Estamos viviendo un ocaso de la prensa del corazón si tenemos en cuenta el boom de la década de los 90 donde los programas relacionados con la cosa rosa se multiplicaban en todas las cadenas. A la hora de atribuirse la «paternidad» de los formatos, tenemos opiniones para todos los gustos. Desde «Tómbola», considerado formato transgresor como lo sería ahora Sálvame (no e vano cuenta con alguno de sus colaboradores), a «Qué Me Dices», que apostaba por un formato divertido de videos y bromas (como el mítico Mamma Mía de TeleMadrid) o al corazón más riguroso de Cristina Garcia Ramos en «Corasssson, corassson…»
Pero mucho antes de que todo esto sucediera, a principios de los 80, TVE nos ofrecía un formato pionero. Las noticias que recogían las populares revistas del corazón, llevadas al panorama televisivo de la mano de un periodista mítico del sector como era Amilibia, junto a un rostro muy popular de la tele ochentera: Marisa Abad. Nos estamos refiriendo a «Bla, Bla Bla».
En este video, podemos ver primero a la mítica presentadora de continuidad, adelantando la programación. ¿Qué eres de la generación 1991 y no sabes lo que era una presentadora de continuidad? Pues debes leerte este post.
Lo mejor de Bla Bla Bla, independientemente de sus afables reportajes, era su pegadiza sintonía. Si te va al minuto 1.54 no nos hacemos responsables de que no puedas dejar de cantar: «Bla, bla, bla bla bla…»
María Jiménez, moda, Lola Flores….¡ay, madre!
Lo que molaría rescatar a una chica blabla. Lo mismo son madres de alguno de la generación 91. Geniales lo de ay madre o cotilleeeeo
frivolisiiiiiimo, ay madre!