Leche Pascual con chocolate para niñas repelentes, ligones y padres ineptos

Hubo una época en la que Mercadona no existía, y si querías tomarte un batido lo más probable es que tuviese que ser de una marca conocida. Junto a los batidos Puleva, le va, le va, le va, uno de los más populares hace un par de décadas fueron los de Pascual, empresa que lo mismo te vende un tetrabrick de leche que uno de clara de huevo pasteurizada.

Aunque en la actualidad se llaman Batidos Pascual, en el pasado el producto estrella era el conocido como Leche Pascual con Chocolate, que tenía pegadizas campañas publicitarias en televisión.

Así, descubrimos que el público objetivo de Leche Pascual con Chocolate eran las niñas repelententes que no querían darle a su hermano el teléfono. En una época en la que las llamadas se cobraba por pasos es llamativo cómo la cría, que tendría unos siete años, se tiraba las horas muertas al aparato contando a su amiga qué ropa se va a poner, imagino que para bajar al rellano a saltar al elástico.  En mi casa no llamábamos por miedo a la factura, pero la niña.

Entonces la niña propone un trat: colgará el teléfono si su hermano y su amigo le dan su leche (Pascual con Chocolate). Atención al hermano y el amigo del hermano, que se llevan los batidos en el bolsillo como si fuese un paquete de tabaco.

Aunque el anuncio que personalmente más recuerdo es el que tenía una pegadiza canción en la que un señor hacía como una especie de rap o algo así, y contaba cómo la Leche Pascual con Chocolate era la bebida de moda entre la juventud. Así, nos mostraba a una moza que se va muy emperifollada a un bar a beber batidos ella sola, lo normal cuando tienes 20 años. Pero en esto que otro zagal, que es pobre de no poder pagarse un batido, saca una pajita de cuatro metros de altura y se bebe la lechecita de la mujer, con erótico resultado.

Yo creo que realmente el anuncio acaba con el hombre muerto asfixiado de chupar unos 20 centilitros de leche en una pajita tan alta, y en ese momento justo antes de morir es cuando se imagina que realmente ha ligado con la chica, que es muy de tomar las riendas y ser ella la que lleva al hombre en moto porque ella tiene leche pero no es paquete de nadie.

Y es que Leche Pascual con Chocolate era una bebida tan guay que hasta los hombres podían servirla para desayunar y creerse que están haciendo algo más allá que echar un tetrabrick en un vaso. Aquí vemos a un padre que te cuenta cómo customiza los batidos: calentándolos, echándoles más leche, o acompañándolos de churros. Como si realmente estuviese cocinando o algo.