La vuelta al mundo en 80 Monopolys (III)

Por Mike Medianoche

Hace ya mes y medio que ofrecimos la segunda entrega de nuestro especial La vuelta al mundo en 80 Monopolys, donde ofrecimos un especial dedicado al cine, la música y la televisión. Porque no hay que olvidar que el Monopoly debe ser el juego de mesa favorito de cualquier sufridor en casa, a excepción de Caritina Goyanes, que prefiere el parchís porque se puede comer las fichas del contrario.

En esta ocasión, los Monopolys irán destinado a los más pequeños, ya que recogeremos todos aquellos que tienen como tema las series, películas y muñecos infantiles. Y como no, empezamos con Disney, que tiene dedicados más Monopolys que realities fracasados Antena 3.

Y aunque los haya de lo más específico, existe un Monopoly genérico Disney, rollo parque temático y con los personajes más clásicos. Aunque si quieres uno genérico un poco más cursi, está la edición de las Princesas Disney, encabezadas por Mulán, la Cenicienta, Ariel, Jasmín, Blancanieves, la Bella, la Bella Durmiente y Pocahontas. No entraremos en polémicas, pero Mulán tiene de princesa lo que Pilar Bardem de pepera.

Pero pese a existir los Monopolys Disneys genéricos, también tenemos algunos en plan spin-off, como el de Micky (que personalmente me parece chulísimo), el de Winnie de Pooh y el de Blancanieves, que consiguió escapar del resto de princesas y seudoprincesas para lograr el papel que ella se merecía, a lo Aída.

Si eres fans del Disney Channel, también hay Monopolys para ti, con uno dedicado a todo el canal en general y todos sus personajes, desde Hannah Montana a los Jonas, y otro específico de HSM 3, para los fans de Troy, Sharpay y compañía. ¿Harán uno dedicado a la serie Cambio de clase y podremos comprar las rastas de Max o los apuntes de Newton?

Cerramos el repaso Disney, que no de Monopolys, con los dedicados a PixarPixar y edición específica de Toy Story), (también en edición genérica así como mi Monopoly favorito Disney: una edición especial de todos los villanos, desde Úrsula (la mejor mala Disney)  a Garfio, pasando por Cruella, los siameses de La dama y el vagabundo o el lobo de Los tres cerditos.

Nos ponemos más rudos y hablamos del Monopoly de Bola de Dragón, donde desconocemos si las cartas de Caja de Comunidad serán sustituidas por unas de Onda Vital, pero que sinceramente pinta muy bien. Para las niñas, tenemos una versión de las Bratz, esas muñecas llenas de curvas que hicieron tambalear el reinado de Barbie como muñeca estrella.

Hablando de cursiladas como las Bratz, hablemos ahora de los Monopolys que más gustan a las mariliendres: los de Betty Boo, Helly Kitty y Snoopy. Las tres ediciones traen botes de insulina, por si el azúcar te sube mientras juegas.

Para los aficionados a los animalitos, virtuales o de peluche, tenemos los Monopolys de Los Teleñecos, de Barrio Sésamo y el de los Looney Tunes. En España está claro que el de Barrio Sésamo triunfaría como Camela en una gasolinera si lo adaptasen a Espinete y pudiésemos comprar el kiosko de Julián, la panadería de Chema o el restaurante de Matilde.

En lo referido a series de televisión, se llevan todos los TP de oro los Monopolys de Padre de Familia y el de Scooby Doo. Por cierto, que el de Padre de Familia está a la venta en la FNAC en plan importación. Además, han traído otros Monopolys de los que hablamos en su día, como el de Elvis.

Pero sin duda en monopolio temático ganan Los Simpsons, con tres ediciones distintas: una normal, donde puedes comprar la Taberna de Moe o la Mansión Burns, con sus billetes de toda la vida; una versión electrónica, con tarjetas de crédito; y una última y fascinante dedicada a todos los capítulos de Halloween de la serie.

Cerramos el post, ya sí de manera definitiva, con los Monopolys de Dora la Exploradora (la mejor serie infantil actual, con permiso de la siguiente), Bob Esponja y Gardfield. ¿Podremos comprar Burgers Cangreburgers en el de Bob y Lasañas en el de Gardfield? ¿Y en el de Dora, podríamos comprar la granja de Benny el Torito o el Puente del Troll?

¡Hasta la próxima, Sufridores!