Leyendas Urbanas: Especial Familia Real

Por Rusty

Los Sufridores en Casa disfrutamos desmarcándonos del resto del mundo, y por tanto, no vamos a hablar del Barça, de Guardiola (ay omá), ni de la chapa que parecía estar soltándole Berlusconi a Zapatero en el palco el pasado miércoles, no. Volvemos con las Leyendas Urbanas, que ya era hora. A estas alturas, un buen Sufridor en Casa habrá aprendido que Nieves Herrero es extraterrestre, que a Ana Obregón le explotó un pecho en un vuelo de Iberia, que Jordi Hurtado está muerto (aunque lo haya desmentido tras haberlo leído en SEC, seguramente) y que, por el contrario, Elvis aún vive, oculto en algún lugar del mundo.

Y como lo prometido es deuda, aunque, al mismo tiempo, el que avisa no es traidor, y ya dijimos que, de seguirnos adentrando en el inquietante mundo de la Leyenda Urbana, un Especial Familia Real tenía que caer, de alguna manera; recordando que nuestro objetivo es encontrar la moraleja de fascinantes historias, como son las Leyendas Urbanas, allá vamos con el tema de hoy:

1.- Todas las churris del rey:

Desde la Transición se ha comentado mucho una supuesta afición de Don Juan Carlos the First One, rey de España, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Córcega, de los Algarves, de las Indias Orientales y Ocidentales y de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano, entre otros muchos lugares, por… ¿Os habéis perdido? Ehm… Una presunta afición por las mujeres, digamos. Fueron varias las celebridades que, según las malas lenguas del populacho, han pasado por el lecho real. Una de las primeras en ser mencionada fue la gran Bárbara Rey, lo que desconocemos es si adoptó el apellido artístico como guiño a aquellos tiempos, o si sólo lo hizo para que sus hijos llevaran un «Cristo Rey» detrás de su nombre, que queda como muy fervoroso y pasional (eso sí, de ser cierto lo del guiño, lo de haberle puesto Sofía a su hija ya es cachondeo puro). Y la cosa no se queda ahí, pues hay quien ha hablado de Paloma San Basilio (Pero, ¿de verdad existe esa mujer? Yo la veo más como ente atemporal y extraño). De todas formas, la más comentada y cuestionada ha sido la supuesta relación de nuestro monarca con la presentadora euskalduna Anne Igartiburu, víctima ya usual de diversas leyendas. Se ha llegado a decir que cobra 10 millones de pesetas por mantener relaciones sexuales, y que el Rey de España es su único ‘cliente’. Hay incluso quien afirma que la mismísima Letizia tiene pruebas, y tiene más que extorsionado a Don Juan Carlos. Podríamos rizar el rizo aún más si hacemos caso al supuesto problemilla genital de Anne (Enfermedad de Morris, se supone que se llama), pero claro, alguien lo habrá hecho ya.
Moraleja: Si hay alguna, va para ese señor que nos felicita las fiestas navideñas, y sin duda sería «si es verdad lo que dicen, destruya las pruebas, que la asturiana es más lista de lo que quiere aparentar».

2.- Lecciones de fontanería básica para piscinas:

Érase una vez, en un verano, allá por los comienzos de la década de los cerenta, el príncipe heredero de la Corona de España, las Dos Sicilias, Jerusalén, Córcega… Coño… Que Don Felipe de Borbón, entonces soltero por excelencia, magnificencia o alteza real, no sé, invitó a la ya olvidada Eva Sannum a pasar un día en su casita de soltero a cien metros escasos de La Zarzuela. El calor estival apretaba, así que, ¿qué mejor que darse un baño? Y cuenta la leyenda que así lo hicieron. No sabemos si el calor de la sierra en verano influyó, si el fondo de la piscina tenía algún problema de refracción con la luz solar, o qué fue lo que paso, pero se comenta que, en un momento dado, Eva se sintió acalorada, y decidió quitarse el supuesto y presunto tanga que supuesta y presuntamente llevaba en ese momento (supongamos que si se quitó el tanga es que la parte de arriba ya no la llevaba, porque para todo hay una jerarquía, y pensemos lo que queramos, pero ese no es el asunto). El asunto en sí es que el supuesto tanga terminó por obstruir el desagüe, el filtro, o vete tú a saber qué cosa (uno no entiende mucho de piscinas, y lo único que sabe de filtros era que había uno que Carmina Ordóñez quiso tapar en su día), con lo que se lió parda, digamos.Moraleja: «Si en un medio líquido vas en pelotas, cuidadín con donde dejas la ropa; pues si el filtro accidentalmente obstruyes, la lías parda y el agua huye». Y no estamos para gastar, que el Manzanares no va demasiado sobrado.

3.- Los mejores huevos rotos no están en Casa Lucio:

Sino en la Casa Real. Ahora que se ha puesto de moda el tema de la Memoria Histórica (ese fenómeno que nadie tiene claro de qué narices va) y que se ha descubierto el problemilla íntimo de aquel señor bajito pero muy cabrón llamado Francisco Franco (nada que ver con lo de la Igartiburu, se supone que a este le faltaba un testículo, simplemente), es el momento perfecto para sacar el tema. Según las malas lenguas, el Rey tiene un huevo pocho. Y desde aquí, teniendo en cuenta la discreción que caracteriza a nuestra Lady Grecian (por aquello del origen) real, Doña Sofía, nos preguntamos ¿son acaso «las malas lenguas» las de Bárbara Rey y Anne Igartiburu?

Moraleja: El asunto del Monorquidismo, que así se llama (o parecido) lo de tener un cojoncillo nada más, tampoco es para tanto, especialmente si el otro sigue funcionando (y parece que el Rey lo ha demostrado, vaya). Así que, querido monarca, a usted que le gusta acercarse al pueblo llano, asómese al balcón y exclame «¡A mí también me falta un huevo!», y solidarícese así con grandes personajes de la historia como Franco, Hitler, y Cristóbal Colón (que también decía algo de un huevo, ¿no?).

4.- Dicen que todo se pega, menos la hermosura:

(Aunque parece ser que la ausencia de ella sí que es contagiosa). El popular dicho que da título a este epígrafe, bien justificaría otro de los rumores que circulan en torno a la Familia Real. Si bien Don JotaCé tenía por hobby las carnes femeninas, Doña Elena María Isabel Dominica de Silos de Borbón y Grecia, la primogénita, disfruta presuntamente de beneficiarse por filas a la Guardia Real. Existen variantes que no hacen referencia a la Guardia Real, sino a los guardaespaldas de la chiquilla. Y otros mencionan a los guardaespaldas para decir que están quemados, porque a la mínima que se descuidan, Doña Dominica de Silos (¿Por qué, pudiendo elegir, se quedó con un nombre de detergente en polvo?) se escapa a zumbar por ahí. De todas formas, sea la Guardia Real, sean los guardaespaldas, o sea cualquiera que se ocupe de su seguridad, Whitney Houston, cuánto daño has hecho (a pesar de haber sabido compensarlo con la buena obra de meter en nómina a los pobres y necesitados camellos del mundo y el tema aquel de la recogida de basuras en tu municipio).
Moraleja: «Si te dedicas a la seguridad privada de La Zarzuela y oyes un ‘Aaaaai iaaaaai iiaaaaai güil olgüeis lof yu!!’ cerca, corre, es la única salida»

5.- El casting para el remake de «El milagro de Ana Sullivan» se queda sin favorita:

 

Y sí, hablamos de Leonor. Porque hoy no puede faltar una leyenda desmentida, que no todo va a ser difundir rumores. Poco después del nacimiento de la futura Princesa de Asturias, Viana y Gerona, Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer, Doña Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz (¿Por qué le ponen el «Doña» a una niña de 3 años?), y después de que el tema de su heridilla en la nariz pasara de moda, se empezó a comentar que la niña era sordomuda, nada más y nada menos. Llegó a haber cierto mosqueo por el silencio de Casa Real, pero es que… No era cierto, y punto. Lo descubrimos en cuanto tuvo edad para hablar, que no se calla ni debajo del agua, la niña. Aunque quizás podría comprobarse la validez del dicho en esa ya famosa piscina que tienen en el jardín.

Y llegados a este punto, pido disculpas por si a alguien le cuesta leer frases largas, pero es que los nombres y títulos de nuestra Royal Family condicionan bastante. Por ahora y hasta la semana que viene, os dejo con la siguiente reflexión: ¿Por qué los Reyes veranean en Baleares? La respuesta aquí, al lado, donde menos te lo esperas: – Porque una de sus hijas es De-Forme-Entera – En fin, hasta la próxima. (Sí, sólo tienes que seleccionar el texto para descubrir la respuesta, que todo hay que decirlo…)