Esta semana uno de nuestros lectores, Londonizado, se ponía en contacto con nosotros vía tarjeta postal para indicarnos que Concha Velasco ahora hacía cuñas de radio promocionando «Duchamania», un servicio que te cambia la bañera por un plato ducha. A estas alturas, a nadie le cabe duda de que Concha es una mujer todoterreno.
En el panorama publicitario, a Concha le ha pasado como a Carmen Machi con los yogures. Para nosotros, la Velasco estará siempre asociada a los anuncios de Indasec. Sin embargo, en la década de los 80, la chica Yeyé también promocionaba otro tipo de productos.
Concha se convirtió en imagen de Solac, para promocionar las nuevas planchas de la marca que incluían «chorro de vapor» y suela inoxidable. Lo maravilloso del anuncio es recordar lo grandes que eran esas planchas ochenteras que todos hemos tenido en casa, o ver a Concha con esas blusas que tan de moda estuvieron y que recuerdan a Matilde, la dueña de la horchateria de Barrio Sésamo.
El cierre de Concha, seria, mirando a cámara, acojona… Es como «o te compras una plancha o te vas a enterar». ¡Como adoramos a esta mujer!
No puedo estar más de acuerdo en todo, por lo grande, por lo todoterreno, y por lo estupenda que es. Vamos que me cae genial.
Es una todo terreno, lo ha hecho todo y sirve para todo. Curranta como la que más, infatigable y dicen que muy buena persona. Puede que sea el único al que le haya pasado, pero incluso de pequeño, tras esa sonrisa maravillosa, pero forzada y sobreactuada que siempre nos ha regalado (que no quiere decir que fuese hipócrita) se veía un drama oculto: y lo oculto salió con los años: una vida entregada a su marido, Paco Marsó (que Dios lo tenga en su gloria), que resultó ser un auténtico sinvergüenza y que la dejó en la ruina. Concha no se merecía esto… Nunca olvidaré esa entrada de año con la adaptación de una de las canciones de la película ‘Cabaret’ (creo que fue el año 1985, si no me corregís), y en la que algunos nos emocionamos y quisimos ser ‘artistas’ o aquel ‘Pájaro de fuego’ como vedette de revista.
Eso sí: me da a mí que nadie sonríe tanto cuando coge una plancha, ni que Concha haya planchado mucho más después de esa sábana.
A modo anecdótico, y aunque no tenga nada que ver, Solac fue la primera empresa en el mundo que comercializó ese tipo de planchas con vapor y esos calentadores de leche tan ruidosos que vemos en los bares, y creo que incluso las máquinas de café. Lo estudiamos en la facultad.
Lo de la blusa estilo Matilde me ha parecido una genialidad que tendré que explotar…
Pues yo que pensé que Concha era de te falta Tefal… ¿Quién anunciaba entonces Tefal? Lo he olvidado…