Manuela Velasco: «El fin de rodaje de ‘La ley del deseo’ me causó un traumita»

En el Festival de Málaga, dentro de la ZonaZine, Manuela Velasco ha presentado una película llamada ‘Cuento de verano’, un filme protagonizado y codirigido por Rubén Ochandiano junto a Carlos Dorrego (quien aparece como único director del filme en los créditos ya que Rubén, «por cuestiones personales», ha preferido desvincularse del proyecto y que su nombre no aparezca por ningún lugar).

Sufridores En Casa ha tenido ocasión de hablar con Manuela Velasco sobre esta película, sobre Almodóvar y sobre sus próximo proyectos.

Con esta película hubo un cambio de roles entre sus protagonistas, como pasó en ‘Carrie’ y ‘La guerra de las galaxias’ entre Carrie Fisher y Sissy Spacec. 

¿Qué me dices, en serio? ¿Te imaginas que esta película tuviese una millonésima parte de cualquiera de esas dos, aunque solo tengamos en común el cambio de roles? (Risas). Es raro de explicar, y más cuando aún no he visto la película, ya que el montaje es diferente a lo que rodamos, y ahora mismo ni siquiera sé si salgo mucho o no salgo. Ellos se pusieron en contacto conmigo cuando estaba fuera de España, Rubén Ochandiano me dijo «oye, Manu, estoy en Madrid solo y me he liado con una cosa que iba a ser un corto, y ahora va a ser un largo, y necesito que hagas un personaje cortito, que no te preocupes que va a ser cortito. Te mando la escena», y era el personaje de Lea, la exmujer que le abandona en este lío de la separación. Lo leí, le dije que sí, y ya en Madrid quedamos y empezamos a ensayar con Silma López y vieron que por la personalidad de las dos vieron que para Silma iba mejor Lea y para mí el personaje de Chica. Y empezamos a ensayar. Sobre todo me pareció muy interesante es que Carlos y Rubén, que se nota que es actor, tienen textos que escritos son muy bonitos, pero a la hora de actuar no son interesantes o no resultan creíbles, y nos permitían dar vida a lo que habían escrito y si no iba se tachaba y se reescribía para ver por dónde tenían que ir las secuencias, reescribiendo mucho. La primera semana era muy «estamos a punto de empezar a rodar y casi hemos tirado la mitad del guión a la basura y hay que reescribirlo».

Yo he visto en este ‘Cuento de verano’ un poco el ‘Cuento de Navidad’ de Dickens, en el que Lea es el fantasma del pasado, Toni Acosta el del presente y tú el fantasma del futuro, que trae ese soplo de optimismo. 

¡Fíjate! Claro, tiene todo el sentido, puede que inconscientemente haya algo de todo esto. Yo recuerdo que lo que rodamos es que él, con sus ataques de ansiedad, va a terapia y su terapeuta le dice que personifique lo negativo y lo positivo. Después del estreno hablaré con Carlos, porque igual es verdad y es algo que tenemos de ahí de toda la vida.

Eres de las pocas «niñas Almodóvar» que ha continuado en el mundo escénico.

¡Pues no lo había pensado! A mí siempre me confunden, cuando me dicen «ay, ¿has trabajado con Almódovar de pequeña? ¿Eres la niña con poderes?». Decían que esa niña era buenísima. Y probablemente si continúo como actriz es por haber trabajado con Pedro Almodóvar en ‘La ley del deseo’. Algo me dio ese rodaje… Cuando terminé, que era muy pequeña, yo le decía a mi madre llorando «¡pero vamos al rodaje!» y ella me decía «ya no», y yo no entendía por qué, sabía que se había acabado, pero me lo había pasado muy bien rodando. Luego, incluso, le di la lata a mis padres para que me llevasen al rodaje de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ para ver a Carmen Maura, porque pasé mucho tiempo con ella. ¡Pobrecita, qué paciencia! Pedro le decía que para que cogiese confianza con ella, que me fuese con ella a pasar la tarde, a su casa, de compras, ¡Carmen comiéndose a la niña todo el día! Y cuando acabó la película no entendí la separación, me dio un poco de traumita, y no entendía por qué no íbamos a ver más a Carmen ni a su casa. Fue horrible, en serio, lo pasé mal y me costó mucho entenderlo, para mí aquello era una familia.

Te costó entender que tú no eras el personaje.

No solo que no era el personaje, pero es que además que en los rodajes se crea una familia porque todo es muy intenso y cercano. Y si tu primera experiencia cuando eres una niña, con todo el mundo cuidándome y haciéndome la pelota para que estuviese contenta, cuando se acabó el chollo yo decía ¿dónde están mis amigos, todo el mundo que tanto me quería?

¿Por qué Carmen Maura no me lleva a merendar? 

Exacto, ¿por qué no me lleva a merendar ni al cine? Y eso me ha costado mucho, ya de mayor, cada vez que acabo una película, por el traumita de ‘La ley del deseo’ no entiendo que tú, que eres mi mejor amiga, mi padre, mi médico, mi hermana, mi todo, ahora se acaba la película y no te veo más. Porque eso pasa, al principio están las buenas intenciones de «oye, quedamos nos llamamos», pero luego vas cambiando de trabajo y vas de familia en familia. Y creo que por culpa de Pedro voy buscando a familias de rodaje en rodaje, en la locura esta.

Se lo pides a la Virgen que te lo conceda. 

Está guay esa peli, es que me lo pasé tan bien. El ‘Ne me quite pas’, el ‘Pablo le gustan las tetas, yo de mayor voy a tener unas teas como las tuyas…». Y trabajando con Antonio Banderas, que es un amor, me divertía con él, y tenía una perra… «¡mamá, quiero ver a Antonio!».

¿Qué te pareció el remake de ‘Rec’ a la americana?

¡No lo he visto! Jaume Balagueró en un Festival me enseñó en el ordenador un tráiler, o no sé qué era, de ‘Quarentine’ y le dije «¡Jaume, si la he visto veinticinco veces!» y me dijo «¡no, ven, mira, mira!». Y de repente dije «¡hostias, esa no soy yo!». Pero me parece un poco absurdo calcarlo.

¿Cuál es el personaje es el que más te ofrecen a la hora de hacer películas? 

Reportera, que no periodista, reportera: y cada vez que lo leo digo «ya…».

¿Qué proyectos tienes entre manos?

Estoy en Velvet, que han empezado ya a grabar la tercera temporada y a mí me han dado la semana de vacaciones para venir al Festival de Málaga. Y tengo teatro a partir de julio, y una película para noviembre, aunque ahí hay que ser muy cauto, por si luego no sale.

Foto: Comimagine