Hay juegos de mesa que han marcado nuestra infancia, tipo el Monopoly, el Cluedo, el Operación o el Trivial Pursuit. Con los años veíamos cómo salían al mercado nuevas versiones con variaciones, tipo «el Monopoly Gay«, el Cluedo Misterios -con nuevas formas de obtener pistas-, el Operación de Sherk o alguna variedad de Trivial tipo «Apuesta y gana».
En esto que hace unos años llegó a mis manos el que quizá sea el peor Trivial Pursuit de la historia, y también el más cutre. Se trata de Trivial Pursuit Xtreme DVD. Y lo triste es que no es una imitación chunga tipo el Trivio 3000, sino que es original de Parker, que lo lanzó al mercado español en 2005. Argumentos para esta afirmación hay muchos:
- No existen quesitos. Aquí es todo más low cost y hay un círculo de cartón al que vas enganchando las fichas de los colores que ganas durante la partida acertando respuestas.
- El presentador del DVD. Para jugar hace falta un DVD y una televisión, claro, y es un disco de DVD el que te lanza las preguntas. Lo aberrante es el presentador de las mismas, Johann Wald, de ‘La hora Wiki’, quien hace chascarrillos sin gracia que vendrían en un guion muy elaborado. Así, antes de ver la pregunta en pantalla te decía chorradas tipo «no te lo tomes a mal, pero estás a punto de hacer el ridículo». Y lo peor es que no podías saltarlo.
- La forma de elegir quién empieza. Este Trivial DVD Xtreme presumía de ser muy gamberro o algo así, y por ello el bueno de Johann Wald te decía que empezaba la partida quien llevase los vaqueros más sueltos, o quizá quien portase la camiseta más chula. Criterios totalmente objetivos.
- Las categorías varían. Aquí no hay geografía, espectáculos, historia y demás categorías clásicas, sino que había «chicos», «chicas», «increíble», «desagradable», «adrenalina» y «música». Por preguntas de chicos nos encontrábamos, por ejemplo, que qué marca de ropa que llevaban los mods tenía de logotipo dos hojas de Laurel. Cosas de chicas era saber con quién estaba casado, cuando salió el DVD, Kevin Federline, o qué nombre tiene la marca de ropa de Jennifer López.
- Los cutrevídeos de las preguntas. Así, si te van a hacer una pregunta sobre el filme ‘Psicosis’ te recrean la escena de la ducha protagonizada por dedos de una mano, o si versa sobre Star Wars -categoría «chicos», por cierto- veías una cutre princesa Leia con ensaimadas en el pelo. A veces, las preguntas se superaban a sí mismas y te ponían una animación para que dijeses dónde se ha escondido un perrito, por ejemplo. Una pasada.
- Las cartas especiales. Para hacerlo todo más largo y sin gracia podías hacer la puñeta a tu rival lanzándole una carta de castigo, tipo que responda dos preguntas para obtener un quesito.
- Los desafíos. Sin duda, lo peor de todo el juego. Un desafío era otra forma de fastidiar a tu rival, y como desafíos se entendía, por ejemplo, disfrazarte de Marilyn Manson en tres minutos, o llamar a tres familiares por teléfono en dos minutos y usando el manos libres. Diversión sin límite.
- El precio. Yo lo pillé en su día en una tienda de juguetes que lo estaba liquidando (luego entendí por qué) pero por viejos foros leo que valía hasta 30 eurazos esta basurilla.
¿Alguien se anima a una partida?
Realmente memorable, huele a bazofia por los cuatro costados, me quedo con frases como «Para hacerlo todo más largo y sin gracia» o «Los desafíos. Sin duda, lo peor de todo el juego! y que conste, que creo que tengo una copia por casa que a saber de donde salio!
me ha encantado, y mis neuronas agradecen no haberlo conocida de peque 🙂