La serie Los Trotamúsicos: entre Eurovisión y Walt Disney

Si te gustaba de pequeño Eurovisión y ‘Waku Waku’, es posible que una de tus series de cabecera fuese ‘Los trotamúsicos’, emitida originalmente en Televisión Española entre 1989 y 1990. Una adaptación del cuento ‘Los cuatro músicos de Bremen’ que fue creada por los estudios de animación de Cruz Delgado, los de ‘Don Quijote de la Mancha’, por ejemplo.

Seguro que los recuerdas. Cuatro animales que unen sus caminos gracias a la música, y que a través de esta comienzan a vivir una vida mucho mejor de la que tenían. Y es que los cuatro animalitos eran más desgraciados que los hijos de Antonio Resines en ‘Los Serrano’, esos a los que se les muere primero la madre y luego la madrastra.

Por un lado teníamos al gallo, Coky, que huye de su granja porque su dueño quiere matarlo porque no ha cantado para desperarle; Lupo, el perro, tocaba la trompeta junto a un músico callejero que no le daba ni pan duro; Tonto era un burro un poco especial al que también iban a darle matarile en su molino, y Burlón, el gato, sencillamente vivía solo y aburrido en un caserón. Total, que los animales deciden montar una banda, como el grupo de amigos frikis que monta un blog, y presentarse al concurso de blogs de 20 minutos organizado por el bpara ganar una trompeta de oro.

Estos son los buenos, claro. Por el lado de los malos están los ladrones Chef, Bestia y Tapón (junto al perro Atila, que ni habla ni canta), que quieren la trompeta. Porque como decía Lydia Lozano, al fin y al cabo, el oro siempre es oro. Y así ya tenemos historias: buenos contra malos, villanos que como eran de esperar son un poco torpes e incapaces de hacer frente a cuatro animales maltratados en los 26 episodios que duró ‘Los Trotamúsicos’.

En la serie había música y mucha, claro, y no solo a cargo de Tonto, Coky, Lupo y Burlón, sino que incluso los malos. Y lo mismo te cantaban en mitad del capítulo que te metían una sintonía especial para despedir el episodio. Y si al principio del post decía lo de Eurovisión era con una razón, ya que quienes cantaban las canciones de la serie eran José María Guzmán (de Cadillac), Mikel Herzog (Eurovisión 1998), Miguel Morant y Mariano Pérez, tal como recoge Cruz Delgado en su web. Eso sí, las voces son difíciles de reconocer ya que van retocadas. Vía mail le pregunté hace tiempo a Guzmán un poco sobre este trabajo, y me dijo que ni siquiera él es capaz de distinguir su voz a día de hoy. “Si mal no recuerdo mi papel era el gato, pero como todas las voces estaban alteradas no me reconozco ni a mí mismo… ¿Mikel Hertzog el perro? Y Miguel Morant el gallo”. Y si Miguel Morant era el gallo quiere decir que la voz de Coki era la de la sintonía de ‘Oliver y Benji’ y la voz de Aladdín en la película Disney. Casi nada.

Algunos de los temas eran ‘Baila, Lupo, Baila’, ‘Coky eres el rey del corral’ (que se empleó en un anuncio de unas pastillas para la garganta), propiamente el tema de ‘Los Trotamúsicos’ (eso de “un, dos, tres, cuatro, somos cuatro, cuatro tipos, locos los cuatro y a Bremen vamos con esta canción”), o el tema de los malos, que era de mis favoritos, y que me daba mucho coraje que no incluyesen al perro Atila dentro del tema.

 Luego en ‘Los trotamúsicos’ teníamos chorrocientos secundarios, como por ejemplo, los amigos de la granja de Coky (la vaca Mami y la oca Ocarina), el Burgomaestre y su rolliza señora, o todos los seres peculiares que habitaban en el bosque, desde una bruja que secuestró a Tonto a los duendes, el Genio Ingenioso y el pedante roedor Rat Ratter, que se empeñó en ser del grupo de Lupo y compañía.

Y si antes hacía una referencia a ‘Los Serrano’ tiene también su porqué; y es que esta serie también acabó con un sueño. De buenas a primeras todo se arreglaba; Coky volvía a su granja porque tenían otro dueño, Tonto era recogido por la niña de su molino que tanto le quería, y a Lupo lo adoptaba el Burgomaestre. Y Burlón se volvía a quedar sola, triste y sola, como Diana Navarro. Pero al final todo resulta ser un sueño y los cuatro animales siguieron en el caserón viviendo juntos, felices y reunidos, como los juegos Geyper.

De ‘Los trotamúsicos’ hay una película, que se estrenó poco antes de la serie, filme que luego se dividió en cuatro y sirvió como primeros capítulos. Se llamó ‘Los cuatro músicos de Bremen’, igual que el cuento original de los hermanos Grimm, y consiguió el Goya a la mejor película de animación. Aunque lo cierto es que el premio, presentado por Pedro Reyes, se le dio por descarte, ya que fue el único largometraje de dibujos producido en España y no había más cintas nominadas.

De la serie se generó mucho merchandising, disco incluido; en mi caso tuve una baraja de cartas, un dominó con los personajes y también otro juego sobre música  instrumentos. Y cierro este recuerdo a la serie diciendo que existe una versión Disney de ‘Los cuatro músicos de Bremen’.

Se trata de un cortometraje de 1922, dirigido por el propio Walt Disney donde nos encontramos al perro, gato, burro y gallo con amor a la música, y que años después se adaptaría en los audiocuentos infantiles del imperio de la animación. El cortometraje lo podéis ver a continuación, y del audiocuento te fías de mi palabra cuando te afirmo que simplemente era horroroso. Mucho mejor ‘Los trotamúsicos’ de TVE. De cabeza.

Fotos: CruzDelgado.com