En las últimas semanas, María Teresa Campos ha estado en el ojo del huracán informativo debido a su romance con Bigote Arrocet, el que fuese el mítico cómico del Un, dos, tres y que introdujo en nuestro vocabulario el hacer «piticlín, piticlín» a la hora de emular cómo suena un teléfono de los de toda la vida.
Sin embargo, hubo un tiempo en el que la Campos buscaba varón, y encima era muy exigente al respecto. En los años ochenta, en un número con Martes y Trece en el que Millán Salcedo hacía las veces de la maravillosa Paloma Gómez Borrero, Mari Tere (rebautizada como María Tetera Campos medio de casualidad) se convirtió en la «entrevistadora entrevistada» y le preguntaron por las relaciones de pareja. Atención.
Josema: María Teresa ¿Cuál es el estado ideal de la mujer, desde tu punto de vista? ¿Soltera, casada, viuda o divorciada?
María Tetera: Enrollada, con uno que esté muy bien.
Josema: Qué diplomática.
Millán: Y no te parece que la mujer que está enrollada que aquella relación se convierte en un rollo?
María Tetera: Pues sí. Y entonces, te desenrollas.
Qué enrollada que es Terelu Senior, de verdad. Menos mal que ya ha encontrado a Bigote, un hombre que está muy bien, lo suficiente como para poder estar enrollada con él. ¿Se convertirá la relación en un rollo y María Tetera se desenrollará de él, o serán felices hasta el fin de los días de ambos?
Cuando de chico vi por primera vez El Conde de Montecristo, nunca podía imaginar que el nombre de Edmundo existiese de verdad… hasta este momento. Esta relación va a dar mucho mucho que hablar, y sea cierto o no, a Bigote le van a someter a un tercer grado, puesto que según dicen no es oro todo lo que reduce. Que Franco a su lado era la Pasionaria siempre se ha sabido, pero que puede que estuviese vinculado al gobierno de Pinochet y que se beneficiase del mismo en sus negocios no era nada conocido. En fin, que los polos se opuestos se atraen.
No recordaba el corte que habéis puesto. Qué grande esa época de ‘Martes y Trece’. Creo que Mari Tere Campos nos ha dado uno de los mejores momentos televisivos del verano. Es la primera vez que la veo fuera de sus casillas. Nunca la habría imaginado tirando las tarjetas del guión del programa al suelo con un enfado tremendo. Y todo por un ¿fallo? de su edad y la de bigote en una publicación de Rosa Villacastín. En fin. De verdad que espero que todo sean conjeturas, que sean felices y los veamos pasear hasta el fin de sus días por las playas de Pedregalejo.