Los orígenes musicales de Sylvia Pantoja

Por Mike Medianoche

Telecinco ha programado para pasado mañana, día 25, una gala navideña y folclórica protagonizada por Isabel Pantoja y que está anunciándose a todas horas en cada corte publicitario. Nosotros no tenemos tantos medios, pero sí mucho morro y sentido del humor, y por ello hoy ofrecemos una entrada especial protagonizada por su prima Sylvia. Porque Sylvia ha sido uno de los personajes más SEC de este 2011 al consagrarse como uno de los personajes más carismáticos de Tu cara me suena, y regalándonos sus imitaciones lolailos de Jennifer López,  Liza Minelli o Marta Sánchez, que  llevaron a conseguir un cuarto puesto en el programa.

Aunque muchos no lo sepan, Sylvia no es sólo conocida por participar en La Isla de los Famosos o ser jurado de Se llama Copla, sino también por su faceta de cantante, la cual no ha despegado por culpa de una mano negra, según Mónica Naranjo (¿la misma mano negra que impide triunfar a Anabel Conde o Roser?). De hecho es un icono SEC por ser la última representante de España en el Festival de la OTI, allá por el año 2000. A día de hoy, Sylvia tiene un estilo de música que fusiona el pop con raíces flamencas, pero no siempre fue así; y no, no nos referimos a aquella época en la que abogaba por los ritmos latinos agitanados. Y es que hubo una época en la que Sylvia, entonces Silvia con i latina, era una coplera de las de toda la vida. Y es precisamente a esa Silvia, sin i griega, a la que rescatamos para esta gran gala navideña. Bajemos el videowall y recordemos juntos aquella época.

Estamos en 1987. Silvia, quien cuenta con sólo dieciocho añitos, dos más que Mirela, y saca su primer disco al mercado, titulado Suspiros. Se trata de una copla moderna como la que hacía en aquella época su prima Isabel o Rocío Jurado (recordemos a la más grande luciendo chupa de cuero en la portada del disco de Como una ola). Aquí podemos verla presentando el tema llamado igual que el disco con un look «señora que para actuar en televisión creen que el pelo nunca está suficientemente cardado ni los pendientes son suficientemente grandes». Todo ello conjuntando con un maravilloso traje de chaqueta en blanco y dorado. Pura esencia de los ochenta que repetiría para interpretar el tema Quién.

Otro de los hits incluidos en aquel primer disco llevaba por nombre Rumba para un amor, que era la Cara B del single que se sacó a la venta de Suspiros. Aquí podemos verla con una letra muy compleja, tal que «anainanaino, qué balanceo, rumba para un amor.  Anainanaino, cuando te veo, rumba para un amor». Aunque lo mejor es su imagen de flamenca moderna, como la que llevaba Ana Nery cuando actuó con La Década Prodigiosa en Eurovision.

Aprovechando el traje, que no sabemos de qué modisto sevillano era (porque seguro que era de algún modisto sevillano), Silvia aprovechó su presencia televisiva y cantó otros temas de aquel primer álbum, como Silencio y Llueva, una canción postapocalíptica cuya letra dice «algún día el rencor barrerá media humanidad y sobre todos una nube nuclear flotará», y que incluye palabras tan sofisticadas como «astronave». Aunque aunque al final resulta que narra de manera peculiar la historia del Arca de Noé, de ahí eso de que «llueva». El vídeo merece verlo tan sólo por los efectos de vídeo en forma de corazón.  Brutal.

Pero que la gente no piense que Silvia no tenía más trajes y que se vio obligada a reformárselo, como Marge Simpson con su Channel en liquidación. Porque la prima de Chiquetete también tenía un espléndido traje blanco que lució en una gala de fin de año de TVE para interpretar otro de sus temas. Lo más delicioso de todo es que mientras ella canta, por allí se ve a los camareros de la gala sirviendo copas a unos espectadores que pasan total de Silvia.

Silvia también hizo colaboraciones musicales con otros artistas, más allá de sus primos famosos. Aquí la vemos con Bordon 4, grupo en la estela de Los Chunguitos que nos legaron grandes hits como Ay Torete, banda sonora de la película Perros Callejeros. Esta canción debió ser muy popular en su época, ya que yo tengo un vinilo con éxitos del momento, allá por finales de los ochenta, y venía incluido.

Cerramos la gala navideña con un hit clásico de la copla: Lola la Piconera. Aquí vemos una Silvia ataviada de folclórica de las de toda la vida: con una peineta de tamaño industrial, su bata de cola, meneando su abanico a ritmo de la canción. Aunque lo que más me llama la atención son sus uñas de actriz porno. Impresionante.

Lo maravilloso de ver juntos todos estos vídeos de la época folclórica de Silvia es el comprobar cómo ella tiene una única cara a la hora de cantar, lo que la hace más mágica aún. ¡Feliz Navidad a todos!