Tony Kamo y otros hiptnotizadores de la televisión

No es que yo diga por activa y por pasiva, y hasta en forma de libro, que los noventa están más vivos que nunca. Pero es que es así, y en televisión se está notando ya, por ejemplo, con la vuelta de los hipnotistas en la pequeña pantalla. Como contaron en FórmulaTV la pasada semana, más pronto que tarde se emitirá en España una adaptación de ‘You’re back in The Room’, un formato británico que mezclará los clásicos shows de hipnosis con un concurso de pruebas físicas aparentemente simples, como decorar una tarta o hacer figuras de barro. Pero los participantes estarán hipnotizados, y ya sabemos qué pasará: cuando el hipnotista chasquee los dedos o pronuncie determinada palabra se liará parda. El programa promete, pues ha sido calificado como «lo peor» que se ha visto en la tele de los paisanos de Bonnie Tyler.

Sin duda, en España el más carismático de los hipnotistas fue Tony Kamo, cuyo reinado fue en la primera mitad de los noventa en ‘Hola, Raffaella’. Ataviado con un esmoquin, Kamo aparecía en el plató de la diva italiana para engatusar a los invitados o al público incluso. Muy mítica fue, por ejemplo, la vez que hipnotizó a Maradona, dejó su cuerpo rígido sobre dos taburetes y se sentó encima de las pantorrillas del as del balompié, mientras que una horrorizada Raffaella gritaba «¡las piernas no, Tony, que son muy caras!».

Y es que al chico le encantaba sentarse encima de los invitados, cual niño en las rodillas de Papá Noel, como la vez que, en febrero de 1994, apiló primero a Rocío Dúrcal, Serafín Zubiri y María José Santiago como si fuesen una partida de Jenga, y luego posó sus nalgas sobre el ciego eurovisivo.

En ‘No me toques los 90’, Eva Santamaría me contó la vez que a ella la hipnotizó Tony, y asegura que su experiencia fue completamente real. Que ella no recuerda nada, pero que llegó a pegar un chicle a Ramoncín, o a ponerse a bailar como una descosida encima de la mesa, y que lo que sí recuerda pero bien fue el dolor de cabeza que tuvo días posteriores. Y recuerda que una semana antes el hipnotizado fue Jesulín de Ubrique, quien se comió una cebolla como si fuese una manzana.  Sin embargo, Tony no siempre hipnotizaba de verdad, y a veces, cuando no podía llevar a ese trance al invitado le pedía que le siguiese el juego, tal como indica Eva también.

Aunque también tuvo otro programa de hipnosis en el desaparecido Canal 9 hace ya más de un lustro, Tony Kamo fue tildado de farsante en alguna ocasión. Durante años trasladó su show a América Latina y allí también hipnotizó a famosos, aunque algunos se acabaron chivando. Por ejemplo, la modelo Titi García-Huidobro dijo que a ella no la hipnotizó, y que fue todo un paripé. Y tras Titi, salieron otras voces más que le señalaron como un embustero, y que les pagaban por fingirse los hipnotizados.

Incluso hay quien apunta que para realizar el numerito de comer cebolla solo hay que dejarla reposar la hortaliza en agua tibia durante media hora y que ello hará que pierda su fuerte sabor. Que todo es un truco del almendruco más viejo que Cher.

Tony Kamo tuvo un competidor en Telecinco, Ricardo Bru, el hipnotista de ‘Hip, Hip, Hipnosis’. Si en ‘Hola, Raffaella’ tenían una rubia espectacular como presentadora, aquí fue tres cuartos de lo mismo, y tal honor recayó en la pizpireta Bibiana Fernández, entonces Bibí Andersen. Tuvo una única temporada en 1994, y Bibiana siempre saludaba diciendo «Bienvenidos. Buenas e hipnóticas noches».

En este programa el plato fuerte era la hipnosis colectiva, algo con lo que Kamo también coqueteaba. Y también había famosos, aunque hacían de cómplice. Por ejemplo, una vez, Mayra Gómez Kemp hizo un rol similar al que ejercía en ‘Un, dos, tres’ y les pidió a los hipnotizados que le respondiesen partes del cuerpo, pero Bru les manipuló para que cada parte que respondiesen les picase como si no hubiese mañana.

Años después, Ricardo Bru también seguiría unido hipnóticamente a la tele en programas como ‘Flashback’, emitido en las autonómicas y presentado por Belinda Washington.

En otros programas también se invitaba puntualmente a hipnotizadores, como en ‘Un, dos, tres’, donde acudió en alguna ocasión expertos en estas lindes como Markus en la época de Mayra, o J. Louis en la de Jordi y Miriam. Como curiosidad, en la última etapa del ‘Un, dos, tres’ Chicho contrató a Ricardo Bru, que finalmente no consiguió hipnotizar a nadie del público y tuvo que salir con cabeza agachada. El número nunca salió en televisión, claro.

 Y cierro este repaso de hipnotistas con las Lunae de banda sonora, con su one hit wonder ‘Hipnotizadas’ en su primera actuación en ‘Operación Triunfo’, cuando debieron ser previamente hipnotizadas para que ninguna se supiese la letra, porque ni poniéndose de acuerdo pudieron hacerlo tan mal. Seguro que fue cosa de Kamo o de Bru, fijo.