Sofía Cristo. José Fernando Ortega. Belén Esteban. Son solo algunos de los famosos españoles que alguna vez han tenido problemas de adicción a los estupefacientes, y cuyos problemas hemos conocido por ellos mismos contándolo en un plató, o porque alguien se ha enterado de que se estaban rehabilitando en alguna clínica. Problemas que teníamos delante de nuestras narices y no nos enterábamos, como cuando Belén Esteban se tocaba la nariz y carraspeaba en mitad de ‘Sálvame’ mientras peleaba con Paz Padilla por nada.
Si en su más tierna infancia cualquiera de estos u otros famosos hubiesen visto ‘Punky Brewster’ se habrían ahorrado un buen disgusto en el futuro, pues si algo nos enseñó la niña huérfana que vestía un poco mamarracha es que las drogas son malas.
Hablamos del capítulo ‘Solo di no’, emitido en la segunda temporada, y en el que Punky empieza a hacerse mayor, algo de lo que se da cuenta al comprobar que los patines se le han quedado pequeños. Mientras juega con su amiga Cherie Johnson en el patio se topa con las guays del colegio: Emily, Shawna, Kate y Traci, las Chicas Chicle. Cuatro niñas vestidas como Madonna o Cindy Lauper algo mayores que Punky y Cherie, que las invitan a formar parte de su selecto club.
Como Punky y Cherie quieren ser populares aceptan, y comienzan a maquillarse y vestirse más mamarrachas de lo que ya lo hacían. Tras hacer un juramento que implica rezar para que Michael J. Fox no crezca y beber kétchup, mostaza, huevo y bicarbonato Punky y Cherie ya son Chicas Chicles de pleno derecho. Pero no contaban con la forma de divertirse de sus nuevas amigas.
Emily, la lideresa de las Chicle, abre una cajita con píldoras de colores y porros, e invitan a Punky y Cherie a que elijan qué quieren. «Adelante, chicas, qué escogéis. Canutos, anfetas, y un poco de farlopa», explica Emily, que para que Punky se quede tranquila le explica «mi hermano es mi dealer». Que lo que le ofrece no es mierda comprada en chabolas de extrarradio, porque su hermano no le vendería mierda.
Punky y Cherie se acojonan, pero Emily le aclara: «nosotras las tomamos siempre, no os preocupéis. Todos lo hacen, y te hace sentir feliz y relajada. Esto os ayuda a poneros a tono. Dejad de actuar como bebés y empezad a comportaros como Chicles». Al final, las dos amigas huérfanas (recordemos que Cherie vive con su abuela, que tampoco tiene padres) dicen que ya si eso se drogan otro día.
Punky está angustiada y va a hablar con su profesor Mike, y le cuenta todo. El maestro, que es muy enrollado, le dice que no haga nada que no quiere y le da un librito de ayuda contra la droga para que se lo lea en casa, y Punky se va muy feliz.
Llega el día de drogarse. Emily vuelve a ofrecerle a Punky drogas, y la Brewster le dice que nones. La lideresa le amenaza con expulsarla de las Chicas Chicle, y Punky dice que le da igual porque va a formar su propio club llamado Solo di no, cuyo principal estatuto es decir no a las drogas. Y empiezan tan bien que una Chicle se une a ellas.
El club Solo di no tiene una rápida repercusión, y pronto todo el barrio está lleno de carteles con el slogan («Just Say No»), y hasta hacen camisetas con el mismo, porque se ve que es un club que recibe ayudas estatales, si no dime tú de dónde sacan para tanto merchandising. Hasta el padre de Punky, Henry, y la abuela de Cherie, Betty Johnson, se suman a él. El sueño de cualquier niño: formar parte de un club con sexagenarios.
El episodio acaba con Punky Brewster liderando una marcha contra las drogas bajo el lema «Solo di no», mientras una voz en off explica que la actriz que interpretaba a Punky, Soleil Moon Frye, realmente estuvo al frente de dicha manifestación en una ciudad y que Cherie Johnson (la actriz y el personaje se llamaban igual) lo hacía en otra ciudad, aunque de Cherie no hay ni un triste plano.
Leyendo un poco sobre el tema he descubierto -porque no tenía ni idea- que Just Say No fue una campaña nacional contra las drogas en Estados Unidos del que Nancy Reagan fue cabeza visible y que también apareció en otras series como ‘Arnold’ o ‘Dinastía’. Pero admito que de todos los episodios contra las drogas que recuerdo de la televisión solo me marcaron este y el de ‘Salvados por la campana’ en el que Jessie Spano tomaba anfetas para poder estudiar más. Tuvimos que esperar hasta ‘Showgirls’ para ver a esa misma actriz, Elizabeth Berkley, desayunando cocaína.
jajaja que chivata!! yo crei que el episodio iba a acabar con el hermano dealer en el talego y las chicas chicle dando una mano de ostias a punky y su adjunta
la campaña no fue solo americana, aqui tambien tuvimos la campaña «di no a las drogas», protagonizada por Maradona y Julio Alberto (tambien es mala suerte)
En general, todas estas series infantiles/juveniles americanas tenia algun «episodio muy especial» donde se rompia el tono de comedia tontorrona para ponerse seriotes y tratar algun tema «social». Normalmente eran las drogas, a veces era el racismo o incluso advertir sobre los pederastas (!).
El episodio «muy especial» de Salvados por la campana es muy similar al de Fama, en el que se mete pirulillas para sacar mas sobresalientes es Bruno, el pianista con el pelo rizado. En estos casos no es el macarrilla del grupo el que tiene el debate moral sobre ponerse como Syd Vicious, es un pequeño republicano el que se mete para currar mas y mejor y hacer america grande otra vez. En cualquier caso, en estos episodios la maquina productora de moralina que tenian estas series pone el turbo.