Por Mike Medianoche
Este Halloween celebramos la III Edición del Premio Dentadura de Brácula de Oro, la cual en años anteriores le concedimos a Mayra Gómez Kemp y a Alaska. Con ella homenajeamos a algún artista admirado por Sufridores en Casa y que haya tenido cierta relación con el género del fantaterror. Este año le toca al hombre que lo inventó todo y al que debemos hasta el nombre del blog: Chicho Ibáñez Serrador.
La trayectoria de Chicho siempre ha estado unida al género del terror, y de hecho sus primeros pasos los da como guionista, adaptando para la televisión relatos de Edgar Allan Poe. Precisamente la pequeña pantalla le daría su primera oportunidad como director de terror, siendo sus máximos exponentes las series Mañana puede ser verdad (1962) e Historias para no dormir (surgida en 1965 y que se prolongaría, con diversos parones, hasta 1982). Se trata en ambos casos de una colección de películas televisivas que reunían adaptaciones de relatos de terror (de Poe o Ray Bradbury entre otros) junto a otrao guiones originales. El protagonista de muchas de ellas fue el padre de Chicho, el actor Narciso Ibáñez Menta, otra gran figura dentro del mundo del cine de terror, y que también dirigió algunos episodios de Mañana puede ser verdad. Entre los títulos más destacados sin duda está El Asfalto, en la que Ibáñez Menta se sumergía poco a poco en una carretera cual arenas movedizas, y viendo cómo ningún viandante hace por ayudarle. También destaca El Televisor, también con Ibáñez Menta, que hacía una crítica mordaz sobre el poder hipnótico de la caja tonta. Años después, en concreto en 2000, TVE intentó recuperar el espíritu de las Historias para no dormir con nuevos capítulos rodados esta vez por distintos directores, aunque sólo se emitió uno llamado La habitación blanca, bajo la dirección de Antonio Mercero.
Otro proyecto similar que sí cuajó fueron las Películas para no dormir, que consistió en seis telefilmes dirigidos por cinco jóvenes cineastas del género, además del propio Chicho. Tras su venta en DVD, las películas iban emitirse por televisión, aunque al final sólo se programaron dos. La que dirigió Chicho fue La Culpa, una película malrollera entorno a un aborto, y que pertenece a esas cuatro que jamás pasaron por televisión.
Chicho merece reconocimiento por aportación al terror no sólo en televisión sino también en la gran pantalla, y eso que sólo rodó dos largometrajes en su vida, siendo ambos del género y basado en dos relatos literarios que el propio Serrador plasmó en sendos guiones. La primera de ellas, La Residencia (1969), retrata el claustrofóbico entorno de una residencia de jovencitas en la que sus internas suelen desaparecer en extrañas circunstancias, y en la que vemos en un papel secundario a una joven Teresa Hurtado. Años después volvería al cine con Quién puede matar a un niño (1976), que cuenta la historia de un matrimonio de turistas que van a parar a una isla dominada por unos niños de lo más violentos. Esta película debe verse, si se puede, en versión original, ya que los protagonistas son unos extranjeros que vienen a España y al doblarse pierde el sentido de lo mal que se comunican a la hora de pedir ayuda.
El cine de terror sería una gran pasión de Chicho que también vio su reflejo en el programa Mis Terrores Favoritos. Cada semana, Ibáñez Serrador programaba una película de miedo (La semilla del diablo, Los crímenes del museo de cera, Los pájaros…) que era presentada por su padre junto a Luisa Armenteros y que fue emitida en los años 1981-2. Aunque, como ocurrió con Historias para no dormir o el propio Un Dos Tres, años después habría un revival con una nueva temporada emitida en el año 1994.
Y cerramos, cómo no, con nuestro programa de cabecera, porque, como ya recogimos el año pasado, el Un Dos Tres era un programa que también daba miedo. De hecho, durante todos sus años de emisión tuvo programas dedicados al Terror, las Ciencias Ocultas, Drácula, Frankenstein, Las brujería o la obra de Edgar Allan Poe. De hecho, un año, por Navidad, los niños se vieron envueltos en un programa que en lugar de girar en torno a Papá Noel lo hizo sobre monstruos de lo más variado. Incluso a veces, aunque el programa girase sobre otro tema, a Chicho le gustaba darle un puntito siniestro en números que a priori no tenían por qué tenerlo, como la canción que, a ritmo de Chenoa, contaba el trabajo de unas atractivas enterradoras dentro del programa dedicado a Becquer. O aquel otro en el que unas momias bailarinas acompañaban a Massiel y Terenci Moix en ese hit de la tanqueta de Leganitos que es Lady Veneno, la mujer que tuvo tres maridos y a los tres envenenó. Aunque mi perdición son las bromas que Chicho gastaba, en concreto esta que realizó en un programa dedicado al terror con Mayra y que calcaría, años después, en la etapa de Luis Roderas. He aquí el vídeo.
¡Feliz Halloween, sufridores!
Chicho Ibañez Serrador ha demostrado durante mucho tiempo tener una especial sensibilidad con todo el tema del terror, y ha sabido plasmarlo además con un excelente sentido del humor. Pude ver hace poco las peliculas para dormir, y la verdad que son muy «flojas». Con respecto a «Quien puede matar a un niño», pude ver hace unos años una parte y me impacto mucho por la atmosfera mal roller de la peli, de hecho, la tengo pendiente, pero si dices que es mejor en V.O. asi la veré gracias por el consejo Mike.
Viendo la broma del Un, dos, tres, no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero una vez ante Mayra, que gran presentadora.
Deseando estoy que llegue esta noche para sacar el disfraz, podiais hacer un especial de disfraces SEC. O personajes SEC que parecen que van disfrazados, por ejemplo Raphel.