Uno de los emblemas de los años 90, esa década que reivindico en ‘No me toques los 90‘, es sin lugar a dudas el perrito Cobi, el pastor catalán que sirvió de mascota de las Olimpiadas de Barcelona de 1992. Ya sabéis, esas en las que la Infanta Elena lloraba al ver a su hermano portar la bandera de España, y en las que Los Manolos deleitaron al mundo entero con su exquisito inglés mientras entonaban ‘Amigos para siempre’.
El padre de Cobi es el diseñador Xavier Mariscal, quien acaba de confesar a Europa Press que, cual Loles León, está arruinado. «¿Que si vivo dejando pasar la vida? Qué remedio, estoy contemplativo porque no tengo trabajo, nadie nos llama ya, soy un mantero», ha afirmado el creativo, que con la llegada de la crisis tuvo que despedir a parte de su estudio, que vivió un ERE y que estuvo acompañado de una mala racha sentimental. Un drama.
Mariscal siempre ha desarrollado una actividad muy unida a la cultura popular, y especialmente en el mundo de las mascotas y la tele que tanto nos apasiona. De su imaginación salió la decoración del emblemático programa ‘Juego de niños’, aquel que por mascota tenía el Gallifante, un bicho a medio camino entre el elefante y la gallina; no, no intentemos encontrarle el sentido ni pensar quíén le metió qué a quién. En Todocolección se llegó a pagar 150 euros por uno de estos trofeos, no te digo más.
Además de a Cobi, de su estudio salió todo una ristra de personajes amigos de la mascota olímpica. La más famosa fue Petra, la niña sin brazos que fue mascota de las Paralimpiadas, pero también otros personajes como como el gato Bicho y el villano Doctor Normal, a quienes veíamos en la serie ‘The Cobi Troupe’, con guión de Tricicle y dela misma productora que ‘David el gnomo’, aunque no caló tanto como el diminuto médico.
No obstante, recordemos que a priori un buen número de catalanes no querían mucho a Cobi ni a Mariscal; ya en el 92 el nacionalismo catalán estaba a la orden del día, y debido a unas polémicas declaraciones de Xavier al respecto recogidas por el diario Las Provincias se llamó al boicot al perrito y a su creador, tal como recoge La Hemeroteca del Buitre.
A Mariscal las mascotas parece que siempre se le diron bien, y en 2000 dio a luz a Twipsy, la mascota de la Expo de 2000, que se celebró en Hannover. Una mascota tan recordada como Xuvi o Fluvi. Pese a que aquí nos suene a chino, Twipsy llegó también a tener una serie y se distribuyó en cien países y combiana 2D con 3D. No sé si en España se emitió ni en qué cadena, la verdad.
Pero no solo eso; Mariscal está tan unido a la cultura popular que ha diseñado el interiorismo de un restaurante de Ikea y una tienda de H&M, y si Victorio y Luchino o Rosario han sido diseñadores de vasos de Nocilla, él lo ha hecho con latas de cerveza Estrella Damm.
Ahora Javier pasa unos malos momentos, lejos de aquellos años dorados en los que afirmaba tener dinero «no dando ni golpe», como afirmó en ‘La edad de oro’, programa en el que también fue entrevistado junto a Miquel Barceló en una entrevista surrealista donde contaba que se conocieron cuando uno le vendía hachís al otro -y de hecho, no se descarta que la entrevista fuese en pleno colocón, tal como hablaban-. ¿Qué le deparará el futuro a este diseñador, ahora que ya ha cumplido los 65? ¿Tendrá dinero para chocolate o se habrá quitado ya de esas cosas?
La entrevista a la que se alude en el artículo no es a Europa Press sino a la Revista Gurb, tal y como explica la propia agencia Europa Press. No cuesta nada citar bien las fuentes y es imprescindible para ejercer un buen periodismo.