Señoras que antes de ser Coral quisieron ser Mónica Naranjo

Por JoniPod

Hace tiempo que le debíamos un post homenaje a una de las artistas básicas de cualquier Sufridor en Casa que se precie, nos referimos a Coral Cuenca Segovia . Hemos hablado de ella en multitud de ocasiones por su faceta de eterna aspirante a representar a España en el Festival de Eurovisión. Estuvo a punto de tocar el cielo en 2008 cuando todo el mundo la señalaba como ganadora con «Todo está en tu mente», pero se quedó en las puertas viendo como el Chikilicuatre le quitaba la victoria. Lejos de rendirse, la cantante lo volvería a intentar en 2010 con la balada «En una vida». De nuevo sufrió  una derrota y a Dios (y a «El Mundo» ) puso por testigo que no volvería a presentarse a la preselección española de Eurovisión.

Hoy queremos huir de sus gritos, ventiladores y de los cabreos de eurofans que amenazan con cortarse las venas con un vinilo de Nina si no va al Festival, para remontarnos diez años atrás y recordar cuando Coral Segovia era simplemente Coral, lanzando al mercado un trabajo discográfico que aún recuerdan los más SEC y los hombres de cáscara amarga.

 

Tengo el disco original en casa (por si algún familiar de la artista no lo tiene y le apetece que comparta el incunable), está fechado en 2001, aunque fue 2002 el año en que Coral sonó en radios y televisiones, con más promoción que Chayo Mohedano. Servidor era un alegre universitario (si mis profesores de periodismo supieran que los 5 años de carrera me han servido para escribir chorradas SEC y venderme al sistema en un departamento de Comunicación Corporativa…) que vivía el boom de Mónica Naranjo. Sí, hubo una época en que la Naranjo era como una Lady Gaga local. Todo lo que hacía o decía era aplaudido por sus fans que mataban por ella, más que Rosana por una camisa blanca de lino. Y de repente, empezó a sonar una chica cuya voz coincidía bastante con la de la intérprete de «Desátame». Por eso hubo más de uno que al escuchar el primer single pensó que era la propia Mónica.

Volverás», single debut,  se convirtió en éxito en las pistas de baile de Torremolinos, Polana, El Carmen, entre otros grandes escenarios. Antes de ser íntima del ventilador, Coral era muy amiga del croma ¿Os acordáis del videoclip?

Si lo piensas, lanzar un disco que se llame simplemente «Coral» no deja de ser arriesgado. Porque tú estás en tu casa y de repente en plan omaita le gritas a tu madre: «oyeee mamááááá, que me voy a comprar Coraaaaal». Y tu madre piensa que bajas al Carrefour a comprar lavavajillas y tú en verdad estás yendo a la FNAC de Callao a comprar el compact disc (léase como compasdisss) de nuestra invitada de hoy.

El top de cuero y cordones del videoclip fue seña de identidad de la imagen del disco en la que Coral sale con unas mechas rojas de Marco Aldany o de cantante de «A las 10 en Casa». Si abres el libreto del CD, además de tener las letras de las canciones (levanta tu discman si a ti también te fastidiaba comprar un disco y que dentro no hubiera más allá de una foto y sin las letras para saber lo que dice el cantante, sobre todo si es Shakira) descubres que para esta producción discográfica se recurrió a grandes compositores de éxitos de este país como Pablo Pinilla, David de María, David Santisteban…y hasta Lydia, que se atreve a ponerle letra a «Que más da». Que debe ser la frase que más ha repitido la chica cuando le preguntan por Eurovisión. (¿Se habrán conocido Lydia y Coral? ¿Habrá salido Eurovisión en la conversación? Grandes dudas de la humanidad)

La producción corrió a cargo de los desaparecidos Pumpin Dolls, que eran como los Pitbull del momento, lo remezclaban todo, single que llegaba a las radios, single que les daban. Recordemos como momento estelar kitch, el disco de remezclas de Isabel Pantoja. Quién me iba a decir que casi 10 años después, iba a poder seguir las aventuras del 50% de Pumpin Dolls, el señor Abel Arana, al que tengo que entrevistar en Sufridores, si se deja ;), y al que recomiendo sigáis en Twitter. Y los coros del disco corren a cargo de… ¡Las Supremas de Móstoles!

Después de «Volverás», vino «Lágrimas de cristal» (no confundir con las «Lágrimas de Metal» de Amistades Peligrosas) y Coral, adornada de árbol de navidad y con un vestido «brilli-brilli» se presentó así en «Murcia, qué hermosa eres»

De este disco hay más leyendas urbanas que sobre Bárbara Rey, Nieves Herrero y Anne Igartiburu juntos. Primero está la polémica de la autoría de «Lágrimas de Cristal», la cual Coral co-escribió junto a David del grupo Calaítos. Al parecer, se pelearon y cada uno acabó de escribirla a a su manera, aunque David la registró antes y la cantó la mismísima Anabel Conde en su grupo Dabel. Luego Coral registró a su nombre su version, en la que había párrafos iguales, David la denunció y la discográfica marcó a Coral para siempre. Por otro lado, cuenta la leyenda que en Sony Music andaban rebotados con la Naranjo en aquella época, que quería cambiar de estilo, y la discográfica quería buscar una alternativa que siguiera la linea musical de Mónica en «Palabra de Mujer». Recordemos que los Pumpin Dolls hicieron la mejor remezcla del «Desátame». ¿Verdad o mentira? No tenemos polígrafo para comprobarlo, pero si recordamos a los talifans de la pantera de Figueres, que se rasgaban las vestiduras y criticaban a Coral como si fueran Mila Ximenez hablando de la Pantoja.

Una década después nos quedan un par de singles, y la esperanza de que Coral Segovia vuelva a las preselecciones de Eurovisión, Taurus y los señores de cáscara amarga se lo agradecerán. Lo que no sabemos es si la cantante a pesar de todo mantiene la fé como se deduce de las dedicatorias del disco:

«Gracias a Dios por ayudarme y estar presente siempre que le necesito. Gracias al reflejo de mi existir. Y Jesús caminó durante cuarenta días y cuarenta noches, pero al final consiguió ver a Dios»

Alabada sea Coral.