Esta semana he tenido ocasión de ver una obra de teatro que tenía muchas ganas, desde que hace ya casi diez años leí de ella por primera vez: el musical de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’. Una obra que se ha representado en Broadway y en Londres, y que en estos días se representa en Málaga con alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático.
El montaje de Málaga está hecho con pocos recursos, y no se parece en nada al tráiler que se podía ver en el canal de Youtube de El Deseo.
Sin embargo, el equipo que capitanea Celia Dolci como directora y adaptadora del libreto original de Jeffrey Lane y canciones de David Yazbek ha dado un producto bastante decente, y más para lo que costaba (salía a 16 el par de entradas si se pillaba en días de promoción).
La historia es tal cual lo que conocemos en la película de Pedro Almodóvar con Carmen Maura, María Barranco, Rossy de Palma y compañía. Con esos personajes pequeños y geniales como el de la portera que interpretaba Chus Lampreave, el conductor del Mambo Taxi o la recepcionista que encarnaba Loles León. De hecho, en la adaptación que vi muchos diálogos eran calcados a la película (y cuando no lo era se debía a que el actor no dijo exactamente las mismas palabras).
Así, nos encontramos todos los hitos de la película. La sala de doblaje, el anuncio del detergente Ecce Homo, teléfonos que vuelan, abogadas que son unas hijas de perra, vestidos horrorosos horrorosos y gazpacho aliñado con somníferos. Vaya, que solo faltó de verdad tener conejos y gallinas en el presunto ático de Pepa.
Y ahora hablemos de la parte que poca gente conoce: las canciones. En general son temas con una base con un punto latino ochentero (muy Mambo Taxi), y en su contra se ha de decir que ninguna tiene una garra suficiente como para que salgas del teatro -del Echegaray en mi caso- cantándola mientras te crees que vives en un musical en el que Iván te ha dejado sola y embarazada. De hecho, a veces se hacían un poquito largas.
Hay algunos temas que se convierten en hilo recurrente y las oyes una y otra vez, otras son nuevas pero el ritmo es tan similar que no sabes si la has oído antes.
Sin duda, si hay que destacar una canción como la más genial de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios: el musical’ es el tema que interpreta Candela, cuando llama a Pepa porque está metida en un apuro muy gordo y le acaba llenando el contestador.
En Málaga este papel lo interpretó Sarah Benavente y sin duda era el caramelito del cásting, el personaje más gracioso con diferencia y ella lo defendió con muchísimo arte y fue la que única que conseguía que el público riese a carcajadas.
Como fan de Almodóvar pasé muy buen rato, y me quedé con ganas de volver la película por enésima vez, y enfundarme unos pendientes de cafetera, darle nabos de comer a los conejos, secuestrar un vuelo a Estocolmo, quemar el colchón de la cama y que después me lleven a la López Ibor, que es allí donde vivo.
Gracias por tu crítica, pero mi nombre es Celia Dolci, no Cecilia 😉 Gracias
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Errata corregida en tres, dos, uno… Sorry!