Sufridores en Casa en el Melodifestivalen

Por JoniPod

Esa imagen de arriba recoge las portadas de dos diarios suecos del domingo pasado. Vale que son más tabloides que el modelo que se tiene de la prensa seria, aunque vistas las portadas que últimamente nos regala el ABC no sabría yo separar ambos conceptos… ¿Os imagináis que el domingo os levantáis, os ponéis el chándal la ropa de yoga para ir a por el pan, os acercáis al kiosko de Julián y aparece Pastora Soler en portada del periódico como noticia destacada por representar a España en el Festival de Eurovisión? Yo tampoco.

En España hablar de Eurovisión es pensar en kitch, casposo, Uribarri… y que al mencionarlo en conversaciones de tu entorno aparezcan topicazos como “yo no sé por qué seguimos yendo”, “eso desde Massiel no ganamos”, “solo se votan los paises del este”, etc… (Te recomendamos que sigas los pasos del post que publicamos en su día: «Cómo responderle a un antieurovisivo»). Lo cierto es que, año tras año, el Festival lidera las audiencia de esa noche de sábado, y ya sea para reirte de los estilismos o canciones, o por ver qué hace España, en todo el país se hacen fiestas y la gente se reúne para verlo.

Aunque para fiesta, la que se vive en Suecia, si eres seguidor del blog puede que nos conozcas ya un poquito y sepas que al igual que Mike devora el cine de terror,  servidor es un ferviente admirador del “MelodiFestivalen”, la preselección del Festival de Eurovisión de la que puedes aprender, entre otras cosas,  “cómo hacerte la sueca”.

En vista de que este año lo de ir a Bakú se nos antoja un poco complicado (por mucho que la tercera secretaria de la embajada de Azerbaijan nos haya contado que se comen unos kebabs buenísimos y podemos ir de mercadillos a comprar alfombras) pude hacer realidad uno de mis sueños: ir a concursar al 123 con Mayra disfrutar en vivo de la final del MelodiFestivalen.

Por poner en antecedentes, durante 5 semanas previas se celebran 4 semifinales y una quinta gala de repesca en distintas ciudades de Suecia. Los recintos que acogen estas semifinales del sábado tienen aforo para unas 10.000 personas cada uno y el llenazo en cada gala está prácticamente asegurado (Vamos, igualito que aquel intento de preselección de TVE el año de Soraya y Melody por hacer semifinales que hubo que acelerar y cancelar más rápido que un programa de Pilar Rubio) Las 10 canciones que se clasifican durante esas se manas se enfrentan en una gran final en el “Ericsson Globen” de Estocolmo con capacidad para 13.000 personas en un evento/gala que se convierte en una gran fiesta

Para que os hagáis una idea, la final es el programa más visto del año en la televisión sueca y se reciben millones de llamadas para votar por sus canciones favoritas (Sí, igual que aquí donde había que regalar dinero y poner sobres con los titulos de las canciones para que el personal patrio votara, confundiendo «Tu vida es tu vida» por «Digan lo que Digan»). Es tanta la expectación generada que además de para la final, se ponen a la venta entradas para el ensayo del viernes por la noche y sábado a mediodia… y también se llena. La gente acude con carteles para animar a sus favoritos, venden sombreros, te dan globos, para convertir aquello en una “Noche de Fiesta” sin que aparezcan modelos en tanga ni Juncal Rivero.

Normalmente son familias que no quieren/pueden pagar los precios elevados de la gran final, pero que disfrutan igualmente el espectáculo porque los ensayos se realizan exactamente igual, con vestuario, iluminación y simulando directo de un tirón. Estuvimos en el del viernes y el devenir del show fue exactamente igual. Lo curioso es cómo ensayan la parte de las votaciones, hacen que dan 12 votos a todos y tienen que ir poniendo a cámara esas caras que luego ves a posteriori: haciendo muecas, dando las gracias, sorprendiéndose. Porque en el Melodi no hay hueco para la improvisación, todo está medido y ensayado, y hay un despliegue de medios que genera como resultado una de las mejores realizaciones televisivas que pudieras ver.  No se trata de un concierto/festival que retransmitan en la tele, al contrario, es un show hecho para disfrutar en televisión, y que además puedes ir a vivir en persona. Cada plano está estudiado y si os fijáis, los artistas saben en qué momento exacto deben mirar a cámara.

Como refleja el periódico la cosa se jugaba a dos caras, el boom o el crack, Danny Saucedo y Loreen. El primero era el niño bonito del productor de Melodifestivalen. El año pasado quedó segundo con “In The Club” un tema mil veces mejor que el que llevaba este año que quedó relegado a medalla de plata por culpa de su amigo Eric Saade y “Popular”. Este 2012 se le presentaba como un camino de rosas dado el bajo perfil de esta edición y que Charlotte Perrelli (la gran estrella sueca y futura Paloma San Botox Basilio) había quedado más eliminada que Mai Meneses en OT2. Sin embargo Loreen dio la sorpresa en la semifinal 1 y su tema se convirtió en lider de ventas en Suecia, es más, ya ha estado sonando en una promo de Divinity. Yo hasta las votaciones no acababa de tenerlo claro.

El viernes en el ensayo vi a muchas niñas carpeteras con pancartas de Danny y lo hizo genial, si tenemos en cuenta la actuación de su semifinal donde desafinó más que Verónica de OT1 en un karaoke con Paulina Rubio. Sin embargo, el sábado la cosa empezaba a tomar forma, desde el momento en que Sarah Down Finer (la Caritina Goyanes sueca) presentó a Loreen, el estadio no paraba de ovacionar. No tengo palabras para definir ese momento en el que las 13.000 personas nos veníamos arriba en el Globen con Euphoria, creo que el titulo de la canción no podía estar mejor traido. Loreen se llevaba el gato al agua con esa actuación de puesta en escena «austera» y temazo comercial.

Danny no quedó muy “Amazing”, cuando Loreen acudió a abrazarle el chico le hizo un gesto de “tira para el escenario, que es tu momento y déjame con mi pena”. Saucedo ni siquiera acudió a la fiesta posterior a la que van todos los finalistas. Acaba de nacer una nueva leyenda: “Coral Saucedo” o el chico que siempre quedaba segundo para ir a Eurovisión.

La noche nos regaló otros dos momentazos: un medley de Eric Saade con sus grandes éxitos, demostrando que su fuerte es bailar más que dar el cante; y la aparición de una estrella invitada que hizo la delicia de los eurofans: Lucía Pérez Helena Paparizou, que se marcó una gran versión de «Popular» al más puro estilo cabaret. Era una emoción detrás de otra, y yo estaba más en éxtasis que Cristina Aguilera al salir de un Fosters Hollywood.

Además de esa fiesta oficial, Estocolmo se convierte en la “Semana fantástica del Melodi”. Durante todos los días hay fiestas en los bares, actuaciones, firmas de discos… Es como si en España nos fuéramos a Chueca y en la distintos garitos actuaran Pastora Soler, Soraya, DNash, Mirela, La Casa Azul… En este caso servidor tuvo la oportunidad de ver en vivo a Jenny Silver (Juana Plata para los que no habléis inglés) que nos deleitó con un remix de “Something in Your Eyes”, su éxito del Melodi 2011. Es maravilloso porque entrabas en Facebook al muro del evento y la propia Jenny, como si fuera tu prima la de Tuenti escribía: “Chicos, os estoy preparando nuevas remezcla, os quiero”. Al más puro estilo diva doméstica pero versión Ikea. Se trataba de una fiesta en la que el 90% eran señores de cáscara amarga, y el 10% mariliendres, que también existe en tierra sueca.

También aparecieron por allí Andreas Lundsten (el ex Alcazar), Velvet (la Kate Ryan sueca), Hanna Lindbland (una Edurne entradita en años), YoungBlood (los Auryn de allí) y de repente apareció David Lindgren, uno de los finalistas que se presentó y cantó el “Shout it out”. Que yo por traducir, es como si Coral después de la gala de preselección de Eurovisión se presenta en la puerta del LL con su ventilador Taurus para cantar “Todo está en tu mente” y sentirse arropada por los eurofans.

En mi mente sí que se va a quedar ese gran fin de semana, tanto, que ya estoy pensando en el “Melodifestivalen 2013”, porque si María del Monte y la Panto tienen que hacer todos los años el Rocío, yo también quiero peregrinar a Estocolmo y mojarme los pies con Vodka para sentirme un poco “Chayö Malmo Mohedano”. Y ya de paso apuntarme a un curso de sueco que más allá de “/melodinamberfira/”, “/andrashansen/” o “/gratis/” hay que ampliar vocabulario. Tengo casi un año…