Cuando Ramón García era ‘El Gladiador’

La película ‘Gladiator’ fue un éxito a nivel mundial allá por el año 2000, con su Russel Crowe (que, por cierto, resulta que está vendiendo la armadura que utilizó en esta película), su Joaquin Phoenix, sus espadas y esas cosas de romanos y albinas.

Cuando el tema de los gladiadores ya apestaba un poco, Televisión Española lanzó para sus tardes un concurso llamado ‘El Gladiador’, estrenado el 4 de febrero de 2002, y en la que en vez de poner a un chulazo a lo Russel nos pusieron a Ramón García. En los anuncios nos vendían aquel producto como «el duelo de preguntas y respuestas más apasionante de la televisión», algo que era completamente incierto.

El programa era un auténtico circo. El plató era un coliseo romano, y los concursantes, cual gladiadores, se ponían en el centro a responder preguntas tipo “¿Cómo se llama el hijo de Ivonne Reyes?” (sí, en serio), y debían elegir entre dos opciones. Si acertaban se llevaban el dinero, y si fallaban, esa cantidad se repartía entre el público.

Y es que el público tenía un papel protagonista en este programa, pues los hombres y las mujeres asistentes sobreactuaba más que el de ‘Furor’. Cada vez que el gladiador respondía correctamente, toda la grada se ponía a abuchearlo en plan ordinario, que solo faltaba que aporreasen cacerolas para que aquello pareciese ‘El Semáforo’.Para que luego dijesen que en ‘Sálvame se grita’.

La idea era mala, y todo en general daba un poco de vergüenza ajena. El decorado de cartón piedra, la gente chillando porque alguien ha respondido bien el nombre de la primera actriz que se desnudó en una película española, y sobre todo, que a la voz que hacía las veces de co-presentador (en la línea de Primitivo Rojas en ‘El Precio Justo’) le llamasen Máximus, que supuestamente es un nombre así como muy romano.

El programa fue un fiasco (comenzó con un 15% de share, muy poco para aquella época) pero Europroducciones (a quien debíamos el maravilloso ‘De domingo a domingo’), firmó para grabar 65 entregas y pronto hizo cambios en la mecánica. Así, 200 mujeres se enfrentaban contra tres hombres a lo lucha de sexos (de nuevo, ‘Furor’, pero en plan culto), pero aquello era insostenible, y en la entrega 50, allá por abril, la sensatez brillo y TVE dijo “mira, dejad de grabarlo porque esto no lleva a ninguna parte”.

Del fin de ‘El Gladiador’ sacamos algo bueno, aunque ello supusiera que Ramón García se fuese temporalmente al paro. Y es que el programa que lo sustituyó fue ‘El rival más débil’, una auténtica maravilla en la que Nuria González brilló como una diosa, una leyenda viva, antes de ponerse a dar clases en el Zurbarán de ‘Física o química’.