los cómics. Y es que el mejor juego de mesa de la historia ha sacado numerosas versiones adaptadas a los gustos variados del respetable. Comencemos el repaso.
En el terreno musical encontramos los Monopolys de Elvis, donde puedes comprar Graceland o calles-concepto como Viva Las Vegas. Los Beatles también tienen su propia versión, donde puedes comprar calles con nombres de discos e incluso los mismísimos estudios de Abbey Road. Por último, el tercer Monopoly musical es el de American Idol. Suponemos que en la versión española sería el Monopoly de Operación Triunfo, y podrías comprar San Vicente de la Barquera, Armilla o Valencia de Alcántara, y en lugar de ir a la cárcel escucharías el single de Enrique Anaut.
Los fans de las sagas cinematográficas también tienen su rinconcito en esta, tu web amiga. Así, puedes elegir entre los de Star Trek, El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Narnia o el de la Guerra de las Galaxias. Si el señor Monopoly tuviese que hacer una adaptación de sagas cinematográficas españolas ¿elegiría las de La Gran Familia o tiraría por la chabacanería de Torrente? ¿O acaso por las películas de Hombres G?
Pero hay más. Para los que les gusten las sagas protagonizadas por atractivos caballeros, están las versiones de James Bond, Indiana Jones y Piratas del Caribe, para poner casitas en la Perla Negra, comprar la Última Cruzada o pagar un impuesto al Doctor Octopussy.
Y ahora hablaremos de super héroes. Para los amantes de DC Cómics encontramos a Batman, el amiguito de Robin, y el de Superman, aunque con la imagen de la película Superman Returns en vez de dibujos del mítico cómic. Y si eres una moderna que escucha La Casa Azul y te encanta su tema La Nueva Yma Sumac, te puedes agenciar el Monopoly de Ultraman, el super héroe japonés que citan en esa canción y que en España se pudo ver en aquel programa infantil tan alternativo como era Pinnic.
Si eres más de la Marvel Verdú que de DC, también tenemos Monopolys para ti. Desde uno que, a modo de popurrí, recoge los principales super héroes de esta editorial a las versiones individualizadas de Spiderman, Los Cuatro Fantásticos y los X Men. ¿Para cuando una versión del Monopoly, del Palé si me apuras, de Super López o de Zipi y Zape?
A medio camino de los juguetes, las series, los cómics y las películas nos encontramos el Monopoly de los Transformers, un juguete insignia de Japón, pudiendo decirse que es lo que la Mariquita Pérez para España. Y por otro lado encontramos el Monopoly de los Thunderbirds, que a mí, personalmente, me resulta tan atractivo como un posado veraniego de Rappel.
Continuamos mezclando ocio y televisión con los Monopolys de los Gi Joe y de Super Mario Bross. Hay que destacar que Mario comparte protagonismo en el tablero con Luigi, que es la Mónica Cruz de los videojuegos. Los fans de la serie Seindfeld tienen también su versión del Monopoly, aunque incomprensiblemente no se han hecho adaptaciones de otras grandes series como Friends y poder comprar el Central Perk, o de Las Chicas de Oro. Porque admitámoslo: sería delicioso poder poner cuatro casitas en Saint Olaff. Por otro lado, los fans como servidor de la lucha libre disfrutarán con el Monopoly de la WWE, si bien tiene el problema de que es una versión infantil. Una pena no poder tener versión de adultos para jugar con Batista, Rey Misterio o Mister Kennedy.
Cerramos el post de hoy con una oda al cine infantil, con las fantásticas ediciones de las películas El Mago de Oz (que me encantaría que me regalase alguien por cualquier motivo, así, en general), Shrek y Pesadilla antes de Navidad, ideal este último para tu amiga que se cree gótica desde que de pequeña vio en Antena 3 la película Eduardo Manostijeras.
Sirvan estos tres últimos Monopolys como anticipo de lo que será la tecera entrega de La Vuelta al Mundo en 80 Monopolys, que irá dedicada a los más pequeños. Hasta entonces, y como decía Aramís, háganme el favor de ser felices.
¡Quiero esa versión española del «American Idol»!, ¡Me encantaria estar todo el rato cantando el María José, María José!
QUIERO EL DE MARVEL YA. Y EL DE BATMAN TAMBIEN!
¡¡¡ MONOPOLY DE LAS CHICAS DE ORO YA !!!
Yo sería el más feliz del mundo con un Monopoly de La Casa de la Pradera, ah, qué felicidad comprando las calles, bueno, la calle, de Walnut Grove, la casa del Sr. Edwards, hipotecando a la hijaputa de la tienda de Olesson’s Mercantile, arruinando a su hija Nellie, bueno, no, que de mayor se volvió buena. Compraría la iglesia del Reverendo Alden, y con todo el dinero que ganara, traería a Mary a la clínica de Barraquer para que le devolviera la vista.
Bueno me callo ya, que yo con Little house of the prairie, es que flipo, se nota ¿no? 😛
¿Para cuándo el Monopoly de Belén Esteban? Que se haga justicia ya!!!
Yo nunca jugaría al de OT porque nunca me arriesgaría a escuchar el single de Enrique Anaut. Eso sí, una noche estábamos en un bar mi amigo y yo y la pusieron. Claro que era miércoles y no sé qué hacíamos en una supuesta fiesta romana (en la que lo único romano era una gogó putona con una sábana enrollada para que no se le viera el toto) homenajeando a Massiel. Pero Patricia, yo no he venido a esto, yo he venido a reivindicar a Naim Thomas como banda sonora de la cárcel del Monopoly:
http://www.youtube.com/watch?v=YWjzYTNVwcg
Era Javián, no Enrique Anaut. Se parece, pero no es lo mismo.
Me encantó la versión: El mago de oz….
Para mí Javián y Enrique Anaut son la misma persona.